Daniela Marzi, nueva presidenta del TC: ¡°La Constituci¨®n chilena admite interpretaciones que puedan ser progresistas¡±
La abogada, feminista y de izquierda, lidera el poderoso Tribunal Constitucional. En su primera entrevista, concedida a EL PA?S, destaca la importancia de que las mujeres est¨¦n ¡°en los espacios de toma de decisiones y ejercicio de poder¡±
En 2024, por primera vez en sus m¨¢s de 40 a?os de historia, el influyente Tribunal Constitucional (TC) chileno est¨¢ conformado por una mayor¨ªa de mujeres: seis de sus diez integrantes son abogadas. Es un hito, adem¨¢s, porque hasta 2022 solo hab¨ªa tenido cuatro juezas en sus registros, aunque nunca todas al mismo tiempo, pues ha sido desde su creaci¨®n liderado por magistrados. Daniela Marzi Mu?oz (Valpara¨ªso, 44 a?os), abogada de la Universidad de Valpara¨ªso, y mag¨ªster y doctora en derecho del trabajo, es parte de la nueva generaci¨®n de ministras. Feminista y de izquierda, fue nombrada por el presidente Gabriel Boric en abril de 2022. Asumi¨® la presidencia del TC este viernes, tras una elecci¨®n interna, por dos a?os. Reemplazar¨¢ en el cargo a la abogada Nancy Y¨¢?ez, tambi¨¦n designada por el oficialismo, y experta en derechos humanos y derecho ind¨ªgena.
Cuando las juezas, de distintas sensibilidades, representan hoy el 60% del TC, Daniela Marzi, en su primera entrevista como presidenta, se?ala: ¡°Es muy relevante que las mujeres estemos en todos los espacios, y en los espacios de toma de decisiones y ejercicio de poder. Y, tan relevante como eso, es que podamos hacerlo desde nuestras diferencias¡±. Y a?ade: ¡°Las ministras somos mujeres distintas, que venimos de formaciones acad¨¦micas y religiosas diferentes. No somos todas iguales en el an¨¢lisis pol¨ªtico. Tenemos diferencias, y con esa riqueza ejercemos la actividad jurisdiccional al igual que los hombres. Me parece muy importante que estemos aqu¨ª, y que podamos hacer este trabajo con la misma autonom¨ªa que lo han hecho los hombres, respet¨¢ndose las diferencias. Pero tambi¨¦n hay muchos aspectos que compartimos¡±.
De acuerdo con la Constituci¨®n chilena, el presidente de la Rep¨²blica puede nombrar a tres integrantes, el Congreso a cuatro y la Corte Suprema, tres, en cargos que duran nueve a?os.
El TC es un ¨®rgano con un peso mayor en Chile, pues incluso puede echar abajo una ley o una reforma. Adem¨¢s, quien ejerce la presidencia, en este caso Marzi, tiene una potestad tanto ¨²nica como controvertida: el voto dirimente. Ello implica que, cuando hay un empate de cinco y cinco, puede inclinar la balanza.
Hist¨®ricamente, el TC fue muy criticado por la izquierda chilena. Incluso, en 2022, en el primero de los dos intentos fallidos por cambiar la Constituci¨®n ¨Cque naci¨® en 1980 en la dictadura de Augusto Pinochet, pero que en 2005 se reform¨® en el Gobierno del socialista Ricardo Lagos (2000-2006)¨C, los convencionales de izquierdas propusieron eliminarlo e impulsar un nuevo ¨®rgano, con mucho menos poder.
Gran parte de esos cuestionamientos de las izquierdas al TC se focalizaban porque, con otro perfil de jueces, emiti¨® algunas sentencias de corte conservador, por ejemplo, la objeci¨®n de conciencia institucional en la ley de aborto tres causales. Tambi¨¦n durante a?os paraliz¨® causas de violaciones a los derechos humanos cometidas en la dictadura por recursos presentados por exmilitares procesados, a la espera de su resoluci¨®n en la justicia ordinaria. En 2022, el t¨¦rmino del periodo de dos magistrados que hab¨ªan sido nombrados por el expresidente de la derecha tradicional Sebasti¨¢n Pi?era (2010-2014, 2018-2022), permiti¨® la llegada de Marzi y Y¨¢?ez. Y una de las primeras resoluciones de un caso de connotaci¨®n p¨²blica ocurri¨® en marzo de 2023, cuando Boric sorte¨® en el TC sus pol¨¦micos indultos a condenados por delitos cometidos en el estallido social de 2019.
Pregunta. Durante a?os el TC recibi¨® cr¨ªticas por algunos de sus fallos: la paralizaci¨®n de casos de derechos humanos; la objeci¨®n institucional del aborto en tres causales o cuando rest¨® atribuciones al Servicio Nacional del Consumidor. ?C¨®mo miraba usted al tribunal en ese tiempo?
Respuesta. Lo miraba con una perspectiva cr¨ªtica.
P. Se dec¨ªa que era una instituci¨®n muy conservadora.
R. Lo miraba con una perspectiva cr¨ªtica porque me parece que en esas ocasiones que menciona, se afect¨® el trabajo que se hab¨ªa hecho en el Congreso para ciertas pol¨ªticas que eran relevantes. Pero, estando dentro, me parece que si el Tribunal Constitucional ejerce sus competencias de manera restrictiva, no tiene esa funci¨®n de afectar las pol¨ªticas que vienen del Congreso de manera dr¨¢stica o total. Normalmente, la ley es compatible con la Constituci¨®n y, excepcionalmente, hay casos en que no lo es.
Feminista, pero no activista
Daniela Marzi creci¨® en el cerro Florida en Valpara¨ªso, una ciudad ubicada a 120 kil¨®metros de Santiago: viaja a diario a la capital de Chile para trabajar en el TC. El lugar donde naci¨®, dice, tiene un significado especial: ¡°Es un puerto, y los puertos son sociedades mezcladas¡±. Y agrega: ¡°Valpara¨ªso es mucho m¨¢s que esa idea sofisticada de lo patrimonial. Es una ciudad, probablemente, mucho menos segmentada que otras¡±.
P. ?Y eso le acomoda?
R. Me acomoda. Porque a mi me gusta que las cosas est¨¦n a la vista. Me sentir¨ªa en peligro si sintiera que vivo en una burbuja, por m¨¢s bonita que sea. Sentir¨ªa que me estoy perdiendo de algo.
Sus padres, ambos abogados, trabajaban para el Estado: su pap¨¢ en el Servicio de salud de Valpara¨ªso y su mam¨¢ en el Servicio Nacional de Consumidor (Sernac). ¡°Ambos funcionarios p¨²blicos, y eso es muy significativo. Crecer en una casa donde el trabajo de los padres es producir un bien p¨²blico, es distinto. Por ello, hasta hoy estoy en Fonasa (el Fondo Nacional de Salud, p¨²blico)¡±.
Previo a llegar al TC, Daniela Marzi trabajaba como profesora de derecho del trabajo en la Universidad de Valpara¨ªso. Y en 2017, un a?o antes, destaca, del ¡®mayo feminista¡¯ chileno de 2018, dirigi¨® la primera Unidad de igualdad y diversidad. ¡°Es decir, la que implementaba las pol¨ªticas de g¨¦nero¡±. De ese periodo recuerda que Osvaldo Corrales, entonces secretario general de la universidad y hoy rector, ¡°pudo anticipar ese escenario. ?l se dio cuenta que el acoso sexual y las pr¨¢cticas sexistas iban a hacer crisis, y que hab¨ªa que impulsar pol¨ªticas de g¨¦nero en lo que se ense?aba¡±.
En 2020, Marzi asumi¨® un alto cargo en la Universidad de Valpara¨ªso, de secretaria general, y reemplaz¨® a Corrales. Estaba en ese puesto cuando fue nombrada por Boric en el TC.
Al feminismo, se?ala EL PA?S, lleg¨® en 2016, a prop¨®sito del estudio de la reforma sindical, ¡°en la que hab¨ªa algunos elementos de g¨¦nero que eran muy llamativos porque no eran producto de una gran demanda, sino del resultado de la existencia del Ministerio de la Mujer y la Igualdad de G¨¦nero¡±.
¡°Yo no tengo una historia de militancia en el feminismo, y tampoco soy activista¡±, acota. Y recalca que se acerc¨® por el estudio: ¡°Las teor¨ªas de g¨¦nero en el ¨¢mbito del trabajo son muy interesantes, y ah¨ª empec¨¦ a encontrar un material mucho m¨¢s cr¨ªtico; en que hab¨ªa una reflexi¨®n que revisaba nuestros paradigmas disciplinares de forma muy profunda. Entonces, me gusta m¨¢s [el feminismo] por el lado de la investigaci¨®n. Y, por otro lado, son cuestiones que a uno le permiten tomar conciencia respecto de su propia trayectoria y de las experiencias que ha tenido. Como fue desde la universidad, tuvo que ver m¨¢s bien desde un papel de c¨®mo poner al d¨ªa una instituci¨®n, pero una instituci¨®n siempre es un espacio tradicional¡±.
El voto dirimente y la Constituci¨®n
P. En los dos procesos constitucionales, fracasados, al TC se le quitaban atribuciones. Por ejemplo, el voto dirimente, que ahora lo tiene usted, es muy criticado.
R. Es que uno no puede no ocuparlo. La ley dice que tu voto vale por dos, y no es que sea renunciable. Es un tema que, probablemente, es m¨¢s f¨¢cil de poner en duda respecto de por qu¨¦ un presidente, que es elegido entre sus pares para dirigir el tribunal, tenga un voto que valga el doble que el de un colega.
P. ?Usted antes era cr¨ªtica del voto dirimente?
R. S¨ª. Por lo mismo, porque no tiene mucha explicaci¨®n y produce un desequilibrio que es complejo.
P. Pero as¨ª como ha salvado leyes y reformas, de distintos gobiernos, este voto doble tambi¨¦n las ha hecho caer.
R. Pero eso depende del lado que uno est¨¦ mirando. Si eso es as¨ª, entonces no es una instituci¨®n tan justificable.
P. Usted, probablemente, lo tenga que usar.
R. Y lo usar¨¦. Pero si se decide en el espacio que corresponda que sea modificado, me parece que es razonable.
P. Chile ha tratado dos veces de cambiar su Carta Fundamental ?Qu¨¦ opina de la Constituci¨®n?
R. Cuando me toc¨® escribir sobre temas vinculados a la Constituci¨®n, en el ¨¢rea del derecho del trabajo, siempre sostuve que la Constituci¨®n no ten¨ªa tantas limitaciones como se sosten¨ªa, ni tantos cerrojos ni prohibiciones para la libertad sindical, por ejemplo. Y eso es algo que se ha expresado en los fallos de los ¨²ltimos a?os, lo que significa que el legislador puede hacer muchas cosas que se propon¨ªan en los procesos [constitucionales]. Entonces, en lo que me ha tocado estudiar, la Constituci¨®n no es tan compleja, sino que tiene que ver con su interpretaci¨®n. Hay otras ¨¢reas en las que podr¨ªa avanzarse, pero me parece que hay mucho espacio para la legislaci¨®n en este momento.
P. ?Por ejemplo?
R. Por ejemplo, la Constituci¨®n no dice la palabra subsidiariedad, eso es m¨¢s bien una armonizaci¨®n. Y el derecho tiene mucha interpretaci¨®n. Yo tiendo a pensar que el legislador, si se lo propone, puede hacer mucho m¨¢s de lo que a veces piensa.
P. La Constituci¨®n chilena, que ha tenido m¨¢s de 60 reformas, naci¨® en 1980 en la dictadura de Pinochet ?Cree que tiene un pecado de origen por eso y que esa sigue siendo una raz¨®n para cambiarla?
R. Yo pienso que fue la raz¨®n del resultado del primer plebiscito [liderado por una mayor¨ªa de izquierdas y rechazado por el 62% de los chilenos en 2022]. Y despu¨¦s de dos plebiscitos, no estoy segura de que se pueda volver sobre la idea del pecado original. Esta Constituci¨®n puede ser modificada en lo que se considere, y admite interpretaciones que puedan ser m¨¢s progresistas, como por ejemplo, aquella que le da mayor apertura al derecho internacional.
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