Los argentinos vuelven a comprar en Chile escapando de la inflaci¨®n: encuentran art¨ªculos hasta tres veces m¨¢s baratos

En el mall Costanera Center, uno de los centros comerciales m¨¢s grandes de Am¨¦rica Latina, en Santiago de Chile, se ven maletas rodar por los pasillos, abundan los acentos provenientes del otro lado de la cordillera y las cajas, cuando la gente paga sus productos, marcan totales de hasta 650.000 pesos chilenos (728 d¨®lares). Es un mi¨¦rcoles de mayo a las cuatro de la tarde y Cecilia (35 a?os) recorre la secci¨®n de ni?os de H&M con su carrito, mirando detenidamente las etiquetas. Mientras, su hija de casi un a?o, duerme. El objetivo del viaje de esta mujer de C¨®rdoba, Argentina, es buscar ropa y accesorios para la beb¨¦. Junto a su marido se tomaron una semana de vacaciones para estar en la capital chilena: ¡°El fin ¨²ltimo son las compras para la ni?a, porque en Argentina la ropa para esa edad es car¨ªsima¡±. Agrega que productos como la silla para el auto, por ejemplo, cuestan el triple en su pa¨ªs.

En abril, 20.109 veh¨ªculos particulares argentinos ingresaron a Chile a trav¨¦s del paso fronterizo Los Libertadores, el m¨¢s cercano a Santiago. En la misma fecha del a?o pasado, fueron 8.617, seg¨²n datos del Servicio Nacional de Aduanas de Chile. En promedio, los trasandinos esperaron ocho horas para cruzar la frontera durante el feriado de Semana Santa. El panorama recuerda a lo ocurrido en el a?o 2016, cuando tambi¨¦n miles de argentinos viajaron a Chile en busca de mejores precios. El a?o pasado eran los chilenos quienes cruzaban Los Andes especialmente para comprar mercader¨ªa en el supermercado, porque la diferencia era alt¨ªsima.

Pero Argentina se ha encarecido en d¨®lares en cuesti¨®n de pocos meses. En diciembre, nada m¨¢s llegar al poder, Javier Milei devalu¨® el peso un 54% respecto a la divisa estadounidense. Con esa medida redujo de golpe la gran brecha que exist¨ªa entre la baja cotizaci¨®n oficial ¡ªusada para parte de las exportaciones e importaciones¡ª y el precio de mercado al que se compran o venden d¨®lares en las casas de cambio informales que hay por toda Argentina. En diciembre, la inflaci¨®n fue del 25% y en lo que va de 2024 los precios han aumentado otro 65% m¨¢s. El peso, en cambio, ha permanecido casi estable, con una depreciaci¨®n de s¨®lo el 5%: el 10 de diciembre, cuando asumi¨® Milei, un d¨®lar se cambiaba por 990 euros en las calles de Buenos Aires; a principios de mayo, la divisa estadounidense val¨ªa 1040. Esto significa que el precio de cualquier bien en d¨®lares en ese per¨ªodo casi se duplic¨® tanto en pesos como en d¨®lares y Argentina dej¨® de ser un pa¨ªs barato para los extranjeros, como lo fue el a?o pasado. La tendencia, sin embargo, ha comenzado a cambiar esta semana. En s¨®lo dos d¨ªas la moneda argentina se ha devaluado m¨¢s de un 10% y este martes por cada d¨®lar se ped¨ªan 1.200 pesos, informa Mar Centenera.

En este contexto, para los argentinos actualmente es muy conveniente comprar a Chile. ¡°Si bien las pol¨ªticas econ¨®micas han permitido contener la velocidad de la inflaci¨®n y que nuevamente se registren tasas de variaci¨®n intermensual cada vez m¨¢s acotadas, el hecho real para la gente de a pie es que obviamente en Argentina los precios de bienes y servicios son much¨ªsimo m¨¢s costosos de lo que se ve¨ªa hace un a?o atr¨¢s¡±, comenta a EL PA?S Juan Ortiz, economista senior del Observatorio del Contexto Econ¨®mico de la Universidad Diego Portales.

En las casas de cambio chilenas se hacen filas y hay ojos curiosos que observan los valores que se muestran en los carteles. El jueves 16 de mayo al mediod¨ªa, el cambio estaba a un d¨®lar por 910 pesos chilenos. El administrador de la casa de cambio Brollano, en la comuna de Providencia, en la zona oriente de Santiago, dice: ¡°El perfil de argentino que viene en estos d¨ªas de visita tiene un poder adquisitivo suficiente como para cambiar cantidades desde los 500 a 2000 d¨®lares¡±. Cuenta, adem¨¢s, algo que le parece curioso: ¡°Los argentinos siguen usando el billete de 100 d¨®lares antiguo y han tenido problemas porque en Chile ese billete ya no se compra ni se vende¡±.

Hay grupos de Facebook en los que los turistas se ayudan mutuamente para organizar sus viajes. Los argentinos se preguntan: ?a cu¨¢nto est¨¢ el cambio?, ?por la nieve hay que llevar cadenas?, ?qu¨¦ no est¨¢n dejando ingresar a Argentina? Tambi¨¦n: ?qu¨¦ lugares recomiendan para comprar? Entre las respuestas a esta pregunta, se repite el Arauco Premium Outlet Buenaventura, en la comuna de Quilicura, en el norte de Santiago de Chile, un espacio de 29.000 m2 de tiendas y servicios. En la ma?ana de un viernes de mayo, cuando el centro comercial reci¨¦n est¨¢ comenzando a funcionar, se asoman patentes argentinas.

Norma (74 a?os) y Jorge (70 a?os) viajaron desde Buenos Aires en auto para estar cuatro d¨ªas en la capital chilena. Aparte de recorrer, quisieron ver de primera mano si los precios eran mucho m¨¢s bajos que en su pa¨ªs: ¡°En Buenos Aires es imposible comprar en algunas marcas, ac¨¢ son m¨¢s accesibles¡±, comenta Jorge.

La vendedora de una tienda deportiva de este outlet asegura que los argentinos est¨¢n llegando en olas y llev¨¢ndose principalmente ropa: ¡°Pueden estar hasta dos horas en la tienda, hacen videollamadas para aprovechar de comprarle ropa a sus dem¨¢s familiares y se gastan hasta seis gambas (600.000 pesos chilenos, unos 675 d¨®lares)¡±. Desde el centro comercial informan que aproximadamente el 30% del flujo de asistentes de Arauco Premium Outlet Buenaventura llegando a casi un 50% los fines de semana, corresponde a clientes provenientes de Argentina. Comentan, adem¨¢s, un fen¨®meno: ¡°Hemos detectado una tendencia relacionada con el traslado de turistas en buses que llegan directamente desde Mendoza, y que tienen como destino principal nuestro centro comercial para realizar compras a precios convenientes y en grandes cantidades¡±. En cuanto a los productos m¨¢s solicitados por los clientes argentinos, dicen que han notado una clara preferencia por los art¨ªculos deportivos, espec¨ªficamente zapatillas.

Las grandes bolsas con las que se puede ver a los turistas son mayoritariamente de tiendas de vestuario. H&M y Zara son las marcas que m¨¢s se repiten. Pero tambi¨¦n hay gran afluencia de argentinos en lugares como la tienda Easy, dedicada a vender art¨ªculos de construcci¨®n y para el hogar. La prensa argentina ha destacado las compras en supermercados chilenos, donde productos como las latas de at¨²n cuestan tres veces menos y comentan que, para enfrentar el brote de dengue que vive su pa¨ªs, los argentinos est¨¢n comprando repelentes para insectos, que pueden encontrar a mitad de precio en Chile. Al preguntarle a los turistas c¨®mo ven los costos de comer en un restaurante, dicen que Chile sigue siendo caro.

Seg¨²n el economista Ortiz, el flujo de turistas argentinos deber¨ªa mantenerse: ¡°Lo que uno esperar¨ªa es que lo que estamos viendo puntualmente en los primeros meses del a?o 2024 no se termine porque, para que se termine, se necesita una convergencia inflacionaria importante y, m¨¢s a¨²n, que se empiece a dar una recuperaci¨®n de los salarios reales (...) Esa din¨¢mica no se va a dar de aqu¨ª a uno o tres meses m¨¢s. Va a tomar tiempo en la medida que Argentina actualmente est¨¢ en un proceso de ajuste macroecon¨®mico muy importante¡±. Y advierte: ¡°A pesar de que la inflaci¨®n empiece a desacelerarse, es poco probable que el nivel de precios vuelva a niveles similares a los de hace un a?o atr¨¢s¡±.

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