?ngel Valencia, fiscal nacional: ¡°Este nivel de violencia en Chile no puede seguir as¨ª¡±
El jefe del Ministerio P¨²blico habla con EL PA?S en una de las semanas m¨¢s duras de la crisis de seguridad, tras 16 de homicidios en menos de una semana. En uno de los cr¨ªmenes cuatro adolescentes, entre 13 y 17 a?os, fueron acribillados. ¡°Fue una masacre¡±, dice
En abril de 2023, cuando ?ngel Valencia (Santiago, 55 a?os) llevaba tres meses como fiscal nacional, se?al¨® que el asesinato en el centro de Santiago del carabinero Daniel Palma, quien recibi¨® un balazo en la cabeza durante una fiscalizaci¨®n (fue el tercer funcionario asesinado en 23 d¨ªas), fue ¡°un punto de inflexi¨®n¡± en la crisis de seguridad que vive Chile, ante la irrupci¨®n de una nueva delincuencia armada, principalmente bandas transacionales de crimen organizado. Un a?o m¨¢s tarde, el 27 de abril de 2024, el homicidio de tres polic¨ªas en Ca?ete, en la regi¨®n del Biob¨ªo, en la zona centro-sur, volvi¨® a marcar un hito. Y, apenas tres meses despu¨¦s, el fin de semana pasado, una ola de homicidios ¨C16 en menos de una semana¨C, dos de ellos m¨²ltiples en los municipios de Lampa y Quilicura, en la Regi¨®n Metropolitana, han vuelto a poner una bandera roja en la escalada de violencia.
La serie de asesinatos, todos cometidos con armas de fuego, ha empujado al Gobierno de izquierdas del presidente Gabriel Boric a impulsar y reforzar una bater¨ªa medidas con foco en la Regi¨®n Metropolitana de Santiago, y anunciar la construcci¨®n de una nueva c¨¢rcel de alta seguridad solo para l¨ªderes de bandas de crimen organizado, idea que Valencia explor¨® y propuso en marzo de 2023, cuando viaj¨® a Roma para observar el modelo antimafia italiano.
La ola de cr¨ªmenes empez¨® el fin de semana, cuando cuatro adolescentes, que ten¨ªan entre 13 y 17 a?os, fueron acribillados en una plaza en Quilicura, en la zona centro norte de la capital chilena: recibieron m¨¢s de 40 disparos desde un autom¨®vil, que luego la polic¨ªa hall¨® incendiado. Y, el mediod¨ªa del martes, cinco extranjeros ¨Ccuatro hombres y una mujer ¨C, murieron por impactos de balas en una fiesta en la comuna de Lampa.
La emergencia se ha instalado en La Moneda, donde Valencia ha sido protagonista de una serie de reuniones esta semana. Es una crisis que se agudiz¨® tras los dos homicidios m¨²ltiples y que a Valencia le ha provocado, dice en esta entrevista con EL PA?S, ¡°la sensaci¨®n de que estamos haciendo mucho y, pese a eso, no est¨¢ siendo suficiente¡±.
Pregunta. ?Qu¨¦ pens¨® cuando se enter¨® de los asesinatos de cuatro adolescentes en Quilicura?
Respuesta. No me deja de asombrar la extrema violencia a la que pueden llegar sujetos que se encuentran en Chile. Todav¨ªa no me acostumbro, no lo considero normal. Me resisto a pensar que es una situaci¨®n a la que tengamos que acomodarnos. Este nivel de violencia no puede seguir as¨ª. Cuando tuve conocimiento de lo que hab¨ªa ocurrido en Quilicura, y despu¨¦s, cuando me entero de lo de Lampa, me vino a la memoria una sensaci¨®n similar a la que tuve cuando ocurri¨® el homicidio del cabo Palma por la conmoci¨®n p¨²blica que ocasion¨®.
P. ?Por la forma en que Palma muri¨®?
R. As¨ª es. Pero, en lo personal, la sensaci¨®n fue de que estamos haciendo mucho y, pese a eso, no est¨¢ siendo suficiente. Tambi¨¦n recuerdo la sensaci¨®n de que, cuando ocurri¨® lo del cabo Palma, el Ministerio P¨²blico ya hab¨ªa formalizado [la investigaci¨®n] y ya estaban en prisi¨®n preventiva los autores de los homicidios de otros polic¨ªas ese a?o. No ten¨ªamos casos sin resolver, se hab¨ªan endurecido las penas para los homicidios y, adem¨¢s, tambi¨¦n se hab¨ªa permitido a Carabineros ocupar otro tipo de armamento. Pero, pese a eso, no dudaron en, pr¨¢cticamente, vaciar un cargador para dar muerte a un cabo que trat¨® de fiscalizarlos. Entonces, ahora pasa algo similar. Estamos trabajando duro, me consta que Carabineros lo hace muy duro; tambi¨¦n la Polic¨ªa de Investigaciones (PDI). Y nosotros estamos haciendo un esfuerzo adicional, pero pasan estas cosas y uno se pregunta qu¨¦ m¨¢s puede ser.
P. Usted dijo que el caso de Quilicura fue una masacre.
R. S¨ª. Dije que nosotros estamos hablando de un homicidio grave pero, en otros pa¨ªses, con propiedad se podr¨ªa hablar de masacre. En general, hay una masacre cuando hay un homicidio que afecta a cuatro personas o m¨¢s, que se comete en un espacio p¨²blico, a personas que son indefensas. Y aqu¨ª hay m¨¢s de cuatro personas, todas indefensas, en un espacio p¨²blico, todas muertas de una vez.
P. ?Y los cinco asesinatos de Lampa tambi¨¦n fueron una masacre?
R. En el caso de Lampa, los fiscales todav¨ªa est¨¢n investigando qu¨¦ es lo que ocurri¨®. Pero, lo que s¨ª sabemos es que fue dentro de un espacio cerrado, aparentemente. Tenemos que establecer si hubo una persona que dio muerte a todos los que se encontraban en el interior o hubo intercambios de disparos entre algunos de ellos. Es una situaci¨®n en investigaci¨®n, pero son igualmente graves estas muertes porque, adem¨¢s, hemos hablado de los homicidios, pero no de la cantidad de personas que resultaron heridas, como consecuencia de los disparos en Quilicura y Lampa.
P. Dijo que ¡°estamos haciendo mucho y, pese a eso, no est¨¢ siendo suficiente¡± ?qu¨¦ es lo que no est¨¢ funcionando?
R. Lo que quiero decir es que no est¨¢ siendo suficiente, no est¨¢ impidiendo que estas cosas sigan ocurriendo. Entonces, cuando pasa esto, es inevitable preguntarse qu¨¦ m¨¢s tenemos que hacer.
P. ?Con qu¨¦ tiene que ver esta situaci¨®n? ?Con m¨¢s persecuci¨®n o es el grado de violencia de estos grupos criminales?
R. Los delitos violentos son siempre multifactoriales. Pero es la investigaci¨®n la que va a poder determinar, en estos casos concretos, cu¨¢les fueron las motivaciones: si hay una banda que est¨¢ tomando venganza por hechos anteriores; si es una disputa dentro de una discoteca, o de una sala de baile informal, donde por una rencilla la gente empieza a dispararse. Pero s¨ª est¨¢ claramente establecido, en nuestra estad¨ªstica, que la situaci¨®n de los homicidios hoy en Chile, en comparaci¨®n con lo que viv¨ªamos hace cinco o diez a?os atr¨¢s, obedece a la actividad del crimen organizado.
P. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n en la Regi¨®n Metropolitana? En pocos d¨ªas hubo 16 y el presidente Boric ha reconocido que hay un ¡°problema grave¡±. ?Qu¨¦ piensa usted?
R. Que los n¨²meros permiten sostener lo que el presidente de la Rep¨²blica manifiesta. Y si analizamos la situaci¨®n, ya no de los promedios generales de homicidios a nivel del pa¨ªs, sino la puntual de la Regi¨®n Metropolitana, y de algunas de sus zonas, la situaci¨®n es muy grave y comparto su preocupaci¨®n. En consecuencia, todos tenemos que preguntarnos, considerando las funciones que cumplimos, qu¨¦ m¨¢s podemos hacer o qu¨¦ podemos hacer mejor para enfrentar ese problema. Esa es la pregunta que me ronda despu¨¦s de que estas cosas ocurren: ?Qu¨¦ podemos hacer mejor? ?Qu¨¦ estamos dejando de hacer? ?Qu¨¦ podr¨ªamos hacer para enfrentar esto de mejor manera?
P. ?Y en qu¨¦ est¨¢ pensando? ?Qu¨¦ ha propuesto? Ha estado en varias reuniones en La Moneda...
R. Agradezco que el Gobierno haya manifestado la disposici¨®n de respaldar una ampliaci¨®n del proyecto del Equipo de Crimen Organizado y Homicidios, ECOH [creado el a?o pasado ante el alza de estos delitos] hacia otras circunstancias que son graves, que requieren la atenci¨®n inmediata y a las cuales no est¨¢bamos llegando porque no tenemos el plan de fortalecimiento [del Ministerio P¨²blico] aprobado por ley, que est¨¢ pendiente. Son, principalmente, de algunos delitos violentos, como por ejemplo, los portonazos. Eso requer¨ªa de algunos fondos adicionales que el Gobierno se comprometi¨® a respaldar.
P. ?El trabajo de ECOH se va ampliar a los portonazos y encerronas?
R. S¨ª. Lo m¨¢s importante es la comunicaci¨®n inmediata. Hoy nos est¨¢n reportando [estos delitos] mediante un parte policial y, lo que vamos a hacer, es que Carabineros se comunique de inmediato con el fiscal, para que pueda disponer de diligencias. Lo que hemos propuesto es que haya un cambio legal que nos permita delegar atribuciones a las polic¨ªas, como lo hacen en todo el mundo desarrollado, en los pa¨ªses democr¨¢ticos, como Reino Unido, Canad¨¢, Alemania, Espa?a, Francia, Italia o Estados Unidos, donde las polic¨ªas pueden investigar estos delitos comunes sin necesidad de un orden previa del fiscal, sino que regulado por instrucciones generales, y no particulares, y que no nos tengan que llamar para realizar la primera diligencia cuando se produzca un robo de una camioneta o de una vivienda. Y lo segundo, es ampliar la iniciativa de ECOH con un foco especial en delincuentes prol¨ªficos. Esto, con un espacio diferenciado para los adolescentes y adultos, porque requieren estrategias diferentes.
P. ?Delincuentes prol¨ªficos en bandas?
R. Toda la experiencia internacional muestra que hay un peque?o grupo que comete un gran n¨²mero de delitos, y otro gran n¨²mero que comete una menor cantidad, y que son quienes tienen mejores posibilidades de reinserci¨®n si son tratados con una pena de medio libre. Pero, el otro grupo, que hace de la actividad delictual su forma de vida, necesita una estrategia diferenciada, especial, y tenemos que salir a buscarlos. Si conseguimos encarcelarlos, movemos la aguja significativamente porque interrumpimos la actividad de una banda, no s¨®lo el caso de una persona. Si vamos por los prol¨ªficos, podemos producir un impacto muy concreto en las comunidades, en los barrios o en las comunas en las cuales muchas veces se dice: ¡®los alcaldes saben qui¨¦nes est¨¢n cometiendo delitos, los vecinos saben cu¨¢les son las bandas, pero no se les investiga como banda sino que caso a caso¡¯.
?Primerizos o l¨ªderes de bandas?
P. Si los chilenos ya saben que hay crimen organizado, que hay bandas nacionales y transnacionales, que hay m¨¢s uso de armas en los homicidios. Si ya est¨¢ el diagn¨®stico ?Cu¨¢l es el paso siguiente?
R. Cuando asumimos el a?o 2023, no hab¨ªa cifras de homicidios consumados. Entonces, el nuevo equipo de la Direcci¨®n de estudios [de la Fiscal¨ªa Nacional] tuvo que construir la cifra, tratar de corregir, de adecuar y o de ajustar bien lo realmente ocurrido hacia atr¨¢s. Despu¨¦s de eso, recabar la de 2022, revisando no solo estad¨ªsticas, sino que carpeta por carpeta. Tampoco estaban definidos los lugares. Hoy tenemos esa informaci¨®n, pero no sirve de nada si no somos capaces de tomar decisiones sobre ellas. Pero algunas cosas se han hecho. Por ejemplo, el proyecto ECOH se aplica en doce ciudades y en diez regiones. Vamos a seguir mejorando sus n¨²meros porque nos sirven no solo para ilustrarnos de lo que pasa, sino que tambi¨¦n para tomar decisiones. Y yo, adem¨¢s, tengo la percepci¨®n de que en Chile hemos podido acercarnos a ciertos acuerdos generales sobre la problem¨¢tica.
P. ?Pero no est¨¢ claro hace tiempo ese acuerdo de lo que estaba pasando en Chile?
R. Yo creo que el a?o pasado no ten¨ªamos tanta claridad. Lo que ten¨ªamos era mucha informaci¨®n y mucho sentido com¨²n de los vecinos y de la ciudadan¨ªa de lo que ocurre en sus barrios hace mucho tiempo, pero no ten¨ªamos una informaci¨®n integrada que pudiese levantar toda esa informaci¨®n. Hoy d¨ªa la tenemos y eso nos ha ayudado, junto con la experiencia cotidiana, a tener algunos acuerdos generales sobre la problem¨¢tica. Hoy es dif¨ªcil que alguien sostenga que la permeabilidad de la frontera norte no es un problema para Chile. O el de la segregaci¨®n deficiente o insuficiente de nuestras c¨¢rceles, producto del hacinamiento. Hoy tenemos problemas con la segregaci¨®n y est¨¢n mezclados los l¨ªderes de las bandas con personas que no tienen esa calidad y no deber¨ªan estar juntos.
P. ?Eso est¨¢ pasando en el REPAS, la principal c¨¢rcel de alta seguridad de Chile?
R. Est¨¢ pasando en todos los penales por m¨²ltiples razones. Por ejemplo, porque llegan personas indocumentadas y no tenemos informaci¨®n sobre sus identidades, sus registros penales o sus prontuarios.
P. ?No saben si esa persona detenida es l¨ªder de una banda?
R. Hay personas que hoy d¨ªa est¨¢n presas como primerizas y desconocemos si han sido l¨ªderes de una banda en el extranjero o han tenido condena por delitos graves, simplemente, porque no sabemos qui¨¦nes son o porque nos han ocultado sus identidades. Formalmente, para nosotros aparece como una persona sin antecedentes. Entonces, el sistema carcelario lo trata como un sujeto que es primerizo. Nuestras leyes tienen que adecuarse, pero ya sabemos que tenemos problemas.
P. ?Y eso cu¨¢n grave es?
R. Es grave porque atenta contra la segregaci¨®n carcelaria, y permite que personas que son primerizas, por ejemplo, con delitos menores, de menor compromiso delictual, tengan contacto en las c¨¢rceles e, incluso corriendo el riesgo de que sean v¨ªctimas de sujetos que son delincuentes avezados. Y, por l¨®gica penitenciaria, no deber¨ªan estar juntos. Entonces hemos sido capaces de identificar un conjunto de problemas. Hoy en general tenemos grandes acuerdos, que antes ni siquiera estaban identificados. El punto es c¨®mo avanzamos en la ¡®solucion¨¢tica¡¯.
P. Entonces, hay un acuerdo en la problem¨¢tica ?y hay acuerdo en la soluci¨®n?
R. Hemos avanzado en acuerdos importantes. Por ejemplo, el proyecto de ley de reincidencia, que est¨¢ ahora en el Tribunal Constitucional, que esperamos que se pronuncie sin introducir modificaciones porque contiene medidas muy importantes, y aprobadas por una ampl¨ªsima mayor¨ªa en el Congreso, como la protecci¨®n de fiscales y de los intervinientes y porque, entre otros elementos, mejora nuestras capacidades de investigaci¨®n. Tambi¨¦n, est¨¢ pendiente el plan de fortalecimiento del Ministerio P¨²blico, que ojal¨¢ salga m¨¢s r¨¢pido, y la existencia de una fiscal¨ªa supraterritorial, que el a?o pasado solo era una propuesta. Adem¨¢s, el Gobierno acaba de anunciar una c¨¢rcel especial para los l¨ªderes del crimen organizado. Entonces, hay un conjunto de iniciativas que van avanzando. Pueden ser mejores, nos falta gente, pero hay una direcci¨®n. Me permito ser optimista, porque vivir situaciones dram¨¢ticas como las de Quilicura y Lampa es terrible, pero siento que podemos hacer lo mejor siempre, y que estamos haciendo esfuerzos importantes.
P. Usted viaj¨® a Italia a observar el modelo antimafia y sus penales, y luego propuso una c¨¢rcel para el crimen organizado. ?C¨®mo deber¨ªa ser el nuevo recinto de alta seguridad que se ha anunciado?
R. Me parece una iniciativa positiva. El combate al crimen organizado y a las mafias no puede descansar en la nobleza, coraje y valent¨ªa de las ciudadanas y ciudadanos comunes. Los delincuentes tienen que cooperar, delatarse entre s¨ª, para que haya informaci¨®n que nos permita desbaratar la banda, ojal¨¢ a los l¨ªderes, a¨²n a riesgo de enfrentarla y la venganza. Pero que hagan eso para evitar la c¨¢rcel y cumplir pena.
P. Pero, seg¨²n entiendo, hoy los miembros de bandas transnacionales no cooperan.
R. Cooperan poco.
P. ?Qu¨¦ herramientas se requieren para esa colaboraci¨®n?
R. El proyecto de Ley de reincidencia contiene herramientas muy importantes, porque establece normas sobre cooperaci¨®n calificada, que puede ser muy ¨²til. Y tambi¨¦n normas que benefician a los arrepentidos. Es decir, a gente que, estando condenada, pueda tener reducciones de condena si entrega informaci¨®n ¨²til para desbaratar bandas en casos de crimen organizado muy graves. Pero, para que eso funcione, tienes que tener un sistema penitenciario en el que la gente diga, antes de seguir cumpliendo condena, ¡®prefiero cooperar¡¯. Es decir, un est¨ªmulo. Porque, si el sujeto puede seguir delinquiendo desde dentro de la c¨¢rcel, si la banda sigue financiando la vida de su familia, si ellos mantienen silencio, si se puede seguir enriqueciendo desde dentro de la c¨¢rcel, si puede seguir teniendo contacto con su amistades y con su familia dentro de la c¨¢rcel, parece que es poco disuasiva.
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