?Y despu¨¦s de dos a?os, qu¨¦?
En el caso de Bachelet y de Boric, la popularidad fue confundida con capacidad de liderazgo y de conducci¨®n de un Gobierno de (dos) coalici¨®n (es)
Han transcurrido dos a?os desde que Gabriel Boric asumiera el actual Gobierno. Muy pocos son los logros que se pueden exhibir por parte de una Administraci¨®n que hab¨ªa propuesto impulsar transformaciones estructurales profundas, en una serie de ¨¢mbitos como salud, educaci¨®n, previsi¨®n, relaciones laborales, junto con modificar las bases de nuestra ins...
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Han transcurrido dos a?os desde que Gabriel Boric asumiera el actual Gobierno. Muy pocos son los logros que se pueden exhibir por parte de una Administraci¨®n que hab¨ªa propuesto impulsar transformaciones estructurales profundas, en una serie de ¨¢mbitos como salud, educaci¨®n, previsi¨®n, relaciones laborales, junto con modificar las bases de nuestra institucionalidad pol¨ªtica. Es cierto, a lo largo de 2023 logr¨® aumentar el salario m¨ªnimo, favoreciendo a trabajadores que poseen contrato y empleo estable, sin que ello se viera reflejado en el poder adquisitivo de los hogares chilenos debido al fen¨®meno de la inflaci¨®n. De manera simult¨¢nea, se aprob¨® el proyecto de reducci¨®n a 40 horas de la jornada laboral, el cual cont¨® con la venia del gran empresariado que lo vio como una nueva oportunidad para introducir flexibilidades en las relaciones contractuales. Con excepci¨®n de la primera iniciativa, el proyecto de las 40 horas fue el producto de una moci¨®n parlamentaria presentada en 2019, meses antes del estallido social.
Desde sus inicios, en marzo de 2022, el Gobierno mostr¨® s¨ªntomas de debilidad y escasa efectividad en la toma de decisiones. No fue capaz de definir una agenda legislativa y propuestas de pol¨ªtica p¨²blica para implementar en lo inmediato. Por el contrario, decidi¨® condicionar su agenda al ¨¦xito del primer proceso constituyente, el de la Convenci¨®n Constitucional, terminando por enfrentar una de las mayores derrotas electorales en el plebiscito celebrado el 4 de septiembre de 2022. Los efectos de esa derrota fueron reafirmados en la elecci¨®n del Consejo Constitucional, en mayo de 2023, en el que la derecha se impuso con holgura, al punto de darse el lujo de mantener la actual Constituci¨®n. Solo despu¨¦s del plebiscito de diciembre de 2023, que implic¨® sepultar de manera definitiva el anhelo del cambio de Constituci¨®n, el oficialismo decidi¨® ponerse en sinton¨ªa con la poblaci¨®n al proponer llevar adelante una agenda centrada en los temas de seguridad y en la reactivaci¨®n econ¨®mica.
Durante el primer semestre de 2023, los temas de seguridad coparon la discusi¨®n p¨²blica, en especial por la muerte de tres carabineros ocurridos entre marzo y abril. A ello se agregaron las acciones del crimen organizado y del narcotr¨¢fico. Este tipo de hechos, agudizados por los conflictos de la llamada macro zona sur y en las zonas fronterizas de las regiones del norte del pa¨ªs, evidenciaron graves contradicciones y dificultades a la hora de definir una pol¨ªtica de seguridad por parte del Gobierno. La sobreideologizaci¨®n con que actuaba parte del oficialismo al momento de enfrentar los problemas de seguridad se transform¨® en el principal estigma de la oposici¨®n para cuestionar las iniciativas y reacciones de parte del Gobierno frente a actos delictivos, que fueron adquiriendo connotaciones de mayor violencia y mostraron las vulnerabilidades del Estado chileno.
En t¨¦rminos econ¨®micos, el pa¨ªs cerr¨® el 2023 sin ning¨²n s¨ªntoma de despegue y para el 2024, las proyecciones m¨¢s optimistas aluden a un crecimiento en torno al 1,2%. Cabe agregar que dicha cifra se baraj¨® en alg¨²n momento durante el 2023 por parte del Ministro de Hacienda, Mario Marcel. A los problemas de seguridad y relacionados con la reactivaci¨®n, se agregan otros asociados a los temas que para una parte del oficialismo son considerados emblem¨¢ticos, en especial para aquella generaci¨®n que fue part¨ªcipe de las movilizaciones de 2011, o de quienes se curtieron como activistas de movimientos sociales e identitarios. En primer lugar, se ha intensificado el deterioro de la educaci¨®n p¨²blica, como qued¨® evidenciado en pruebas de medici¨®n y acceso a la educaci¨®n superior. La situaci¨®n m¨¢s cr¨ªtica se vivi¨® en la regi¨®n de Atacama, a ra¨ªz de la implementaci¨®n de los Sistemas Locales de Educaci¨®n P¨²blica (SLEP). En segundo lugar, se hicieron vanas promesas y se emitieron declaraciones evasivas respecto a la derogaci¨®n del Cr¨¦dito con Aval del Estado (CAE).
En tercer t¨¦rmino, tampoco se han evidenciado logros importantes en materia de equidad de g¨¦nero, no obstante haberse definido el Gobierno como feminista. En efecto, se constatan a¨²n diferencias sustantivas en relaci¨®n al tipo de empleo y en cuanto a los salarios obtenidos por hombres y mujeres. A nivel de percepci¨®n, los datos no son muy alentadores, si se considera un reciente estudio realizado por Activa Research. Para un Gobierno feminista esto implica asumir problemas estructurales que van m¨¢s all¨¢ de los plazos y alcances de la pol¨ªtica gubernamental. En cuarto lugar, y tal como se se?al¨® con anterioridad, el Gobierno ha enfrentado en el lapso de dos a?os, dos derrotas y fracasos consecutivos de las iniciativas de cambio constitucional. Tras ello, renuncia a enfrentar los problemas que aquejan al conjunto del sistema pol¨ªtico y a la institucionalidad democr¨¢tica de nuestro pa¨ªs. En quinto lugar, se registraron hechos de corrupci¨®n en torno al traspaso de fondos hacia fundaciones, vi¨¦ndose involucrados partidos del oficialismo, entre ellos Revoluci¨®n Democr¨¢tica (RD).
Por otra parte, el Gobierno, al igual que otras Administraciones anteriores, se ha visto enfrentado a contingencias asociadas a desastres naturales u otros efectos indirectos de la acci¨®n humana. Entre en enero de 2023 y febrero de 2024, se sucedieron incendios forestales, y en dos ocasiones -en los meses de invierno-, los estragos derivados de precipitaciones y crecidas de r¨ªos, con la consecuente destrucci¨®n de viviendas, fuentes laborales y parte de la estructura productiva. En todas estas ocasiones, la improvisaci¨®n y las intervenciones tard¨ªas se impusieron por sobre planes de emergencia y acciones de contenci¨®n para con las personas damnificadas, o afectadas por la p¨¦rdida de vidas humanas.
M¨¢s all¨¢ de la falta de mayor¨ªa en el Congreso, junto con hacer coincidir y mantener los equilibrios de dos coaliciones oficialistas (Apruebo Dignidad y Socialismo Democr¨¢tico), la falta de liderazgo ha quedado expuesta en diferentes momentos. Desde luego, no se trata de un problema atribuible ¨²nicamente al Gobierno, sino de algo que viene siendo la t¨®nica desde 2006. El primer Gobierno de Michelle Bachelet (2006-2010), el primero de Sebasti¨¢n Pi?era (2010-2014), el segundo de Bachelet (2014-2018) y el segundo de Pi?era (2018-2022), as¨ª como el actual, fueron y han sido Gobiernos que carecieron o terminaron careciendo de mayor¨ªa. Asimismo, evidenciaron problemas de liderazgo o, como en el caso de Bachelet y de Boric, la popularidad fue confundida con capacidad de liderazgo y de conducci¨®n de un Gobierno de (dos) coalici¨®n (es). Los recientes datos de la encuesta Pulso Ciudadano, de Activa Research, el presidente Boric finaliza el per¨ªodo estival con una aprobaci¨®n en torno al 25,5% y un rechazo del 62,2%.
La falta de liderazgo del Gobierno lleva a que el presidente incurra en cambios radicales en su discurso, posici¨®n e incluso en el modo de concebir a sus adversarios. No se trata del resultado de moderaciones, ni mucho menos maduraciones, desde el punto de vista program¨¢tico. Tampoco se trata de intentar actuar con coraje al mismo tiempo que adoptando un sentido de responsabilidad. Se trata simplemente de maniobras que buscan salir bien posicionado frente a ciertas contingencias, independiente de toda consecuencia.
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