La crisis de seguridad en Chile no da tregua a Boric: alcaldes de diferentes signos piden militares contra la delincuencia

Justamente en la semana que el Gobierno de Gabriel Boric conmemora la mitad de su mandato, el lunes 11 reci¨¦n pasado, la crisis de seguridad que afecta a Chile se ha tomado la agenda p¨²blica del pa¨ªs sudamericano, con la petici¨®n de alcaldes de diferente signo pol¨ªtico de echar mano a los militares para controlar la delincuencia. La primera piedra la ha lanzado, justamente, un hombre oficialista. Y no cualquiera: uno de los mejor valorados del Frente Amplio, el alcalde de la popular Maip¨² ¨Cen la zona poniente de Santiago de Chile¨C, Tom¨¢s Vodanovic. El martes, el dirigente de 33 a?os se reuni¨® en La Moneda con la ministra del Interior, Carolina Toh¨¢, para abordar asuntos de seguridad p¨²blica, porque en su comuna el tema est¨¢ desbordado: fue en sus territorios donde se encontr¨® el viernes 1? de marzo el cuerpo del exmilitar disidente venezolano, Ronald Ojeda, enterrado bajo cemento en una peligrosa barriada informal, por ejemplo. Luego del encuentro con Toh¨¢, Vodanovic ofreci¨® una rueda de prensa de unos 30 minutos y prendi¨® la pradera en la pol¨ªtica chilena con sus peticiones y sobre todo una: desplegar a las Fuerzas Armadas en zonas urbanas.

Existen al menos un par de elementos importantes para analizar este episodio que remueve la actualidad local esta semana. En primer lugar, el 27 de octubre pr¨®ximo se celebran en Chile las elecciones municipales y la carrera est¨¢ lanzada. Los alcaldes de todos los sectores comienzan a desplegar su artiller¨ªa y sobre todo en una materia que resulta fundamental para la gente: la seguridad p¨²blica. Es el contexto en el que Vodanovic ¨Cque quiere reelegirse¨C hace su p¨²blica petici¨®n a La Moneda. Un segundo factor: el llamamiento al Gobierno del alcalde de Maip¨² no ha sido el primero. Alcaldes de diferentes sectores pol¨ªticos han pedido la intervenci¨®n de las Fuerzas Armadas y el estado de excepci¨®n constitucional, aunque el a?o pasado fue una medida solicitada principalmente por la oposici¨®n, aunque no exclusiva. No para que los militares reemplacen a las polic¨ªas, sino para que les colaboren con el resguardo de infraestructura cr¨ªtica, veh¨ªculos blindados, helic¨®pteros, drones y el despliegue de inteligencia, como ha explicado el gobernador de la Regi¨®n Metropolitana, Claudio Orrego.

Pero en esta ocasi¨®n el debate est¨¢ especialmente encendido no solo porque la petici¨®n la protagoniza una de las figuras estelares del Frente Amplio ¨Cla coalici¨®n de Boric que se transforma por estos d¨ªas en partido ¨²nico¨C, sino porque llega en una semana en que el Gobierno ha intentado desplegar el relato de que Chile est¨¢ mejor que hace dos a?os cuando asumi¨® el poder, en marzo de 2022. Es lo que dijo el propio presidente el domingo en entrevista con EL PA?S y lo que han repetido sus principales ministros en el ecuador de la Administraci¨®n de izquierdas. Vodanovic, entonces, ha dejado la pelota en la cancha para que desde la oposici¨®n opinen que ¡°a pesar de que el presidente ha dicho que estamos mejor que hace dos a?os atr¨¢s, la situaci¨®n est¨¢ tan grave, que un alcalde esta vez de Gobierno pide p¨²blicamente militares en las calles¡±, como asegur¨® este mi¨¦rcoles la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, la carta fuerte de la derecha tradicional para las presidenciales 2025.

El presidente: ¡°No me cierro¡±

Boric insisti¨® luego de las palabras de Matthei: ¡°No tengo tiempo para polemizar con alcaldes que est¨¢n permanentemente buscando pol¨¦mica. Lo que nosotros hemos se?alado como Gobierno es que, en t¨¦rminos generales, respecto a c¨®mo recibimos el pa¨ªs, Chile est¨¢ mejor¡±, asegur¨®. El presidente no descart¨® ninguna medida. El uso de militares en zonas urbanas, asegur¨®, ¡°requiere de una discusi¨®n. Tambi¨¦n modificaciones legales. Yo no me cierro en ning¨²n caso a poder disponer de esas herramientas, por ejemplo, mediante la ley de Infraestructura Cr¨ªtica, algo que tiene que ser discutido en el Congreso¡±, indic¨® Boric. ¡°Por ejemplo, una reforma constitucional que nos habilite a hacerlo mediante decreto y que no tenga que pasar la discusi¨®n larga del Congreso, a un decreto que sea transitorio, como lo que hicimos en las fronteras en la zona norte¡±.

La Moneda ha insistido en su camino: que el Parlamento apruebe la leyes de Reglas de Uso de la Fuerza (RUF) y la de Infraestructura Cr¨ªtica que, a juicio del Gobierno, permitir¨ªan contar con dotaci¨®n militar donde haya que reforzar la acci¨®n de las polic¨ªas, pero con una reglamentaci¨®n clara que les permita cumplir con las funciones contempladas en la legislaci¨®n. Fue lo que explic¨® este mi¨¦rcoles la portavoz Camila Vallejo que, de todas formas, pidi¨® no pensar que sacar a los militares a la calle se trata de una bala de plata. ¡°El problema que hemos tenido en los ¨²ltimos a?os es creer que una sola medida es la soluci¨®n a los problemas y eso no es as¨ª¡±, dijo la ministra.

Pero existe un tercer elemento fundamental para entender la pol¨¦mica: las Fuerzas Armadas miran con cierta distancia la apertura del Gobierno a sacar a los uniformados a la calle para controlar la delincuencia. A comienzos de febrero, cuando Boric convoc¨® en La Moneda al Consejo de Seguridad Nacional (Cosena) ¨Cun organismo consultivo que est¨¢ compuesto por diversas autoridades estatales y de los principales jefes castrenses¨C, el comandante en jefe del Ej¨¦rcito, Javier Iturriaga, lo explicit¨®: ¡°Son tareas en las que hay que interactuar con la poblaci¨®n¡±, algo de lo que los funcionarios militares ¡°carecen de entrenamiento, educaci¨®n o equipamiento adecuado¡±, asegur¨® el l¨ªder del Ej¨¦rcito. Hoy, nuevamente, miran con cautela lo de realizar labores preventivas sin las leyes que los resguarden.

Al requerimiento de Vodanovic se han sumado en esta ocasi¨®n los alcaldes de diferentes sectores pol¨ªticos: Rodolfo Carter, de La Florida; Emilia R¨ªos, de ?u?oa; Erika Mart¨ªnez, de San Miguel, Carolina Leitao, de Pe?alol¨¦n; Cristopher White, de San Bernardo, entre otros en la Regi¨®n Metropolitana de Santiago, donde se concentran los delitos de alta connotaci¨®n p¨²blica, como los homicidios.

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