Ernesto Ottone, ensayista: ¡°Si no sucede una iluminaci¨®n de ¨²ltima hora, me inclinar¨¦ por no aprobar la nueva propuesta de Constituci¨®n¡±
Para el intelectual de centroizquierda, parte del c¨ªrculo de Ricardo Lagos, el texto ¡°presenta una visi¨®n val¨®rica lejana a la secularizaci¨®n del sentido com¨²n de nuestra sociedad actual¡±. Sobre un segundo fiasco, dice que Chile ¡°tampoco est¨¢ tan estable¡±
El doctor en Ciencias Pol¨ªticas y ensayista de centroizquierda Ernesto Ottone (Valpara¨ªso, 1948) en septiembre de 2022 rechaz¨® la propuesta de una Convenci¨®n Constituyente dominada por la izquierda radical, que fue botada por el 62% de la ciudadan¨ªa. A siete semanas de un nuevo plebiscito, donde la gente deber¨¢ elegir el 17 de diciembre entre dos opciones ¨CA favor y En contra¨C, Ottone se inclina por rechazar, pero ahora por una propuesta liderada por las derechas y, sobre todo, por el Partido Republicano de la extrema derecha. De pasado comunista hasta fines de los a?os setenta ¡ªfue l¨ªder mundial de sus juventudes¡ª, el soci¨®logo fue asesor estrat¨¦gico clave del Gobierno del socialista Ricardo Lagos (2000-2006) y, hasta hoy, forma parte de su c¨ªrculo cercano de pensamiento. Es parte de un estrecho mundo progresista moderado que, si todo sigue como hasta hoy, rechazar¨¢ en las dos ocasiones las propuestas de nueva Constituci¨®n, como explica en esta entrevista que se realiza en su departamento de Providencia. En el piso conviven libros, cuadros coloridos y un fuerte toque parisino, porque en la capital de Francia vivi¨® muchos a?os y sigue realizando actividad acad¨¦mica.
Pregunta. Chile finaliza el segundo intento constitucional. ?C¨®mo es el estado de la cuesti¨®n a siete semanas del plebiscito?
Respuesta. Creo que no se aprendi¨® enteramente la lecci¨®n que nos dej¨® el proceso anterior que fracas¨®. En esa ocasi¨®n, una izquierda identitaria y radical trat¨® de imponer a trav¨¦s de una mayor¨ªa ef¨ªmera y vol¨¢til, como suele suceder en la sociedad de la informaci¨®n en que vivimos, un proyecto refundacional de nuestra sociedad que alteraba las bases de nuestra convivencia democr¨¢tica. Ello provoc¨® un estruendoso rechazo. El proceso actual, preparado con otro esp¨ªritu y otras modalidades, iba por buen camino. El trabajo de los expertos de composici¨®n plural arrojaba un texto equilibrado, modernizador y que superaba la Constituci¨®n que ten¨ªamos.
P. ?Qu¨¦ ocurri¨®?
R. El Consejo con una composici¨®n donde predominaba el otro extremo, esta vez de derecha, no pudo contener su revanchismo y propuso 400 cambios que nos hac¨ªan volver a otro identitarismo, esta vez conservador, que desnaturalizaba las bases de nuestra convivencia democr¨¢tica. Despu¨¦s ello se moriger¨®, pero no lo suficiente como para lograr un consenso en un texto donde la gran mayor¨ªa de los chilenos se sientan razonablemente representados. Por ello, es muy incierto una aprobaci¨®n maciza como la que requiere un texto constitucional para ser duradero y estabilizador de la vida democr¨¢tica.
P. ?C¨®mo califica el texto?
R. Presenta una visi¨®n val¨®rica lejana a la secularizaci¨®n del sentido com¨²n de nuestra sociedad actual. Es d¨¦bil en el dise?o de cumplimiento de derechos y deberes sociales, favorece algunos instrumentos por razones m¨¢s bien ideol¨®gicas y no avanza en una concepci¨®n m¨¢s progresista de la cooperaci¨®n p¨²blico-privada como corresponde al Estado Social que se proclama.
P. ?A qu¨¦ se refiere con una visi¨®n val¨®rica lejana a la secularizaci¨®n de la sociedad?
R. Sobre todo en lo referente a la autonom¨ªa de la mujer, donde no se producen avances y se trata de manera conservadora. En general, el texto presenta una actitud defensiva frente a una sociedad que es cada vez m¨¢s liberal.
P. ?Le concede algunos aspectos de mejora respecto de la Constituci¨®n vigente?
R. Existen algunos aspectos en que se dan pasos adelante respecto a lo existente como se?alar lo del Estado Social, en la modernizaci¨®n del Estado, en materia de descentralizaci¨®n y en algunos aspectos del sistema electoral, pero no alcanza a producir un texto equilibrado y consensual como s¨ª lo hac¨ªa el texto preparado por los expertos.
P. ?Qu¨¦ buscan las derechas y, en especial, el Partido Republicano, de la derecha radical, al presentar un texto como el que usted caracteriza?
R. Es claro que busca desarrollar una cierta hegemon¨ªa en las ideas e inclinar el campo de juego en su favor con vistas a las elecciones pol¨ªticas. Eso es observable en todos los movimientos y partidos de extrema derecha y en los partidos de extrema izquierda en los pa¨ªses democr¨¢ticos de todo el mundo. No pueden romper con las reglas democr¨¢ticas, pero s¨ª tensionarlas y debilitar las fuerzas moderadas de ambos sectores, subordin¨¢ndolas. A eso ayuda la fase triste de la globalizaci¨®n que actualmente atravesamos no solo en Chile, sino en el mundo entero, que se encandila con soluciones simples y rudas frente a problemas complejos.
P. ?Usted, entonces, va a votar En contra?
R. Si no sucede una iluminaci¨®n de ¨²ltima hora, un repensamiento de los consejeros en una direcci¨®n consensual, me inclinar¨¦ por no aprobar.
P. Con el rechazo, usted, un hombre de centroizquierda, se instala en la misma posici¨®n que los polos: parte de la derecha m¨¢s extrema que no quiere una nueva Carta Fundamental y la extrema izquierda, como el Partido Comunista, que quiere rechazar para un tercer intento constituyente. ?No le incomoda?
R. En verdad yo no me instalo en ninguna parte que no sean mis convicciones. En el proceso anterior disent¨ª con muchos amigos y coincid¨ª con adversarios por razones que creo que eran v¨¢lidas y la vida lo demostr¨®. Es posible que ahora pase lo mismo, vale decir: no, no me incomoda. Que se incomoden los que ayer dec¨ªan que el conjunto de cambios que se le hizo a la Constituci¨®n del 80 no la cambiaban en nada y hoy dicen que la cambiaron en mucho, como han dicho algunos dirigentes de la izquierda radical.
P. Para usted, ?la Constituci¨®n vigente, entonces, es la de Lagos de 2005?
R. La Constituci¨®n vigente tiene su origen en 1980 y despu¨¦s se le hicieron muchas reformas importantes que la hicieron m¨¢s democr¨¢tica. Sin duda, las m¨¢s importantes fueron las realizadas por el presidente Lagos. Sin embargo, es claro que esa Constituci¨®n necesita cambios. En el caso que no sea aprobado el texto en diciembre, se tendr¨¢n que buscar las f¨®rmulas para que esos cambios sean realizados.
P. ?Cu¨¢les son las consecuencias de un segundo fiasco constitucional?
R. Es verdad que un segundo fracaso ser¨¢ un fiasco y dejar¨¢ estupefacto a m¨¢s de un observador. Deber¨ªan haberlo pensado quienes nos llevaron a esta situaci¨®n.
P. ?No teme que, si fracasa este segundo intento de nueva Constituci¨®n, Chile comience un per¨ªodo de inestabilidad pol¨ªtica?
R. Tampoco estamos tan estables que digamos, pero no creo que esa inestabilidad aumente de manera exponencial. Las cosas en t¨¦rminos econ¨®micos y sociales no andan bien, como en todo el mundo, y ello hace m¨¢s necesario que nunca no expandir los niveles de conflicto en Chile. Me inclino por pensar que sea cual sea el resultado, las fuerzas pol¨ªticas est¨¢n obligadas a buscar acuerdos que favorezcan la paz social. Las asambleas constitucionales que algunos proponen para armar m¨¢s rosca con ce?o adusto y combativo son bobadas sin principio de realidad.
P. Las derechas, incluso la tradicional y sus figuras fundamentales, como Evelyn Matthei, empujan que se apruebe. ?C¨®mo se explica las fuerzas intestinas en la actual oposici¨®n chilena??Qu¨¦ est¨¢ ocurriendo all¨ª?
R. Creo que Chile Vamos [de la derecha tradicional] y tambi¨¦n el oficialismo pudieron hacer mucho m¨¢s y mejor, escuchando tambi¨¦n voces sensatas y a sectores moderados emergentes para lograr un texto aceptable que reflejara una gran mayor¨ªa, pese a lo dif¨ªcil de la correlaci¨®n de fuerza. En la actuaci¨®n de la centroderecha cl¨¢sica respecto a Republicanos, veo una cierta repetici¨®n del s¨ªndrome de la centroizquierda hace algunos a?os cuando alucin¨® con la izquierda radical. Suele pagarse caro. La recuperaci¨®n toma tiempo.
P. Existen altas probabilidades de que se rechace, a juzgar por las encuestas a siete semanas del plebiscito. En este caso, ?cu¨¢les son las consecuencias que tendr¨¢ este proceso para la pol¨ªtica chilena, al margen del resultado del 17 de diciembre?
R. No s¨¦ c¨®mo evolucionar¨¢ la opini¨®n p¨²blica, sabemos que es vol¨¢til. Las dos posibilidades existen, pero yo no creo que suceda nada muy dram¨¢tico. No est¨¢ en juego un cambio de sistema propiamente tal como la vez anterior. Creo que en ambos casos, sin embargo, ser¨¢ necesario parar la mano y buscar mejores acuerdos a trav¨¦s de instrumentos reformadores que generen consonancia y que ayuden al pa¨ªs a retomar su avance econ¨®mico, social y securitario ante los requerimientos de la gente, que harto lo necesita.
P. Finalmente, ?c¨®mo impactar¨¢ el resultado del refer¨¦ndum en el actual Gobierno de Boric?
R. Se podr¨ªa decir que tendr¨ªa una sensaci¨®n de empate si fuera rechazado y de derrota si fuera aprobado . Pero es pensar livianamente, no poniendo en el centro los intereses del Estado. Creo que el presidente ha aprendido, aunque de pronto tropieza, en poner cada vez m¨¢s por delante los intereses del pa¨ªs y espero que act¨²e en consecuencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.