Gendarmer¨ªa de Chile para el siglo XXI
Nuestra institucionalidad penitenciaria se encuentra en una encrucijada que implica una necesaria revisi¨®n de sus protocolos internos
Lamentablemente hemos sido testigos en el ¨²ltimo tiempo del incremento de la presencia del crimen organizado en nuestros recintos penitenciarios, producto de lo cual las autoridades han debido ejecutar diversas acciones con el fin de eliminar las organizaciones delictivas al interior de nuestras c¨¢rceles e intentar recuperar y potenciar la presencia estatal en ellas.
A estos objetivos apunta la implementaci¨®n de pol¨ªticas de seguridad p¨²blica a nivel nacional, como la instalaci¨®n de sistemas de inhibici¨®n y bloqueo de se?al de los tel¨¦fonos celulares, tanto al interior de los recintos penitenciarios como en sus inmediaciones, lo que ha conllevado incluso a nuestras autoridades a tomar resguardos frente a posibles motines de grupos de internos que busquen de esa forma evitar la implementaci¨®n de estas medidas.
Teniendo presente el avance que implican estas acciones desarrolladas por el Estado en contra de la delincuencia organizada, como el aumento considerable de la poblaci¨®n privada de libertad en las ¨²ltimas d¨¦cadas (en 1991 exist¨ªan a nivel nacional 21.560 personas privadas de libertad, una cifra que se duplic¨® en 2022, alcanzando los 49.214, seg¨²n Gendarmer¨ªa de Chile) se vuelve imperioso que Gendarmer¨ªa de Chile actualice sus protocolos para poder actuar ante la nueva realidad delictiva del crimen organizado y la delincuencia del siglo XXI.
De acuerdo a la ley org¨¢nica (Decreto Ley N.? 2.859), Gendarmer¨ªa de Chile tiene por finalidad atender, vigilar y contribuir a la reinserci¨®n social de las personas que por resoluci¨®n de autoridades competentes, fueren detenidas o privadas de libertad y cumplir las dem¨¢s funciones que le se?ale la ley. Por ello, nunca debe olvidarse que Gendarmer¨ªa debe cumplir con una funci¨®n de reinserci¨®n social, la cual se encuentra al debe desde hace varios a?os y deber¨ªa adecuarse a las nuevas necesidades del contexto actual.
En reiteradas oportunidades esta funci¨®n fundamental de la ejecuci¨®n de una sanci¨®n penal ha pasado a ocupar un segundo plano dentro de las funciones de este organismo p¨²blico. Es una cuesti¨®n que debe adecuarse a la brevedad. La reinserci¨®n social efectiva de las personas que han sido sancionadas penalmente, en conjunto con otros factores, constituye la ¨²nica herramienta efectiva que pueden influir en un cambio de conducta disruptiva por parte de las personas que no respetan las normas penales que limitan la conducta social.
Asimismo, deber¨ªa modificarse el estatuto administrativo de sus funcionarios para que se avance en actualizar sus medidas a la nueva realidad laboral que los gendarmes enfrentan, especialmente, las relacionadas con evitar la proliferaci¨®n del crimen organizado dentro de los recintos penitenciarios y evitar la permeabilidad de funcionarios p¨²blicos a los intereses de estos grupos criminales. En este sentido, resulta fundamental que se sancionen con la mayor rigurosidad posible los il¨ªcitos penales que, en beneficio del crimen organizado, puedan cometer los funcionarios de Gendarmer¨ªa de Chile en el ejercicio de sus funciones.
Nuestra institucionalidad penitenciaria se encuentra en una encrucijada que implica una necesaria revisi¨®n de sus protocolos internos con el objeto de erradicar el crimen organizado al interior de las c¨¢rceles y evitar que las organizaciones criminales sigan funcionando desde su interior.
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