Porque la evidencia s¨ª importa: g¨¦nero y profesi¨®n legal como caso de estudio

¡°Es que no hay mujeres capacitadas¡±. Esa es una respuesta frecuente frente a la cr¨ªtica de la falta de mujeres en seminarios o en posiciones de liderazgo. Un intento de soluci¨®n ha sido la creaci¨®n de listados de mujeres profesionales, de manera de visibilizar talento y aportar en el desarrollo de nuevas redes de contacto. Esta soluci¨®n, sin duda r¨¢pida, es un buen recurso en la medida que no impida un an¨¢lisis m¨¢s profundo de por qu¨¦ todav¨ªa existen pocas mujeres en posiciones de liderazgo y por qu¨¦ la brecha salarial sigue siendo una deuda pendiente en nuestro pa¨ªs.

La profesi¨®n legal es un buen caso de an¨¢lisis. Seg¨²n el Informe de la International Bar Association (IBA) 2023, en que se analiza Chile como caso de estudio, si bien las mujeres hoy son mayor¨ªa en el estudio del Derecho (este a?o el 55% de la matr¨ªcula nacional corresponde a estudiantes mujeres), s¨®lo el 34% de las posiciones de liderazgo est¨¢n siendo ocupadas por abogadas. El estudio muestra que, a pesar de que las mujeres ingresaron masivamente a la profesi¨®n legal hace ya varios a?os, en los estudios jur¨ªdicos, por ejemplo, el n¨²mero de socias mujeres asciende s¨®lo al 24%.

Estas brechas se mantienen incluso despu¨¦s de la pandemia, en que muchas organizaciones introdujeron cambios en flexibilidad de las modalidades de trabajo que apuntan hacia un mejor equilibrio entre la vida profesional y familiar. Asimismo, como muestra la IBA, la gran mayor¨ªa de las organizaciones han introducido iniciativas para fomentar el liderazgo y el desarrollo de carrera de las abogadas.

Como muestran los resultados del estudio Para cambiar, hay que conocer, elaborado por LEAS-UAI, la Facultad de Derecho UAI y el Equality Action Center (UCSF, Estados Unidos), midiendo lo que sucede en estudios jur¨ªdicos y gerencias legales, muchas de las experiencias que se viven en distintos ¨¢mbitos durante los primeros per¨ªodos del desarrollo profesional pueden impactar en la llegada a puestos de liderazgo. Es aqu¨ª en que tener evidencia sobre los sesgos de g¨¦nero en la profesi¨®n legal permite entender lo que sucede al medir la cantidad de mujeres en posiciones senior. Porque est¨¢ comprobado que incluso porcentajes reveladores de sesgos que podr¨ªan considerarse menores tienen, en el tiempo, un efecto acumulativo dram¨¢tico.

Algunos ejemplos. Las abogadas chilenas afirman con mucha mayor intensidad (diferencia de 24 puntos porcentuales) que tuvieron que trabajar el doble para obtener el mismo nivel de reconocimiento que sus colegas o que la gente daba por sentado que estaban menos calificadas, aunque tuvieran las mismas credenciales. Lo mismo respecto a que se les interrumpe m¨¢s que a sus colegas hombres o que tienen que ser la mejor amiga de todos para salir adelante. Asimismo, existe evidencia de que el estereotipo de la mujer amable y servicial tiene impacto en la oficina: las abogadas reportan, con una diferencia de 15 puntos porcentuales, realizar a menudo trabajos dom¨¦sticos de oficina (organizar la fiesta de fin de a?o o eventos de despedidas), aun cuando estos trabajos no son parte de las evaluaciones que permiten avanzar en la carrera.

La percepci¨®n sobre los impactos de la maternidad sigue siendo el sesgo m¨¢s persistente para el desarrollo profesional. La crianza sigue siendo vista como una obligaci¨®n femenina y son las abogadas quienes cargan con un mayor detrimento profesional por ello. Las mujeres, con 26 puntos porcentuales de diferencia de los hombres, declaran que la percepci¨®n de sus colegas sobre su competencia y sus compromisos cambi¨® cuando tuvieron hijos.

Estos dos estudios recientes demuestran que a¨²n existe mucho camino por recorrer para no s¨®lo ver m¨¢s mujeres en posiciones de liderazgo, sino tambi¨¦n para abordar lo que sucede en las experiencias cotidianas de la vida profesional, que termina impactando en temas tan concretos como remuneraciones y ascensos. Por supuesto, lo que sucede en la profesi¨®n legal se repite en muchas otras carreras y ¨¢mbitos. La evidencia da cuenta de que sin datos y sin consciencia de la persistencia de los sesgos, estas pr¨¢cticas cotidianas se perpet¨²an en el tiempo conllevando la p¨¦rdida de talento. Y esa es una p¨¦rdida que no debi¨¦ramos permitirnos en nuestro pa¨ªs.

Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Chile y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.