Luis Manuel Marcano, magistrado en el exilio: ¡°Mientras no haya un cambio en Venezuela, el crimen de Ronald Ojeda va a quedar impune¡±
El abogado, asilado pol¨ªtico en Chile desde 2017, dice que no hay posibilidad de que sean extraditados los dos sospechosos del secuestro y asesinato del disidente venezolano en Santiago de Chile. ¡°Este fue un crimen pol¨ªtico¡±, dice
Luis Manuel Marcano (1966, Caracas), asilado pol¨ªtico en Chile, es uno de los 33 magistrados que el 21 julio de 2017, tras un concurso p¨²blico, nombr¨® el Parlamento venezolano, que ten¨ªa una mayor¨ªa opositora, para integrar el Tribunal Supremo de Justicia, en reemplazo del que exist¨ªa. Tres d¨ªas despu¨¦s, el presidente Nicol¨¢s Maduro anunci¨® que detendr¨ªa ¡°uno a uno¡± a los 33 jueces. ¡°Esta gente que nombraron, usurpadores que andan por ah¨ª. Todos van a ir presos, uno por uno, uno detr¨¢s de otros. Todos van a ir presos y a todos les van a congelar los bienes, las cuentas y todo, y nadie los va a defender¡±, dijo el mandatario.
Marcano vive en Santiago desde 2017. Tras el anuncio de Maduro estuvo dos meses, entre agosto y octubre, en la embajada de Chile en Venezuela durante el Gobierno de la presidenta socialista Michelle Bachelet (2006-2010, 2014-2018). El abogado, historiador y doctor en historia, viaj¨® a Chile junto a otros cuatro jueces en su misma situaci¨®n, pero solo tres, ¨¦l, Beatriz Ruiz y Elenis Rodr¨ªguez, contin¨²an en el pa¨ªs sudamericano. Los 33 magistrados, hoy repartidos entre Chile, Colombia, Panam¨¢, Espa?a y Estados Unidos, conforman desde entonces el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela en el exilio.
¡°Lamentablemente, nuestra designaci¨®n fue fallida. Nos juramentamos pero no pudimos tomar los cargos porque fuimos perseguidos inmediatamente¡±, dice Marcano en un encuentro en su casa con EL PA?S. ¡°Nosotros en ning¨²n sentido somos una Corte Suprema como la que puede haber en Venezuela, sino que somos un tribunal, leg¨ªtimo, que tenemos un poder moral, pues acogimos la jurisdicci¨®n universal para la defensa de los derechos humanos. Sabemos que nuestras decisiones no son ejecutables, sino planteamientos morales¡±.
Tras el secuestro en Santiago el 21 de febrero del disidente venezolano y asilado pol¨ªtico Ronald Ojeda, Marcano, Ruiz y Rodr¨ªguez pidieron protecci¨®n policial y se les concedi¨®. Lo hicieron el 1 de marzo, pocas horas antes de que el cuerpo de Ojeda fuera hallado bajo cemento, con graves se?ales de torturas. Fue sacado 10 d¨ªas antes de madrugada desde su departamento por cinco hombres disfrazados de polic¨ªas. El fiscal del caso, H¨¦ctor Barros, dijo en abril que tras su homicidio est¨¢ el Tren de Aragua pero, adem¨¢s, que por el perfil de la v¨ªctima, el ¨²nico m¨®vil posible es el pol¨ªtico y que el crimen se organiz¨® desde Venezuela. Tambi¨¦n ha identificado a dos sospechosos, los venezolanos Walter Rodr¨ªguez y Maickel Villegas, quienes huyeron de Chile y estar¨ªan en Venezuela, por lo que Chile busca su extradici¨®n.
Marcano, quien est¨¢ becado por la Universidad Central de Chile en un doctorado en derecho y trabaja en su tesis sobre independencia judicial, ha seguido con especial atenci¨®n el caso de Ojeda. Como asilado pol¨ªtico, dice que enterarse de su secuestro ¡°fue alarmante¡±. ¡°Nosotros nos sent¨ªamos protegidos en Chile porque es un pa¨ªs libre, ordenado y sus instituciones nos dieron un abrazo de seguridad, del que estoy muy agradecido. Y frente a ese abrazo, fue espantoso¡±, dice mientras toma un sorbo de caf¨¦. ¡°Lo que sentimos fue preocupaci¨®n, pero no miedo. Preocupaci¨®n de que las autoridades no est¨¦n al tanto de que un cuerpo extranjero opere en Chile¡±, agrega.
El crimen de Ojeda ha provocado varias controversias diplom¨¢ticas entre Caracas y Santiago. El 6 de junio, por ejemplo, el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, contraviniendo a la indagatoria del fiscal Barros, dijo que el asesinato fue una ¡°operaci¨®n de falsa bandera¡± tramada por cuerpos de inteligencia chilenos y extranjeros con ¡°intereses espurios¡±. El Gobierno del presidente de izquierdas Gabriel Boric ha tildado sus dichos de ¡°inaceptables¡± y envi¨® una nota de protesta. Y este viernes Saab, en su cuenta de X, volvi¨® a la carga: catalog¨® de ¡°hist¨¦ricas y distorsionadas las declaraciones oficiales de voceros gubernamentales chilenos, en donde a trav¨¦s de su acostumbrado lenguaje soez vuelven a mentir en relaci¨®n al caso Ojeda, esta vez para decir que la Fiscal¨ªa venezolana no ha querido cooperar con la investigaci¨®n relacionada con ese lamentable homicidio¡±. Tambi¨¦n se?al¨® que en los antecedentes remitidos se incluyeron los ¡°reportes migratorios, datos biogr¨¢ficos y biom¨¦tricos de Walter Rodr¨ªguez y Maickel Villegas¡±.
Desde Europa, donde acompa?a a Boric en una gira, el canciller Alberto Van Klaveren ha dicho sobre Saab: ¡°Ya estamos acostumbrados a las declaraciones del fiscal nacional. Siempre lo he dicho: no es la persona m¨¢s indicada para recomendarnos alg¨²n tipo de procedimiento realmente¡±.
Pregunta. ?Es habitual que en Venezuela los fiscales emitan opiniones como se?alar que el crimen de Ojeda fue una ¡°operaci¨®n de falsa bandera¡±?
Respuesta. No es usual. Son opiniones imprudentes, inconvenientes y no profesionales. Porque cuando un fiscal va a hacer una declaraci¨®n, tiene que haber una investigaci¨®n. La investigaci¨®n de Chile es seria y yo conf¨ªo plenamente en la Fiscal¨ªa chilena.
P. ?Pens¨® desde el principio que pod¨ªa haber un m¨®vil pol¨ªtico en el crimen de Ojeda?
R. No me quedaba la menor duda de que era un crimen pol¨ªtico. Sin embargo, no pod¨ªa decir nada p¨²blicamente porque era una aventura que no quer¨ªa correr desde el punto de vista de entorpecer las investigaciones. Las caracter¨ªsticas de Ronald Ojeda eran las de un subteniente que vend¨ªa helados, ten¨ªa su esposa y trabajaba como supervisor de vigilancia. Iba caminando a su trabajo y una persona con esas caracter¨ªsticas, que se expusiera as¨ª, no est¨¢ metida en nada malo.
P. Usted junto a Beatriz Ruiz y Elenis Rodr¨ªguez pidieron protecci¨®n policial. ?Por qu¨¦ lo hicieron?
R. Ojeda ten¨ªa las mismas caracter¨ªsticas que nosotros. Adem¨¢s, ¨¦l era militante contra la dictadura. A pesar de que creo en la independencia judicial, y que la justicia independiente es la columna vertebral de un sistema democr¨¢tico, yo s¨ª me he hecho militante, pero de la libertad. Mientras en Venezuela no se cambie el r¨¦gimen y el sistema, todos los criminales van a refugiarse en Venezuela, porque el art¨ªculo 69 de la Constituci¨®n proh¨ªbe la extradici¨®n.
P. Rodr¨ªguez y Villegas huyeron aparentemente a Venezuela. ?Hay ingenuidad de Chile al querer su extradici¨®n? ?hay otra manera de traerlos?
R. Antes de la Constituci¨®n del 2000 hab¨ªa un tratado de extradici¨®n entre Venezuela y Chile. Pero cuando entra en vigencia esta Constituci¨®n y aparece el art¨ªculo 69 que proh¨ªbe extraditar a venezolanos, no hay condiciones. Est¨¢ el Convenio de Palermo, pero de acuerdo con la Constituci¨®n de Venezuela, ning¨²n tratado internacional puede vulnerar los principios constitucionales.
P. ?Entonces qu¨¦ posibilidad ve en el caso de Ojeda si una manera de avanzar es extraditar a los dos imputados?
R. No los van a extraditar. Primero, porque no hay voluntad pol¨ªtica y, segundo, porque la Constituci¨®n lo proh¨ªbe.
P. ?Y en qu¨¦ consistir¨ªa tener voluntad pol¨ªtica?
R. Que en funci¨®n de la gravedad de lo que est¨¢ ocurriendo no solo en Chile, sino en Am¨¦rica Latina, de que hay delincuentes que van, cometen delitos y regresan a Venezuela, se constituya el Congreso, se haga una reforma constitucional del art¨ªculo 69 y se elimine lo de la prohibici¨®n de extradici¨®n. Esto, para que entre en operaci¨®n el convenio de Palermo y funcione la cooperaci¨®n internacional para cr¨ªmenes transnacionales.
P. ?Alguna posibilidad?
R. No, ahorita no. Hasta que no haya un cambio de gobierno, todos los delitos que hayan cometido delincuentes venezolanos en el exterior, no van a tener sanci¨®n. Van a tener impunidad, porque el sistema penitenciario que hay actualmente es ineficiente. Las prisiones venezolanas son clubes nocturnos.
P. ?Entonces c¨®mo ve el panorama del caso de Ronald Ojeda? ?Cree que puede haber impunidad?
R. Mientras no haya un cambio en Venezuela, ese crimen va a quedar impune.
P. A fines de mayo, dos fiscales venezolanos aterrizaron en Chile por el caso de Ojeda, pero el Ministerio P¨²blico tiene la carpeta de investigaci¨®n reservada [y no les dio acceso].
R. La pregunta es, ?qu¨¦ viene a hacer aqu¨ª una fiscal¨ªa extranjera cuando hay soberan¨ªa de la investigaci¨®n, desde el punto de vista de la Constituci¨®n de Chile? Eso es delicad¨ªsimo.
P. ?Es usual este tipo de gestiones de los fiscales de Venezuela?
R. No. Para eso est¨¢ Interpol, que se forma a trav¨¦s de funcionarios de diferentes polic¨ªas. ?Qu¨¦ es eso de que vengan dos fiscales ac¨¢? Este fue un crimen pol¨ªtico, pero yo no s¨¦ qui¨¦n de all¨¢ lo mand¨® a hacer.
P. Fue el fiscal Barros quien dijo que el ¨²nico m¨®vil que queda es el pol¨ªtico, tras descartar otras tesis, y que el crimen se organiz¨® en Venezuela.
R. As¨ª es. Y para que esa investigaci¨®n llegue a la cadena, desde el autor ejecutor a la autor¨ªa mediata, es decir, conocido vulgarmente como autor intelectual, esta gente [Villegas y Rodr¨ªguez] tendr¨ªa que declarar.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Chile y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.