Los 50 a?os del golpe de Estado muestran las grietas profundas de un Chile ¡°el¨¦ctrico¡±

El presidente Gabriel Boric ha dicho que el ambiente est¨¢ ¡°el¨¦ctrico¡± en Chile y mientras su partidarios le encuentran raz¨®n, la oposici¨®n se pregunta cu¨¢nto ha contribuido el propio oficialismo en tensar el debate p¨²blico, en la cuenta regresiva de la conmemoraci¨®n de los 50 a?os del golpe de Estado. Boric ¨Cel primer presidente que ha tenido Chile desde 1990 que no hab¨ªa nacido para el golpe¨C encendi¨® la pradera la semana pasada tras el fallo definitivo en el caso judicial por la muerte de V¨ªctor Jara el 16 de septiembre de 1973, donde el Supremo ratific¨® las condenas por secuestro y homicidio calificado contra siete exmilitares. Fue una muestra de cu¨¢nto se ha tardado la justicia en dar respuestas: medio siglo.

No hab¨ªan transcurrido ni 24 horas cuando uno de los sentenciados se suicid¨®, justamente cuando la polic¨ªa lo iba a buscar para arrestarlo. En otro hito simb¨®lico a pocos d¨ªas de la efem¨¦ride del quiebre democr¨¢tico, muri¨® a los 79 a?os el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, que como encargado militar de su partido autoriz¨® el atentado contra Augusto Pinochet en 1986. Boric, en los actos de homenaje, asegur¨®: ¡°[Teillier] muri¨® como un hombre digno, orgulloso de la vida que hab¨ªa vivido. Hay otros que mueren de manera cobarde para no enfrentar a la justicia. Ah¨ª hay diferencias humanas¡±, dijo en referencia al suicidio de Hern¨¢n Chac¨®n Soto, de 86 a?os, brigadier de Ej¨¦rcito de Chile en retiro.

Este domingo, tras d¨ªas de acalorado debate -el l¨ªder del Partido Republicano, de extrema derecha, al que llam¨® ¡°cobarde¡± fue a Boric¨C, el presidente ha intentado aclarar sus palabras, en una entrevista con el programa Mesa Central de Canal 13. El mandatario dijo que ¨¦l no era ¡°qui¨¦n para juzgar la decisi¨®n de un suicida¡± y que respeta la decisi¨®n de qui¨¦n la toma por los motivos que sea. ¡°Lo que yo quer¨ªa decir, y reitero, es que hubo quienes cometieron cr¨ªmenes atroces, durante mucho tiempo se ufanaron de ellos, los escondieron, mintieron, entorpecieron todo lo posible para evitar la justicia y al momento de enfrentar las consecuencias de sus propios actos, a trav¨¦s de diferentes formas, se evade la responsabilidad. Esa trayectoria ¨Cno me refiero solo al caso del brigadier Chac¨®n, sino al propio Augusto Pinochet¨C me parece de una cobard¨ªa profunda¡±.

Boric record¨® que dos de los siete exmilitares condenados por el caso de Jara est¨¢n pr¨®fugos. Pero al preguntarle en Canal 13 por falta de misericordia, asegur¨®: ¡°La referencia a la cobard¨ªa era a la trayectoria, no solo a este caso, sino a much¨ªsimos¡±. Y sobre la alusi¨®n al mismo suicidio de Chac¨®n, dijo: ¡°No era mi intenci¨®n, lo lamento, y no contribuye al debate¡±.

Es parte de lo que ocurre a una semana del 11 de septiembre en Chile, un pa¨ªs donde no existe consenso respecto de una condena al golpe, como lo analizaba en EL PA?S uno de los soci¨®logos de izquierda, Manuel Antonio Garret¨®n: ¡°Desgraciadamente, en Chile no existe consenso en condenar el golpe de Estado de Pinochet¡±, dec¨ªa a comienzos de julio. Y lo explicaba: ¡°El problema es que hay un sector importante de la poblaci¨®n que sigue reinvindicando el golpe de Estado de 1973. Es el 44% que vot¨® por el S¨ª a Augusto Pinochet en el plebiscito de 1988 y ¨Cexactamente lo mismo¨C el 44% que vot¨® por Jos¨¦ Antonio Kast en la segunda vuelta presidencial de 2021, quien dice que el golpe era necesario o se justifica. Pero la condena al golpe es un principio ¨¦tico que hay que sostener¡±.

Chile enfrenta este hito hist¨®rico con un Gobierno de izquierda debilitado tras dos derrotas en las urnas que, aunque no directas, impactaron fuertemente en la carta de navegaci¨®n de Boric y su generaci¨®n. En el plebiscito de hace un a?o, del 4 de septiembre de 2022, un 62% de los chilenos rechaz¨® un texto que propon¨ªa transformar fuertemente la institucionalidad chilena. En mayo pasado, la extrema derecha de Kast tuvo un triunfo apabullante en las elecciones del Consejo Constitucional, ¨®rgano que se encarga de redactar una nueva propuesta de Constituci¨®n que ser¨¢ plebiscitada en diciembre. ¡°Los chilenos hoy est¨¢n dispuestos a sacrificar libertades con tal de tener orden¡±, analizaba en marzo el intelectual chileno Arturo Fontaine en entrevista con EL PA?S, para intentar explicar los aparentes p¨¦ndulos de la ciudadan¨ªa desde el estallido de 2019 hasta la fecha.

A pocos d¨ªas de las conmemoraciones ¨Cesta semana y hasta el pr¨®ximo lunes, en todo Chile se celebran innumerables eventos, seminarios y conversaciones para recordar el 11 de septiembre de 1973¨C, el ambiente est¨¢ el¨¦ctrico, como dijo el presidente Boric. El analista Max Colodro dec¨ªa hace algunos d¨ªas que ¡°Chile est¨¢ hoy m¨¢s dividido y polarizado¡±. ¡°El estallido social abri¨® una nueva fisura en la sociedad chilena y reinstal¨® a la violencia pol¨ªtica como tema de confrontaci¨®n. A ello se agrega la dura derrota sufrida por la izquierda en el proceso constituyente. Creo que ese es un aspecto que ha exacerbado el ambiente de este aniversario, haciendo muy dif¨ªcil una conmemoraci¨®n con perspectiva hist¨®rica, con autocr¨ªtica de todos los sectores y buscando puntos de encuentro que puedan ayudar a sanar las heridas. Es muy lamentable, pero este aniversario dejar¨¢ a Chile m¨¢s confrontado no solo respecto del pasado, sino tambi¨¦n sobre el presente y el futuro¡±, aseguraba hace unas semanas a EL PA?S el fil¨®sofo.

El di¨¢logo pol¨ªtico tiene un tono acalorado y se muestra en el Congreso, donde la derecha desvela c¨®mo ha retrocedido respecto de los reconocimientos sobre el golpe y la dictadura desde su mismo sector en los ¨²ltimos a?os, probablemente por la tensi¨®n que los republicanos realizan a la derecha. Si en 2013 el presidente Sebasti¨¢n Pi?era marc¨® un hito al hablar de los ¡°c¨®mplices pasivos¡± en los 40 a?os del golpe, en referencia a los civiles del mundo conservador, hoy en el Congreso se reviven declaraciones previas al quiebre democr¨¢tico.

El 23 de agosto, la C¨¢mara de Diputados de Chile reley¨® la resoluci¨®n de 1973 que acus¨® de inconstitucional al Gobierno de Allende y que fue interpretado como un espaldarazo a una intervenci¨®n militar. En estos d¨ªas, algunas congresistas de extrema derecha han incluso dudado de la violencia sexual que se cometi¨® contra las v¨ªctimas -sobre todo mujeres¨C que han sido acreditadas tantas veces en los tribunales.

El Gobierno del presidente Boric ha tenido serios problemas en llevar adelante una agenda en torno a los 50 a?os. En medio de presiones del Partido Comunista (oficialista) y de organizaciones de derechos humanos, a comienzos de julio tuvo que renunciar al asesor presidencial en estas materias, el escritor Patricio Fern¨¢ndez. Luego, en el ¨²ltimo cambio de Gabinete, el mandatario sac¨® al responsable de la coordinaci¨®n de la efem¨¦ride, el ministro de las Culturas, Jaime de Aguirre. Tuvo que echar mano a una agencia de publicidad para intentar un relato como el que buscaba Boric: memoria, democracia y futuro.

Ante una mayor¨ªa ciudadana que no hab¨ªa nacido para el golpe ¨Ccerca del 70% de los chilenos¨C, el Gobierno lleva adelante una agenda coherente con la Administraci¨®n m¨¢s de izquierda que haya tenido Chile desde 1973: el Plan de B¨²squeda de m¨¢s de 1.000 desaparecidos de la dictadura. Es la mayor apuesta de Boric a 50 a?os del golpe militar y una de las principales deudas del pa¨ªs sudamericano. Pero, de paso, el Gobierno aumenta su apuesta y podr¨ªa cerrar Punta Peuco, la c¨¢rcel reservada para violadores de los derechos humanos, que ha sido objeto de controversia desde su fundaci¨®n en 1995, en plena transici¨®n. El presidente no lo neg¨® ni confirm¨® en la entrevista de este domingo.

Boric incluso eval¨²a f¨®rmulas para levantar el secreto Valech en el marco de los 50 a?os del golpe, es decir, los testimonios de las miles de v¨ªctimas de prisi¨®n pol¨ªtica y tortura que relataron lo sucedido en dictadura a una comisi¨®n en el Gobierno de Ricardo Lagos, en 2003. Ha sido el propio Lagos, socialista, el que ha explicado las razones para mantener los testimonios guardados.

El cientista pol¨ªtico Ricardo Israel, que entreg¨® el testimonio a comienzos de los 2000, explicaba hace unos d¨ªas en la red social X: ¡°Yo entregu¨¦ el testimonio de lo que me ocurri¨® a la Comisi¨®n Valech. Tuve confianza en el compromiso de secreto por 50 a?os y me sentir¨ªa violentado si el Gobierno logra quebrar esa regla¡±.

Es apenas un vistazo al Chile quebrado que espera la conmemoraci¨®n de una semana m¨¢s, donde exmilitares que se han atrevido a dar pasos distintos a los institucionales, como el excomandante en jefe del Ej¨¦rcito, Ricardo Mart¨ªnez, son repudiados por alguna parte del mundo uniformado. ¡°Ni una verdad oficial ni un relato com¨²n son posibles, simplemente porque en 1973 la sociedad se parti¨® en dos mitades y somos herederos de esa fractura¡±, aseguraba el periodista Ascanio Cavallo hace un par de d¨ªas.