El krill, ese ¡®peque?o gigante¡¯ vital para la conservaci¨®n Ant¨¢rtida
La especie forma parte de la base de la cadena alimentaria de muchos animales marinos, como ping¨¹inos, focas, ballenas y peces
Chile mira hacia el Pac¨ªfico por el Pac¨ªfico por el este y hacia el sur tenemos el mar austral y m¨¢s abajo al coraz¨®n del oc¨¦ano: la Ant¨¢rtida. Las corrientes marinas de todo el planeta comienzan y terminan ah¨ª, un lugar pr¨ªstino que es clave para la lucha contra el cambio clim¨¢tico y para el futuro de nuestra humanidad.
Nuestro pa¨ªs esta comprometido con generar acciones de protecci¨®n y conservaci¨®n y por eso se desarroll¨® una pol¨ªtica de Estado de crear ?reas Marinas Protegidas, AMP, que hasta el momento han logrado proteger el 41% de nuestra costa.
En 2018, Chile y Argentina decidieron que se deb¨ªa crear un ¨¢rea marina protegida en la Ant¨¢rtica y presentaron una propuesta muy s¨®lida en base a informaci¨®n cient¨ªfica ante la Convenci¨®n para los Recursos Vivos Marinos Ant¨¢rticos (CCRVMA o CCAMLR), para proteger la Pen¨ªnsula Ant¨¢rtica.
En junio de este a?o, se realiz¨® en nuestro pa¨ªs la reuni¨®n especial de la CCAMLR donde se pudo apreciar que varias naciones hicieron esfuerzos por bloquear y dilatar la toma de decisiones para aplicar normas de conservaci¨®n mediante la creaci¨®n de una AMP. Aqu¨ª uno de los obst¨¢culos para avanzar es el sistema de toma de decisiones, ya que todas deben ser normas por consenso. Por eso es muy relevante el papel que pueda cumplir la diplomacia y, en ese sentido, la Canciller¨ªa ha jugado un papel de liderazgo a nivel mundial participando activamente en las diversos foros multilaterales promoviendo la protecci¨®n de nuestro oc¨¦ano.
Este a?o, en el D¨ªa del Oc¨¦ano, desde el Instituto Ant¨¢rtico Chileno, Inach, describ¨ªan que el cambio clim¨¢tico est¨¢ afectando a los polluelos de los ping¨¹inos a quienes les cuesta mucho sobrevivir y adem¨¢s nos indicaban que los ecosistemas ant¨¢rticos est¨¢n en ¡°estado vulnerable¡±.
Y entremedio de las grandes decisiones mundiales se encuentra el krill, una especie de a dos a tres cent¨ªmetros, clave para la conservaci¨®n de la Ant¨¢rtica porque forma parte de la base de la cadena alimentaria de muchos animales marinos, como ping¨¹inos, focas, ballenas y peces. Considerado como un superalimento, hizo que diversos pa¨ªses apoyaran a sus industrias pesqueras aumentando su capacidad de captura.
El Comit¨¦ Cient¨ªfico de la CCAMLR determin¨® que hubo un aumento en la pesca del krill. El descubrimiento de nuevas propiedades incentiv¨® su pesca y el desarrollo de nuevos usos hizo que se incrementara el inter¨¦s por este crust¨¢ceo.
El krill se alimenta del fitoplancton, que a su vez absorbe el di¨®xido de carbono de la atm¨®sfera y lo convierte en ox¨ªgeno. As¨ª, el krill contribuye a regular el clima y a mitigar el efecto invernadero.
La CCAMLR tiene algunas regulaciones, pero son insuficientes para proteger al krill y a la Ant¨¢rtica. Es indudable que las naciones pueden hacer m¨¢s con la informaci¨®n que se cuenta sobre los efectos que trae la p¨¦rdida y sobreexplotaci¨®n del krill en el ecosistema ant¨¢rtico.
En esta semana se conmemora el segundo D¨ªa Internacional del Krill y debemos contar con mejores normativas para la administraci¨®n y la captura, porque su papel es vital para la conservaci¨®n de la Ant¨¢rtida.
Chile cuenta con una s¨®lida pol¨ªtica oce¨¢nica y tiene un compromiso con activar su diplomacia en todas las instancias que correspondan para resguardar a los ecosistemas de la sobreexplotaci¨®n pesquera de algunas naciones. Seguiremos impulsando un ?rea Marina Protegida junto a Argentina. Queremos, adem¨¢s, ser la Secretar¨ªa y sede del BBNJ, Tratado para la Conservaci¨®n de la Biodiversidad m¨¢s all¨¢ de las ?reas de Jurisdicci¨®n Nacional. Por ¨²ltimo, nada de lo que haga nuestro pa¨ªs de manera aislada servir¨¢: se requiere que las naciones en conjunto vayan adoptando m¨¢s medidas de protecci¨®n y conservaci¨®n de nuestros ecosistemas. En especial del krill, ese peque?o crust¨¢ceo de caracter¨ªsticas superpoderosas.
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