Salarios hasta ocho veces m¨¢s altos: el nuevo fen¨®meno de los ¡°m¨¦dicos gaviota¡± argentinos en Chile

En los ¨²ltimos cinco a?os, en el Colegio M¨¦dico de Chile (Colmed) da cuenta del crecimiento de un fen¨®meno que han bautizado como los doctores gaviota. Se trata de profesionales de la salud argentinos que, como estas aves, emprenden viajes con estad¨ªas cortas en Chile para cubrir emergencias, consultas y otros procedimientos a cambio de una mejor paga que en su pa¨ªs.

¡°En las ¨²ltimas dos d¨¦cadas no hab¨ªamos visto m¨¦dicos que vinieran a trabajar por temporadas muy breves. Se asientan muchas veces en lugares donde hay d¨¦ficit de alg¨²n especialista, pero sobre todo empujados por la precariedad y la necesidad laboral de nuestro pa¨ªs vecino¡±, dice Anamar¨ªa Arriagada, presidenta del Colmed, a EL PA?S.

Del otro lado de la cordillera de Los Andes, los m¨¦dicos padecen salarios por el suelo y una inflaci¨®n interanual del 276%, la m¨¢s alta del mundo, seg¨²n el c¨¢lculo que difundi¨® para febrero el Indec, la oficina argentina de estad¨ªsticas oficiales. La disparada de los precios, especialmente veloz desde diciembre, cuando el ultraderechista Javier Milei jur¨® como presidente, y los ingresos congelados empujaron la pobreza hasta casi el 60%, seg¨²n la estad¨ªstica que lleva la Universidad Cat¨®lica Argentina.

Roberto Macho, titular de la Asociaci¨®n de Trabajadores del Estado (ATE) de Mendoza, en Argentina, comenta: ¡°Poco antes de la pandemia, muchos profesionales ¨Cgeneralmente licenciados en enfermer¨ªa¨C se fueron directamente a vivir a Chile. Luego observamos a m¨¦dicos o profesionales especialistas hacer una o dos guardias (de urgencia o consultas) al mes en distintos sanatorios privados chilenos, incluso ya con turnos programados¡±.

En el Colmed preocupan las posibles consecuencias de esta pr¨¢ctica. ¡°El acto m¨¦dico requiere de un conocimiento previo y del contexto del paciente, de las leyes y de las medidas de salud p¨²blica del pa¨ªs imperante. Tambi¨¦n requiere de un seguimiento, de cierta respuesta a un tratamiento, una complicaci¨®n o reacci¨®n adversa a un medicamento. Peor a¨²n una complicaci¨®n a una cirug¨ªa y los m¨¦dicos que van y vienen no son claramente la soluci¨®n. Los pacientes est¨¢n expuestos a un tratamiento que puede no ser de la calidad que necesitan; al mismo tiempo, el m¨¦dico est¨¢ expuesto a un trabajo m¨¢s precario¡±, dice Arriagada.

La situaci¨®n fue denunciada en la Comisi¨®n de Salud de la C¨¢mara de Diputados de Chile por el parlamentario Daniel Lilay¨² hace cuatro meses ¨Cel parlamentario es m¨¦dico y milita en la UDI, un partido de la derecha tradicional¨C, quien pidi¨® un fiscalizaci¨®n.

Sobre esta pr¨¢ctica no hay cifras oficiales, s¨®lo la percepci¨®n de que es un fen¨®meno que est¨¢ en auge. Los casos suelen escapar del radar de las autoridades sanitarias, dado que los m¨¦dicos itinerantes trabajan en consultorios privados y no en el sistema p¨²blico de hospitales y centros asistenciales. ¡°Esto, probablemente, necesite de una acci¨®n orquestada de varios actores, porque frente a este problema lo que se requiere es una nueva regulaci¨®n¡±, se?ala Arriagada.

Reclutadores en Mendoza

No todos se inclinan por las rutinas itinerantes. Algunos profesionales argentinos deciden establecerse en Chile a cambio de mayor estabilidad. Es el caso de E.G., un m¨¦dico internista que prefiere la reserva de su identidad. Recuerda el d¨ªa que sali¨® de Mendoza con rumbo a la regi¨®n de Valpara¨ªso, en Chile, en febrero de 2023. ¡°Mi novia y yo quer¨ªamos emigrar. No solo por lo salarial, sino tambi¨¦n por el estr¨¦s de vivir en un pa¨ªs en decadencia, donde siempre ves malas noticias y con una inflaci¨®n gigante que todo el tiempo te hace pensar si tu salario alcanzar¨¢ para hacer las compras¡±, explica.

Reclutadores de una cl¨ªnica privada de Chile se han reunido con ¨¦l y otros profesionales en un hotel de Mendoza para ofrecerles trabajo con salarios hasta ocho veces mayores que los que reciben en su pa¨ªs. Ya los hab¨ªan contactado por Facebook y otras redes sociales.

Entre Chile y Argentina existe un acuerdo para reconocer los t¨ªtulos universitarios de ambos pa¨ªses, lo que permite que los m¨¦dicos de ambas naciones ejerzan en uno u otro territorio. S¨®lo es necesario un t¨ªtulo de m¨¦dico cirujano que sea reconocido por una instituci¨®n educativa oficial y acreditado por seis a?os, aunque s¨®lo pueden desempe?arse como m¨¦dicos generales y no especialistas. ¡°No tenemos ning¨²n problema con los m¨¦dicos extranjeros trabajando o form¨¢ndose en Chile, porque tenemos una larga historia de cooperaci¨®n y tratados¡±, dice Arriagada, ¡°pero deben pasar por una serie de etapas para introducirse adecuadamente en la salud p¨²blica chilena¡±.

Los m¨¦dicos argentinos residentes en Chile identificados por el Ministerio de Salud se han duplicado en los ¨²ltimos cinco a?os: pasaron de 55 en 2018 a 122 en 2023. Hoy, E.G., quien ejerce como m¨¦dico general, convive en la cl¨ªnica en la que trabaja con compa?eros que viajan cada 15 d¨ªas desde Argentina para atender pacientes. ¡°Les resulta rentable¡±, explica E.G. ¡°y les conviene incluso viajando en avi¨®n, trat¨¢ndose de personas establecidas, con familia y trabajos fijos all¨¢¡±.

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