El rechazo a la caza de perros asilvestrados en Chile enfrenta a los diputados oficialistas con los ambientalistas

La C¨¢mara de Diputadas y Diputados de Chile ha rechazado este mi¨¦rcoles un proyecto de ley que declaraba a los perros asilvestrados como una especie ex¨®tica invasora, lo que ha cerrado la puerta a la autorizaci¨®n de su caza. El fracaso de la normativa, que recibi¨® los votos en contra de parte de los parlamentarios del oficialismo del Gobierno de izquierdas del presidente Gabriel Boric, ha reabierto un intenso debate en el pa¨ªs sudamericano sobre la tenencia de los canes y la situaci¨®n de los ejemplares que han atacado a personas y animales nativos.

El proyecto consideraba como perros asilvestrados a ¡°todo aquel que ha nacido o ha vuelto a su estado salvaje, viviendo sin supervisi¨®n o control directo de seres humanos¡±. Alcanz¨® 19 votos a favor, 99 en contra y 21 abstenciones, por lo que qued¨® archivado y sin la posibilidad de ser debatido en el plazo de un a?o. Su rechazo ha sido celebrado por algunas agrupaciones animalistas, que defienden la tenencia responsable de mascotas y la esterilizaci¨®n como la soluci¨®n definitiva al problema. Su voz ha sido replicada por algunos parlamentarios, entre ellos los integrantes del Frente Amplio, la coalici¨®n originaria de Boric, que han acusado a la derecha ¡ªque vot¨® a favor del proyecto¡ª de favorecer a la industria ganadera y no buscar otras opciones distintas a la cacer¨ªa.

La diputada Gael Yeomans, una militante de Convergencia Social, la formaci¨®n a la que pertenece el propio presidente de la Rep¨²blica, ha celebrado la votaci¨®n que ha echado abajo la propuesta. ¡°Acaba de ser rechazado en la C¨¢mara el proyecto que permit¨ªa la caza de perros asilvestrados. Bien por Chile, no al retroceso civilizatorio que propon¨ªa el Partido Republicano¡±, ha escrito en un mensaje en su cuenta de X (antes Twitter). El mensaje fue inmediatamente replicado por el cineasta, documentalista y activista medioambiental Francisco Gedda, quien ha dado cuenta sobre el da?o provocado por estos perros en el ecosistema chileno. ¡°Mal por Chile, compa?era. Los ecologistas venimos denunciando hace a?os el grave da?o para la fauna nativa que producen las jaur¨ªas de perros asilvestrados. Da?an adem¨¢s la precaria econom¨ªa campesina. Visiones urbanas que no consideran la naturaleza son un error civilizatorio¡±, ha dicho Gedda.

La mirada de Gedda ha sido compartida por algunos expertos como Diego Luna Quevedo, especialista en pol¨ªtica y gobernanza de la organizaci¨®n de conservaci¨®n Manomet, que emplaz¨® a los diputados chilenos para que consideren la evidencia cient¨ªfica a la hora de decidir sobre estos temas. ¡°La evidencia es contundente. Los perros asilvestrados son una de las principales amenazas para especies nativas como pud¨², huemul, guanacos, vicu?as, zorros y aves playeras, a quienes atacan, depredan y transmiten enfermedades infecciosas. El Congreso debe legislar con seriedad esta materia¡±, ha escrito en su cuenta de la red social X.

Los ataques de los perros contra la fauna y las personas

El proyecto de ley rechazado por la C¨¢mara baja chilena defin¨ªa a los perros asilvestrados como aquellos canes que nacieron o que volvieron a su estado salvaje sin supervisi¨®n o control directo de seres humanos. El texto apuntaba a que estas especies actuaban de manera agresiva contra las personas, causando adem¨¢s da?os graves a otros animales dom¨¦sticos (entre ellos el ganado) y a la fauna silvestre a lo largo del territorio. Para el control de las jaur¨ªas, se autorizaba su caza en las afueras de las zonas urbanas ¡ªo a m¨¢s de 200 metros de una vivienda rural¡ª, fortalecer las medidas de resguardo y liberar de responsabilidad a quienes act¨²en en defensa propia contra estos perros.

La presencia de jaur¨ªas de perros que han crecido fuera del contacto humano ha sido un dolor de cabeza para las autoridades sanitarias. En noviembre pasado un grupo de estos canes mat¨® a una ejemplar pre?ada de pud¨² ¡ªun peque?o ciervo que lleva a?os expuesto a los riesgos por la acci¨®n humana¡ª en la Isla de Chilo¨¦, a 1.080 kil¨®metros al sur de Santiago de Chile. El efecto de estos animales fuera de control tambi¨¦n ha llegado directamente a las personas. En febrero del a?o pasado una joven llamada Daniela Gamboa Silva fue atacada hasta la muerte por una jaur¨ªa en el municipio de San Pedro de Atacama, en pleno desierto de Atacama, a 1.600 kil¨®metros al norte de la capital. En enero de 2024, y en esa misma zona del pa¨ªs, una turista brasile?a termin¨® con graves heridas por la arremetida de siete perros.

La autorizaci¨®n de la cacer¨ªa de perros asilvestrados ha generado un fuerte debate entre la ciudadan¨ªa, las autoridades, los grupos animalistas y las organizaciones ambientalistas. En 2015, el Servicio Agr¨ªcola y Ganadero (SAG), una entidad gubernamental a cargo de la supervisi¨®n de los animales en Chile, permiti¨® la captura y muerte de estas especies, en una medida que se extendi¨® solo por 11 d¨ªas debido al repudio de las agrupaciones defensoras de los animales.

En Chile, al igual que en el resto de Am¨¦rica Latina, el abandono de perros en la calle ha sido un tema que ha permanecido sin una soluci¨®n clara durante varias d¨¦cadas. Desde 2017 el pa¨ªs sudamericano cuenta con una ley de tenencia responsable de mascotas ¡ªque es conocida como Ley Cholito, debido al caso de un perro llamado Cholito, que ese mismo a?o fue asesinado a golpes en el barrio comercial santiaguino de Patronato¡ª. En la normativa vigente se fijan algunas sanciones para quienes descuiden o abandonen a sus mascotas, con el establecimiento de un registro nacional que identifica a cada ejemplar y a su cuidador.

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