Bienestar del estudiantado del sector de la salud

Hace algunas semanas, una historia estremecedora puso luz sobre una realidad poco conocida m¨¢s all¨¢ del ¨¢mbito de quienes trabajamos en la salud. Una estudiante universitaria, en pleno internado profesional de Terapia Ocupacional, se vio afectada por condiciones adversas que pusieron en riesgo su bienestar f¨ªsico y emocional. Esta dram¨¢tica situaci¨®n nos recuerda la vulnerabilidad a la que est¨¢n expuestos nuestros estudiantes durante sus pr¨¢cticas acad¨¦micas, donde el estr¨¦s y la presi¨®n pueden convertirse en una carga abrumadora. Como instituciones de salud, debemos estar comprometidos en reformular y elevar constantemente los est¨¢ndares, garantizando un ambiente seguro y de apoyo para todos los estudiantes en su camino hacia la formaci¨®n profesional.

En el caso de Telet¨®n, as¨ª lo hemos hecho con un modelo de docencia que trasciende los l¨ªmites de lo meramente t¨¦cnico. M¨¢s all¨¢ de los resultados de aprendizaje espec¨ªficos, este enfoque se centra en resguardar el proceso de ense?anza dentro de un ambiente de calidad y calidez, donde cada estudiante se sienta valorado y apoyado. Al fundarse en el respeto y la humanizaci¨®n del aprendizaje, el modelo promueve una relaci¨®n emp¨¢tica entre docentes y estudiantes, cultivando no solo conocimientos, sino que tambi¨¦n valores de solidaridad y comprensi¨®n mutua.

En el ¨¢mbito de la docencia, el compromiso con el desarrollo integral de sus estudiantes y el constante perfeccionamiento de su cuerpo docente, hacen necesario la evaluaci¨®n como una pr¨¢ctica continua y fundamental para garantizar la excelencia educativa. Es as¨ª como desde el a?o 2020 comenzamos a utilizar la encuesta ACLEEM, una herramienta invaluable que no solo eval¨²a las percepciones de los estudiantes sobre el ambiente educacional, sino que tambi¨¦n proporciona una visi¨®n detallada de aspectos clave como la calidad y capacidad docente, la disposici¨®n a ayudar del personal de salud, la retroalimentaci¨®n entregada, la sensaci¨®n de ser escuchado y, por ¨²ltimo, pero no menos importante, el rol del modelo profesional a seguir.

El proceso ense?anza-aprendizaje es inherentemente bidireccional, y permite que tanto docentes como estudiantes se nutran mutuamente de conocimientos, sensaciones, experiencias y visiones. Reconocer la importancia de este intercambio din¨¢mico es fundamental para enriquecer la pr¨¢ctica educativa, y adaptarla a las necesidades y realidades cambiantes de las nuevas generaciones.

Al fomentar un di¨¢logo abierto y respetuoso, se crea un ambiente de aprendizaje colaborativo que promueve el crecimiento personal y profesional tanto de educadores como de educandos, impulsando as¨ª el desarrollo integral de la comunidad educativa. Las instituciones de salud est¨¢n en el momento de reflexionar y actuar de forma coherente con su misi¨®n e impulsar procesos de ense?anza-aprendizaje responsables.

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