Pablo Aguilera, 60 a?os de ¨¦xito en la radio: ¡°Las mujeres chilenas son generosas. Los hombres regalan porquer¨ªas baratas¡±
El locutor, responsable a los 83 a?os del programa m¨¢s escuchado de la ma?ana durante casi cuatro d¨¦cadas, analiza los cambios de sus oyentes
Chile lleva seis d¨¦cadas escuchando la inconfundible voz de Pablo Aguilera (83 a?os, Colb¨²n). A mediados de los ochenta, rompi¨® todos los esquemas de la FM y abri¨® el micr¨®fono a sus oyentes para que contasen en vivo y en directo sus problemas. Hab¨ªa cultivado un s¨¦quito de seguidores en la AM ¨Csobre todo mujeres¨C que lo acompa?aron en su in¨¦dito experimento en la radio Pudahuel. En seis meses, La Ma?ana de Pablo Aguilera se convirti¨® en lo m¨¢s escuchado. El liderazgo contin¨²a hasta hoy, 37 a?os despu¨¦s, con un p¨²blico predominantemente femenino que lo llama cada d¨ªa para desahogarse desus temas m¨¢s personales y escuchar sus consejos. Las mujeres han cambiado y de paso lo han cambiado a ¨¦l, reconoce.
Aguilera, franco y jovial, atiende la entrevista en su oficina decorada con fotograf¨ªas en las que se lo ve acompa?ado de pesos pesados de la canci¨®n. Los retratos de unos jovenc¨ªsimos Enrique Iglesias, Shakira, Luis Miguel, Cristian Castro son testimonio de su vasta trayectoria. Tambi¨¦n cuelgan im¨¢genes en las que posa junto a presidentes de Chile. En la del mandatario Gabriel Boric, eso s¨ª, no aparece ¨¦l. S¨ª lo hace su hija, Ximena Aguilera, cuando asumi¨® como ministra de Salud. Ella es una de sus seis hijos, que ahora ¡°son mayores que ¨¦l¡±, dice entre risas.
Callejero confeso, se desplaza en moto por la ciudad. Durante la pandemia se sent¨ªa enjaulado y llamaba a la oficina para que le permitiesen regresar. Quer¨ªa salir de casa para ir a trabajar¡ a su otra casa, la radio Pudahuel, en el municipio de Providencia. Ah¨ª guarda varios de los 70 cuadernos donde tiene apuntados todos los nombres y tel¨¦fonos de quienes han llamado alguna vez al legendario programa. A veces, es ¨¦l quien las llama. Se pregunta c¨®mo habr¨¢ resuelto un problema tal oyente y lo averigua por si mismo. Porque aunque ha construido su ¨¦xito como locutor radial, sigue siendo periodista de profesi¨®n. Y con mucho orgullo.
Pregunta. Despu¨¦s de d¨¦cadas escuchando sobre todo a las mujeres chilenas, ?c¨®mo han cambiado?
Respuesta. Ha habido una evoluci¨®n tremendamente importante. Me acuerdo la primera vez que pregunt¨¦: ?qui¨¦n de ustedes, auditoras, ha enga?ado a su marido? Don Joaqu¨ªn [Blaya, fundador de radio Pudahuel] me fue a decir que no me iba a llamar nadie, pero el tel¨¦fono se llen¨® de respuestas. Uno se daba cuenta de que hab¨ªa una tremenda ansiedad de comunicaci¨®n y como era radio, pod¨ªa ser an¨®nimo -yo nunca doy el nombre si ellas no quieren decirlo, pero los anoto-. Se atrev¨ªan a hablar, aunque con timidez, pero esto ha ido evolucionando cada vez m¨¢s. Hoy d¨ªa la mujer chilena est¨¢ totalmente empoderada.
P. ?En qu¨¦ lo nota?
R. Critican a los hombres. Yo mismo me fui educando con las auditoras. Pas¨¦ de ser tremendamente machista, a ser machista, pero bastante menos, sin el tremendamente. Primero me empec¨¦ a dar cuenta de que la mujer era m¨¢s inteligente que el hombre, a trav¨¦s de las historias que me iban contando. Despu¨¦s me di cuenta de que a lo mejor no era que fueran m¨¢s inteligentes, sino que ten¨ªan una sensibilidad distinta. La sensibilidad femenina es bien especial. Se dan cuenta cuando uno va a meter las patas [equivocarse] en un negocio o cuando un amigo no es verdadero y te puede enterrar el pu?al por la espalda. Lo intuyen, tienen esa sabidur¨ªa. Todas esas cosas que eran como parte de un espect¨¢culo normal para uno, al escuchar a la gente lo vas descubriendo de otra forma.
P. Y los problemas que le comentan, ?han cambiado?
R. No, yo creo que eso no cambia. Yo creo que la mujer, superior en inteligencia emocional, tiene un solo problema: cuando se enamora, suena [comete un gran error]. Hasta ese momento son m¨¢s inteligentes, pero se enamoran y ah¨ª no responden. Y si el objeto del cual se enamoran en un pastel [que comete una y otra equivocaci¨®n], se van a empastelar [problema tras problema] por mucho tiempo, hasta que de repente se les cae la chaucha [entienden]. Pero ah¨ª ya suenan [est¨¢n definitivamente en problemas]. Quiz¨¢ la diferencia con el hombre es que ellos son siempre m¨¢s apretados [ego¨ªstas] que la mujer, porque la mujer es tremendamente generosa, a nivel afectivo y a nivel econ¨®mico. Y empieza a malcriar a su pareja, le hace regalos costosos. El hombre o no hace regalos porque se hace el tonto o regala porquer¨ªas baratas. Pero, en el fondo, los seres humanos tenemos muchas debilidades en la parte sentimental.
P. ?Y qu¨¦ diferencias ve entre las mujeres j¨®venes que lo llaman y las m¨¢s grandes?
R. Hay bastante diferencia. La mujer joven no tiene problemas en la sexualidad, de relacionarse con un hombre o con otra mujer y te lo dicen abiertamente, entonces uno les pregunta ?t¨² eres lesbiana? Y te dicen que no, aunque hayan contado que tuvieron algo con una amiga en una fiesta. Esa cuesti¨®n yo creo que a una persona m¨¢s adulta le puede desconcertar, si tiene hijos, si tiene nietos, sobrinos¡ La sexualidad en la gente joven yo creo que ha cambiado totalmente.
P. ?Y usted se ha curado de espanto con el micr¨®fono abierto?
R. (Risas) Claro, pero al final tratas de entender que lo m¨¢s importante en la vida es la felicidad de la persona y si la felicidad est¨¢ en alguien de su propio sexo o de compartir con uno y con otro, est¨¢ bien que la juventud sea m¨¢s libre. No s¨¦ qu¨¦ va a pasar con la familia, va a haber un nuevo ordenamiento global, social. Pero yo creo que lo que postula la gente en este momento es ser feliz.
P. ?Es dif¨ªcil ser comunicador en estos tiempos?
R. Claro que es dif¨ªcil. Pero yo no leo los comentarios en internet. Y es s¨²per sano psicol¨®gicamente. Nunca me cuestiono por comentarios que pongan sobre m¨ª ni negativos ni positivos.
P. Escuchando tanto problema amoroso durante d¨¦cadas, ?c¨®mo ha sido para usted a puerta cerrada?
R. Esto de casa de herrero cuchillo de palo es una verdad inamovible. Uno predica, predica, pero poco es lo que practica.
P. De todos estos cambios que ha visto, ?hay algo que mire con nostalgia?
R. S¨ª, el papel y el l¨¢piz. La tecnolog¨ªa moderna supuestamente tiende a facilitarte la vida. Si t¨² escarbas un poco, sin embargo, te la dificulta. Por ejemplo, en la ma?ana, abro mi computador para decir las menciones [los auspiciadores del programa] y tengo que pasar por cuatro pasos distintos. Antes te las entregaban en un papel.
P. ?Qu¨¦ opina de la m¨²sica actual?
R. En general la m¨²sica es buena o es mala. Puede ser actual o de ayer. T¨² escuchas una canci¨®n y te das cuenta de inmediato, aunque es bien subjetivo, por supuesto. De la m¨²sica actual, hay una tendencia a cantar como en susurro, especialmente las mujeres e incluso los hombres est¨¢n cantando con voz de pito. Pero si lo hacen bien, arm¨®nicamente, cumplen un objetivo. Sinatra para m¨ª es la voz m¨¢s maravillosa que ha habido en el mundo hasta el momento. A lo mejor en esta ¨¦poca no habr¨ªa tenido el ¨¦xito que tuvo antes. Uno escucha al colombiano Camilo y tiene voz de ni?ita, pero lo hace arm¨®nicamente y logra comunicarse con la gente. Yo creo que es el valor que tiene.
P. ?Hay alguno que le guste?
R. Mon Laferte. Excelente. Marco Antonio Sol¨ªs. Es bien populachero, pero ha logrado engancharse con el p¨²blico perfectamente bien. Michael Bubl¨¦ lo encuentro genial, a pesar de que imita a Sinatra, pero tiene una musicalidad extraordinaria. David Bisbal es una voz privilegiada, tipo Nino Bravo. Arjona, que es bien pesadote y esa voz que tiene, pero la poes¨ªa que maneja es genial.
P. ?Y cuando lee las noticias del Gobierno, algunas malas, se pone nervioso, por su hija ministra?
R. Hay harta preocupaci¨®n, por supuesto. Mi hija desde cabra chica [ni?a] ha sido s¨²per inteligente, destacada, no es militante adem¨¢s. Desde el primer momento le dije: ¡°Gratuitamente se meti¨® en las patas de los caballos [en problemas]¡±, porque en un Gobierno como el que tenemos ahora, que hay 80 partidos distintos... es diferente a tener una coalici¨®n como la que hab¨ªa antes, donde era m¨¢s ordenado. Me daba cuenta de que iba a ser dif¨ªcil, pero al mismo tiempo existe el orgullo de que un hijo tuyo llegue a ser ministro, indudablemente. Un puesto importante, o sea, como culminar una carrera. No me cabe la menor duda que despu¨¦s va a volver a lo que a ella le gusta, que es la docencia en la universidad. Por ese lado estoy tranquilo.
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