Camila Vallejo: ¡°Nos guste o no el resultado del plebiscito, se cierra el proceso constitucional y eso fija certezas en Chile¡±
La ministra portavoz del Gobierno de Boric analiza Chile a cinco semanas del refer¨¦ndum. ¡°Si en pol¨ªtica vamos con el ojo por ojo, todos nos quedaremos ciegos¡±, dice sobre el rol de la oposici¨®n anterior y la actual
La ministra portavoz del Gobierno de Gabriel Boric, Camila Vallejo (35 a?os, Santiago), recibe a EL PA?S a solo cinco semanas del plebiscito que definir¨¢ el destino de la nueva propuesta de Constituci¨®n, en un proceso protagonizado por las derechas. Es el segundo intento tras el fracaso del primero, donde un 62% de la ciudadan¨ªa lo ech¨® abajo, en septiembre de 2022, en un proceso liderado por las diferentes izquierdas. La concede en su oficina de La Moneda, de donde justamente sale el mandatario. Aunque militan en partidos distintos ¨C¨¦l en el Frente Amplio y ella en el Partido Comunista¨C, el presidente la define como su ¡°compa?era de ruta¡±. Llevan 19 meses en el poder y les quedan dos a?os y poco m¨¢s de mandato.
Pregunta. ?C¨®mo est¨¢ Chile?
Respuesta. Chile se est¨¢ recuperando, avanzando. Ha sido un per¨ªodo muy convulso y nos estamos volviendo a levantar. Ni nosotros ni nuestro pa¨ªs podemos caer en la autocomplacencia porque tenemos muchos asuntos pendientes, pero podemos enfrentarlos con un ¨¢nimo distinto, a prop¨®sito de la experiencia reciente.
P. ?Se refiere a la organizaci¨®n de los Juegos Panamericanos (la aprobaci¨®n del presidente subi¨® cuatro puntos, al 37%, tras el evento)?
R. Un gran ejemplo son los Panamericanos. Puede parecer clich¨¦, pero, cuando decimos que si jugamos en equipo podemos obtener grandes triunfos, es real. El mundo privado con el Estado nos pusimos las pilas, trabajamos en equipo, y logramos sacar adelante estos juegos, junto a una sociedad civil involucrada que llen¨® los estadios. Por la evidencia, a pesar de las diferencias pol¨ªticas, cuando ponemos en el centro objetivos muy claros, centrados en las personas, salen cosas adelante. Cuando no ¨Csi caemos en la utilizaci¨®n pol¨ªtica y en la guerra de trincheras¨C nadie gana: ni el Gobierno, ni el Parlamento, la oposici¨®n ni la gente.
P. ?Es realista pensar que en la pol¨ªtica chilena hoy se pueda jugar en equipo? Pareciera que no est¨¢ el horno para bollos.
R. Hay dos caminos: o decimos que no est¨¢ el horno para los bollos o c¨®mo preparamos el horno para los bollos. Y nosotros estamos en la l¨ªnea de insistir que, ante la fragmentaci¨®n social y pol¨ªtica, la respuesta para avanzar es mayor cohesi¨®n, unidad, trabajo en equipo. El s¨¢lvese quien pueda es el fracaso absoluto de todos y todas.
P. ?Lo que hace es un llamamiento a la oposici¨®n?
R. Es un llamado a todos. A la oposici¨®n, obviamente, porque esto no hay que pensarlo solamente respecto de un per¨ªodo de Gobierno. Si no somos capaces de sacar adelante la reforma de pensiones para aumentarlas ahora y construir un sistema de mayor seguridad social para las personas, si no somos capaces de hacer avanzar el pacto fiscal, puede ser una derrota circunstancial para el Gobierno. Pero lo m¨¢s importante es que ser¨ªa una derrota para la gente y un tema pendiente que seguir¨¢ causando mucho malestar a la poblaci¨®n, que le rebotar¨¢ a los siguientes gobiernos y, lo peor, a la institucionalidad democr¨¢tica.
P. Ustedes fueron una oposici¨®n dura con la Administraci¨®n anterior (Sebasti¨¢n Pi?era, 2018-2022).
R. Tras el estallido social de 2019 todos tenemos que sacar aprendizajes. El estallido cambi¨® las perspectivas. A partir del estallido, el centro estuvo en ponernos de acuerdo en temas que antes nos distanciaban profundamente. Sin perjuicio de que la cr¨ªtica a las violaciones a los derechos humanos no la vamos a dejar de sostener, aunque nos digan que fuimos muy cr¨ªticos respecto de eso. Pero s¨ª defendemos la necesidad de que tras el estallido seamos capaces de mirar las cosas de manera distinta en la pol¨ªtica y no caer en la l¨®gica de la vendetta.
P. ?A qu¨¦ se refiere?
R. Uno puede respetar las cr¨ªticas de la actual oposici¨®n respecto a nuestro rol en la oposici¨®n de su momento, pero la pregunta que uno tiene que hacerse frente a esa cr¨ªtica es si eso les da derecho a ser igual o peor que nosotros. Si en pol¨ªtica vamos con el ojo por ojo, todos nos vamos a quedar ciegos. Y nuevamente quienes pierden son las personas, la democracia, las instituciones.
P. De alguna forma usted le pide a la derecha que no cometa los mismos errores que cometieron ustedes siendo oposici¨®n.
R. Si ellos consideran que nosotros cometimos errores siendo oposici¨®n, lo que uno esperar¨ªa es que ellos no repitieran esos mismos errores. Porque entrar a discutir si fueron errores o no...Hay cosas que s¨ª. Probablemente en el tono del debate hubo momentos muy ¨¢lgidos, pero el tema central al final es: ?ellos quieren repetir la misma historia o quieren que el pa¨ªs evolucione y evolucionemos en conjunto en la forma de hacer pol¨ªtica? Uno echa de menos esa evoluci¨®n en algunos sectores.
P. El presidente Boric, al recibir la nueva propuesta de Constituci¨®n el lunes, dijo que ¡°Chile debe decidir si esta es una propuesta que nos une¡±. ?Cu¨¢l es el mensaje?
R. M¨¢s all¨¢ de que el presidente respeta su rol y su responsabilidad desde la instituci¨®n presidencial frente a un proceso que tiene que ser de todos y todas, y de la importancia de que el Ejecutivo promueva una campa?a informativa y que la gente pueda acceder al sufragio de manera informada, el gran desaf¨ªo que nos plante¨® el plebiscito de septiembre de 2022 era si ¨ªbamos a ser capaces o no de tener una Constituci¨®n que uniera al pa¨ªs y que representara a Chile en su diversidad. Eso no se vio reflejado ahora en c¨®mo se dio la propuesta y es un dato de la causa por c¨®mo se dio la votaci¨®n [el texto fue apoyado en el pleno del Consejo Constitucional por los 33 votos de las derechas y rechazada por los 17 del oficialismo], por los acuerdos que no se dieron. Pero ser¨¢ la ciudadan¨ªa la que tenga la palabra final que se va a expresar en el voto.
P. La primera propuesta tampoco era un texto que uniera y, sin embargo, el Gobierno abiertamente estaba por aprobarla.
R. No el Gobierno. Tuvimos posiciones como ciudadanos y, cuando nos preguntaron, nos manifestamos frente a lo que cre¨ªamos que era una oportunidad hist¨®rica, pero la ciudadan¨ªa fue la que determin¨® qu¨¦ es lo que quer¨ªa realmente [lo rechaz¨® por un 62%]. Por eso la gente tiene que decir si esta propuesta va a cumplir con eso que demandaba. No se trata del Gobierno, sino del pueblo de Chile, que tendr¨¢ que expresarse en las urnas el 17 de diciembre a partir del aprendizaje que hubo en la experiencia anterior.
P. Y como ciudadana, ?va a marcar A favor o En contra?
R. Nosotros estamos hoy d¨ªa con prescindencia total.
P. Hablando del proceso anterior, que usted define como ¡°oportunidad hist¨®rica¡±, el analista Alfredo Joignant escribi¨® que ¡°un m¨ªnimo de honestidad obliga a reconocer que todas las izquierdas, cada una a su manera, se farrearon la ventana de oportunidad que fue abierta por el estallido social¡± y ¡°es en las izquierdas en quienes hay que buscar el responsable principal de todo este bochorno¡±. ?Qu¨¦ opina?
R. Hay que esperar el resultado del 17 de diciembre para saber si fracasa lo que fracasa y de qui¨¦n es la responsabilidad de ese fracaso. Me cuesta mucho adelantarme a eso.
P. De aprobarse un texto conservador o de rechazarse y que se mantenga vigente la Constituci¨®n actual, ser¨¢ una mala noticia para las izquierdas.
R. Una mala noticia para el pa¨ªs. Evidentemente, si nuestro pa¨ªs determin¨® que quer¨ªa una nueva Constituci¨®n y eso est¨¢ todav¨ªa en ascuas, no sabemos si se lograr¨¢ o no... Pero las razones de por qu¨¦ se logre o no se logre van a ser parte del an¨¢lisis post 17 de diciembre.
P. No coincide, entonces, con el an¨¢lisis de la responsabilidad de la izquierda.
R. Yo creo que en el mundo de izquierda y progresista, obviamente hubo responsabilidad en el primer proceso constitucional. Pero el segundo proceso que tenemos ahora fue un acuerdo transversal. Entonces lo que digo es que obviamente en el primer proceso nos farreamos esa oportunidad. Hab¨ªa que habilitar una segunda oportunidad para el pa¨ªs, y esa segunda chance se dibuj¨® de manera transversal, no solo por la izquierda.
P. ?Es de las que cree que, de rechazarse la nueva propuesta de Constituci¨®n, aumentar¨ªa la incertidumbre en Chile?
R. No, yo creo que sea cual sea el resultado, nos guste o no nos guste, se cierra un proceso al menos en el corto y mediano plazo y eso fija certezas en Chile. Es claro lo que tenemos al d¨ªa siguiente en materia de debate constitucional. Y lo que da m¨¢s certezas en nuestro pa¨ªs es que los grandes temas que hoy est¨¢n trabados en el Parlamento van a poder destrabarse o no: el tema impositivo, de pensiones.
P. Y de rechazarse quedar¨ªa vigente un texto que, como dijo el presidente Boric, fue redactado por cuatro generales a puerta cerrada. Habiendo tenido la oportunidad de cambiarla.
R. Eso lo ha dicho el presidente, como tambi¨¦n ha hablado de todo el proceso que ocurri¨® despu¨¦s. Sabemos que el origen de la Constituci¨®n actual es de la dictadura, pero que hubo reformas, que es necesario cambiarla, pero la ciudadan¨ªa tiene que determinar si la propuesta es mejor, peor o lo mismo. Obviamente que los procesos democr¨¢ticos son avances para un pa¨ªs. Ahora, una cosa es el proceso y otra es lo que implica la propuesta -el contenido- y eso lo define la gente.
P. ?Qu¨¦ ha significado en lo pol¨ªtico y personal para usted el Caso Convenios [que ha impactado sobre todo en el oficialismo], que ha sido catalogado de corrupci¨®n desde el mismo Gobierno?
R. Una rabia tremenda, en primer lugar. Los esfuerzos humanos que hay detr¨¢s de sacar adelante un programa de Gobierno, con todas las dificultades que hay, toda la gente que dedica muchas horas de su vida para que esto funcione. Y, de repente, viene un grupo de personas que comete errores y delitos probablemente -eso lo tiene que determinar la justicia- o actos re?idos con la probidad y echa atr¨¢s tantos avances. Eso da rabia. En segundo lugar, obviamente que fue un golpe muy duro para el Gobierno. Y nos tomamos muy en serio ese momento y todav¨ªa lo enfrentamos con mucha seriedad y responsabilidad. Pero tambi¨¦n ha sido una oportunidad para mejorar.
P. ?Una oportunidad?
R. A prop¨®sito del caso Democracia Viva se vislumbr¨® toda la brecha institucionalidad que existe en la modalidad de transferencias de recursos para campamentos con fundaciones sin fines de lucro. Y gracias a eso estamos hoy en d¨ªa con los resultados de la Comisi¨®n Jaraquemada, tenemos modificaciones a la ley de Presupuestos. El gran debate es cu¨¢nto el mayor control que estamos incorporando nos puede debilitar o no la capacidad de ejecuci¨®n de los gastos y es el equilibrio que tenemos que lograr mantener. Es cerrar un c¨ªrculo complejo, pero necesario. Porque el origen de esto lo pensaron en el Gobierno anterior [de Pi?era] para flexibilizar y agilizar la ejecuci¨®n de gastos y terminamos generando estas brechas institucionales que se prestaron para actos de corrupci¨®n.
P. Que haya un dise?o institucional determinado no implica que haya corrupci¨®n ni actos re?idos con la ¨¦tica. En el Gobierno anterior no tiene estos casos.
R. Ahora apareci¨® uno. Se empez¨® a ejecutar en el ¨²ltimo a?o de Gobierno, pero eso se tendr¨¢ que investigar. Yo no voy a hablar de las intenciones, sino de cuando parti¨® esta modalidad. Es un dise?o institucional sin mucho control central ¨Cpoco y nada¨C, reglas laxas, que permite la discrecionalidad y que algunos vieron como una oportunidad para mal utilizar ese espacio. No es un tema de interpretaci¨®n, es la realidad y est¨¢ en el informe de la Contralor¨ªa, de cu¨¢ndo parte este modelo de traspaso de recursos a fundaciones sin fines de lucro, que efectivamente parte en el Gobierno anterior. Y otra cosa es qui¨¦nes, c¨®mo y cu¨¢ndo aprovecharon esa brecha institucional para defraudar.
P. Y eso es lo que sucede, sobre todo, en este Gobierno [con fundaciones ligadas al oficialismo].
R. Sucedi¨® con Democracia Viva, con este otro caso que le nombro y el resto est¨¢ en el Ministerio P¨²blico, efectivamente.
P. Estas cosas siempre terminan mal: producen desangramiento al Gobierno, la oposici¨®n pide cabezas, y finalmente, hay que sacar ministros. ?Por qu¨¦ se fue Giorgio Jackson y no el ministro de Vivienda, Carlos Montes, que est¨¢ en situaci¨®n igualmente compleja pol¨ªticamente?
R. Contra el ministro Jackson se cometi¨® una injusticia tremenda porque se le imputaron delitos que no hab¨ªa cometido de manera bien injuriosa. Y lo que est¨¢ pasando hoy d¨ªa con el ministro Montes era muy predecible, no me sorprende que dada la oportunidad que da el informe de la Contralor¨ªa se quiera nuevamente ir a la discusi¨®n de pedir cabezas y no del fondo del asunto, que tiene que ver con la agenda en materia legislativa que tienen que sacar adelante los mismos parlamentarios.
P. Usted recordaba de los Panamericanos y hubo un grupo de deportistas cubanos que prefirieron quedarse en Chile y no regresar a Cuba con su delegaci¨®n. ?Por qu¨¦ j¨®venes cubanos deciden desertar?
R. No es mi rol interpretar los motivos que tienen las 4.000 personas que al a?o pide refugio en Chile.
P. Desde su partido, el PC, lo explicaron como un asuntos de escasez por el bloqueo de Estados Unidos, pero esa interpretaci¨®n desconoce problemas pol¨ªticos y de derechos humanos en Cuba.
R. Es que no puedo saber lo que hay detr¨¢s de las razones. Los partidos pueden opinar, pero yo no hablo a nombre del Partido Comunista, sino como ministra de Estado.
P. Como ciudadana, pol¨ªtica y ministra, ?reconoce que hay problemas de derechos humanos en Cuba?
R. No me cabe interpretar como ministra las razones que hay detr¨¢s de quienes solicitan refugio, porque las desconozco.
P. ?Cu¨¢nto ha cambiado el presidente y usted en estos 19 meses en el Gobierno?
R. ?l ha tenido -desde antes de ser presidente- una tremenda evoluci¨®n humana, que le ha dado el ejercicio de la pol¨ªtica y el trabajo en el Gobierno. Y yo, yo estoy muy contenta con mi trabajo, a pesar de que es dif¨ªcil. Me gusta mucho estar donde estoy y sentir que puedo colaborar en un proyecto colectivo.
P. Siempre lo niega, pero usted es pol¨ªtica y resulta dif¨ªcil creer que no quiera alguna vez la presidencia.
R. ?Por qu¨¦ es tan obvio que un pol¨ªtico o una a persona quiera ser presidenta? No hay cargo m¨¢s dif¨ªcil y bajo presi¨®n que tener la primera autoridad de un pa¨ªs.
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