Diego Golombek, bi¨®logo: ¡°Las personas que son procastinadoras tienden a demorar m¨¢s la hora de dormir¡±

El doctor en biolog¨ªa Diego Golombek (Buenos Aires, 1964), acad¨¦mico de la Universidad de San Andr¨¦s de Argentina e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Cient¨ªficas y T¨¦cnicas, CONICET, se ha especializado en cronobiolog¨ªa. ?Por qu¨¦ dormimos? ?c¨®mo funciona el reloj biol¨®gico? ?cu¨¢ndo sabemos que es de y de d¨ªa y de noche? ?cu¨¢nto tiempo debemos dormir?, son algunas de las preguntas que el divulgador cient¨ªfico se ha realizado durante sus m¨¢s de tres d¨¦cadas de estudio. Con el tiempo se han agregado varias interrogantes m¨¢s, entre ellas, c¨®mo afectan las tecnolog¨ªas, desde la luz artificial en adelante, al buen dormir. ¡°Una idea muy err¨®nea es pensar que la productividad consiste en estar despierto m¨¢s tiempo¡±, adelanta.

Golombek lleg¨® a la biolog¨ªa, que estudi¨® en la Universidad de Buenos Aires, sin saber muy bien por qu¨¦. ¡°Yo no era un un ni?o naturalista de esos que persegu¨ªan mariposas y levantaban las rocas para ver qu¨¦ bichos hay debajo, sino que ven¨ªa por un lado mucho m¨¢s humanista y art¨ªstico, hac¨ªa m¨²sica y periodismo¡±, dice a EL PA?S en Antofagasta, donde el 19 de abril abri¨® el Festival de Ciencia Puerto de Ideas, uno de los eventos m¨¢s importantes de ciencia de Lanitoam¨¦rica con la conferencia Los profundos misterios del sue?o.

De pronto, relata, en la clases apareci¨® en escena el cerebro y su fisiolog¨ªa. ¡°Cuando un profesor dijo que hay tiempo del lado de adentro, dije ?eso interesante!, pues el tiempo siempre me fascin¨® desde el punto de vista literario, ensay¨ªstico y art¨ªstico. Pero cuando vi que se pod¨ªa abarcar desde la biolog¨ªa y las neurociencias, realmente me pareci¨® extraordinario. Y desde entonces es que me encuentro en b¨²squeda del tiempo perdido en el cerebro¡±.

Pregunta. ?Y qu¨¦ le llam¨® la atenci¨®n del tiempo?

Respuesta. El concepto del tiempo, que suele ser tratado m¨¢s por los f¨ªsicos que por los bi¨®logos, es algo que nos fascina desde siempre. Los fil¨®sofos se preguntaron qu¨¦ es el tiempo, c¨®mo transcurre. Es el tipo de preguntas que te dan tort¨ªcolis, que te quedas pensando y charlando con los amigos en la plaza o en el bar hasta muy tarde. Entonces, ver que hay un m¨¦todo cient¨ªfico, que hay una forma de experimentaci¨®n biol¨®gica para ir a buscar ese tiempo, me pareci¨® una pregunta realmente interesante.

P. En Puerto de Ideas dijo que hay dos preguntas sin respuestas: por qu¨¦ bostezamos y por qu¨¦ dormimos.

R. De por qu¨¦ bostezamos no se sabe la respuesta concreta, pero s¨ª hay hip¨®tesis. Y eso es lo fascinante de la ciencia. Bostezamos m¨¢s cuando estamos m¨¢s cansados, pero no es solamente eso. Tambi¨¦n tiene que ver con el aburrimiento y con el contagio. El bostezo encierra muchas cosas. Nos tapamos la boca cuando lo hacemos. Uno piensa que es por buenos modales, y en cierta forma eso tal vez tenga un aspecto evolutivo. Los grandes simios, los gorilas o los orangutanes, no muestran los dientes, sobre todo al capo, al macho alfa, porque hacerlo es una se?al de agresi¨®n. Entonces, si nosotros estamos charlando con alguien y de pronto abrimos la boca, en el mundo animal eso es agresi¨®n. Por lo tanto, nos tapamos la boca.

P. ?Y por qu¨¦ dormimos?

R. La primera respuesta, la obvia, es porque estamos cansados. Est¨¢ bien, pero es incompleta, porque no hay una relaci¨®n directa entre cansancio y sue?o. De hecho, el modelo actual del sue?o tiene dos componentes: uno que es homeost¨¢tico, de cansancio, porque a medida que estamos despiertos se va acumulando sue?o. El otro es el reloj biol¨®gico: por m¨¢s que uno est¨¦ cansado, a ciertas horas no se puede dormir.

P. ?Cu¨¢ndo?

R. Si uno se queda despierto toda la noche en una fiesta, trabajando o estudiando, est¨¢ cada vez m¨¢s cansado. Pero en un momento hay como un efecto rebote, y resurge la alerta porque el reloj biol¨®gico le est¨¢ diciendo al cuerpo ¡®ojo, dentro de un rato tienes que despertar. Anda prepar¨¢ndote¡¯. Entonces, no es solamente estar cansado, sino que hay varios fen¨®menos que confluyen para estar dormidos o despiertos.

P. En su exposici¨®n record¨® a Thom¨¢s Alba Edison como un hombre contra el sue?o.

R. De hecho, su deseo era dejar de dormir. En un momento se asoci¨® con Henry Ford para ver c¨®mo lograr mayor productividad en las f¨¢bricas con luz el¨¦ctrica para que los obreros siguieran trabajando durante la noche. Es una idea muy err¨®nea que se ha mantenido en estos d¨ªas de que la productividad consiste en estar despierto m¨¢s tiempo y es exactamente lo contrario. La productividad consiste en aprovechar las horas del sue?o para que al d¨ªa siguiente est¨¦s m¨¢s alerta y m¨¢s productivo.

P. Dijo que cuando un estudiante trasnocha, por ejemplo, preparando un examen, al d¨ªa siguiente no recuerda nada ?qu¨¦ pasa con el cerebro en esa circunstancia?

R. El mecanismo no lo sabemos, pero el sue?o nocturno consolida la memoria y el aprendizaje. Tambi¨¦n mejora la comunicaci¨®n entre neuronas, mejora el sistema inmune y cardiovascular y limpia toxinas. Son todos fen¨®menos que se dan no solamente de noche. Una buena f¨®rmula para asegurar el aprendizaje es estudiar y luego dormir. Incluso, con evidencias muy recientes, est¨¢ la siesta. Si uno estudia en las primeras horas de la tarde y duerme una peque?a siesta, recuerda m¨¢s que si no la duerme, pero solo si est¨¢ acostumbrado a la siesta. Forzarla, no sirve tanto.

P. ?Por qu¨¦ a veces nos resistimos a dormir pese a que sentimos sue?o?

R. Es una cuesti¨®n cultural. Hay algo que llama procastinaci¨®n de la hora de dormir. Procastinar es dejar algo para ma?ana, y todo el mundo lo hace. Y a¨²n sabiendo que uno tiene que dormir, se inventa excusas para demorar el horario de ir a la cama. Es un fen¨®meno sicol¨®gico y hay escalas que lo miden. Es muy com¨²n en adolescentes y j¨®venes que, aunque sepan que al d¨ªa siguiente van a ser unos zombies, se quedan chateando con los amigos o viendo un video en Tik Tok. El fen¨®meno de redes sociales es muy reciente y hay que investigarlo, pero incide en la calidad de vida.

P. Tambi¨¦n es un asunto de adultos resistirse a dormir.

R. Claro que s¨ª. Nosotros estamos investigando la procrastinaci¨®n del sue?o, que se correlaciona bastante con la procrastinaci¨®n en general. Las personas que son m¨¢s procrastinadoras, es decir, que tienden a demorar m¨¢s las decisiones, tambi¨¦n tienden a demorar m¨¢s la hora de dormir. No sabemos por qu¨¦, por ahora es puramente descriptivo. Creo que es m¨¢s cultural que biol¨®gico. Y la sociedad empuja un poco a esto, la capitalista, la que se llama sociedad de 24 horas, donde todo el tiempo hay est¨ªmulos. Y eso es muy reciente para la evoluci¨®n humana, porque nosotros no ten¨ªamos est¨ªmulos nocturnos. Una de las formas de estudiarlo es en sociedades aisladas sin luz el¨¦ctrica.

P. ?Qu¨¦ han arrojado estos estudios?

R. Hace muchos a?os que venimos estudiando poblaciones ind¨ªgenas en el norte de Argentina que no ten¨ªan luz el¨¦ctrica. Y, efectivamente duermen m¨¢s, se van a dormir m¨¢s temprano, porque al haber luz el¨¦ctrica depende de un estufa de queroseno de una vela, y adem¨¢s son m¨¢s estacionales. Nosotros hemos perdido un poco la estacionalidad. Y de alguna manera estamos preparados para un mundo que ya no existe.

P. ?En qu¨¦ sentido?

R. Estamos preparados para un mundo en el cual hay d¨ªas y noches muy predecibles. Y cuando es de noche uno vuelve a la cueva y se duerme, pero a veces prendemos la luz. O estamos preparados para un mundo en el que se modifica mucho la cantidad de horas luz por d¨ªa a lo largo del a?o, y prendemos la luz o en invierno una estufa. Entonces, de alguna manera nuestro cuerpo es un f¨®sil que recuerda en alg¨²n lado que s¨ª hay d¨ªas y noches, o que hay estaciones, pero a veces la tecnolog¨ªa conspira contra esto. Y que en estas poblaciones ind¨ªgenas sin luz el¨¦ctrica hay al menos una hora m¨¢s de sue?o por noche es un poco prueba de que la sociedad y la tecnolog¨ªa 24 horas ha incidido notablemente en nuestros h¨¢bitos de sue?o.

P. Ha dicho que hay que dormir siete horas.

R. Como m¨ªnimo, ese el piso, y de ah¨ª para arriba, lo que puedas. No tenemos evidencia de que haya un exceso de sue?o, salvo por las consecuencias de esto, porque quedarte todo el d¨ªa en la cama, obviamente modifica el estado de ¨¢nimo o engordas. Pero no es que dormir nueve horas est¨¦ mal.

P. Coment¨® que dormir mucho tiene mala propaganda ?qu¨¦ se dice de dormir poco?

R. F¨ªjate que los ¨ªconos del siglo XXl, grandes empresarios y los tecn¨®logos, se jactan de decir que duermen tres o cuatro horas. Primero, no les creo. Y si fuera as¨ª, existe una proporci¨®n muy peque?a de la poblaci¨®n de los dormidores cortos, es decir, que duermen muy pocas horas de noche, pero son muy poquitos. Necesitamos ese m¨ªnimo de siete horas de sue?o, porque si no, no est¨¢s productivo. Hoy hay una peque?a rebeli¨®n en el mundo empresario, ahora que apareci¨® el t¨¦rmino bienestar, el concepto de wellness, de incluir al sue?o. Pero vamos de a poco. Hay que ser conscientes de la necesidad de sue?o, y de que si uno quiere ser productivo para ganar m¨¢s dinero, que es el fin de un mundo capitalista, tienes que estar descansado.

Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Chile y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.