Javier Arg¨¹ello, escritor: ¡°El peligro de la inteligencia artificial es creer que puede reemplazar nuestra toma de decisiones¡±
El autor argentino-chileno de ¡®Cuatro cuentos cu¨¢nticos¡¯ y ¡®Los l¨ªmites de la ciencia¡¯ aborda los v¨ªnculos entre la f¨ªsica y la literatura
Javier Arg¨¹ello (Santiago de Chile, 52 a?os), escritor argentino-chileno con residencia en Barcelona, Espa?a, combina la narrativa con la f¨ªsica, una mezcla que pudiera parecer incompatible, pero que ¨¦l ha convertido en una forma de profundizar en teor¨ªas como la f¨ªsica cu¨¢ntica. El autor de los recientes libros Cuatro cuentos cu¨¢nticos (Random House) y Los l¨ªmites de la ciencia (Debate), que estuvo en noviembre en Chile, espec¨ªficamente en Puerto Ideas Valpara¨ªso 2024, recuerda que su inter¨¦s por llevar la f¨ªsica a trav¨¦s de la narrativa se aviv¨® cuando un f¨ªsico y pianista chileno le dijo: ¡°La gente disfruta mucho de la m¨²sica sin entender que son las corcheas. Me encantar¨ªa que pudieran disfrutar de la f¨ªsica sin entender de las ecuaciones¡±.
En esta entrevista, realizada en un caf¨¦ en el municipio de Providencia en la zona oriente de Santiago, Arg¨¹ello dice que esa idea del pianista es, precisamente, su voluntad: ¡°Quiero que se entienda la f¨ªsica sin entender las ecuaciones¡±. En sus historias, como las plasmadas en los Cuatro cuentos cu¨¢nticos, lanzado a comienzos de 2024, se suelen cruzar los tiempos, mezclar la ficci¨®n con la realidad, o simplemente se encuentran el pasado y el futuro en un mismo plano. Es decir, hay situaciones de la vida cotidiana que ponen de manifiesto los postulados de la mec¨¢nica. El escritor adelanta que en marzo lanzar¨¢ su nuevo libro en Espa?a, El d¨ªa que inventamos la realidad, que aborda el largo viaje de la conciencia desde el Big Bang hasta la inteligencia artificial (IA).
Pregunta. ?C¨®mo llevar la f¨ªsica a trav¨¦s de la literatura?
Respuesta. Eso es lo que estoy intentando y me parece un juego muy divertido, porque desde ni?o me ha parecido muy raro que todos asumamos que esta realidad es una y la misma para todos. Entonces, cuando encontr¨¦ una teor¨ªa de la f¨ªsica, de la ciencia por excelencia, que postulaba la posibilidad de que eso no fuera tan as¨ª, me interes¨® mucho. Y ah¨ª me puse a estudiar en profundidad. Hoy trabajo con f¨ªsicos.
El l¨ªmite de la f¨ªsica es b¨¢sicamente su lenguaje, el cual es el de la matem¨¢tica. Todos los lenguajes tienen limitaciones, y tambi¨¦n la matem¨¢tica. Es decir, matem¨¢ticamente podemos explicar hasta cierto punto, pero m¨¢s all¨¢ no.
P. ?C¨®mo avanzar m¨¢s all¨¢ de lo que se puede llegar con la matem¨¢tica?
R. Hay f¨ªsicos muy ortodoxos que dicen que, si no es el m¨¦todo cient¨ªfico, no es ciencia y punto. Pero tambi¨¦n hay f¨ªsicos y neurocient¨ªficos que tambi¨¦n piensan esto no es solo matem¨¢tica, y c¨®mo hacer para juntar disciplinas y enriquecer la explicaci¨®n.
P. ?Se refiere a un enfoque m¨¢s hol¨ªstico?
R. Exactamente. Me interesa eso, en todos los ¨¢mbitos de la experiencia humana: volver a juntar, no tener todo tan parcializado.
P. ?Qu¨¦ tan dif¨ªcil es ese ejercicio de mezclar la f¨ªsica con la literatura?
R. Es tan dif¨ªcil que una amiga f¨ªsica me dec¨ªa: ¡°La teor¨ªa de cuerdas es muy sencilla en matem¨¢ticas: es poner una ecuaci¨®n y resolver. Lo que est¨¢s tratando de hacer es muy dif¨ªcil¡±.
P. ?Por tratar de llevarlo a lo humano?
R. No solo a lo humano, sino a lo cotidiano, al d¨ªa a d¨ªa.
P. ?Los relatos que nos contamos pueden construir nuestra idea del mundo?
R. La construyen. Todo lo que crees acerca del mundo y de ti misma es un relato que crees que se te ocurri¨® a ti, pero no: te lo cont¨® un profesor, lo le¨ªste en alg¨²n lado o tus padres lo leyeron en alg¨²n lado y te lo transmitieron. Me parece interesante, como una especie de terapia, concientizar ese relato para, incluso, liberarte de ¨¦l y tomar decisiones. Si no, funcionamos en autom¨¢tico.
P. ?Estamos dominados por un relato?
R. Siempre estamos dominados por un relato, pero la paradoja es que no puedes liberarte de todos. La idea de que es posible ver la realidad, tal cual es, me parece una locura.
P. Plantea que los avances en rob¨®tica e inteligencia artificial hacen fantasear con la idea de crear vida sintiente. ?Hay peligro en ello?
R. No creo que sean peligrosos. El peligro de la inteligencia artificial est¨¢ en entender mal su sentido.
P. ?En qu¨¦ sentido?
R. Ser¨ªa largo explicar por qu¨¦ una m¨¢quina no piensa, pero puedo decir que los grandes expertos en inteligencia artificial no tienen dudas de que una m¨¢quina no piensa, le parece absurdo. Hay un problema como de nombre, pues cuando le pones inteligencia artificial, entonces se piensa que es inteligente. Es como cuando dicen ¡®redes neuronales¡¯, y hace pensar que las neuronas funcionan de esa manera, como si fueran unos ordenadores conectados. No, las neuronas son m¨¢s complejas, pero cuando le ponen el nombre ya se genera una confusi¨®n. Si todav¨ªa no sabemos lo que es la conciencia, entonces es completamente absurdo pensar que una m¨¢quina pueda pensar. Es m¨¢s f¨¢cil que un ¨¢rbol hable a que un chip piense.
El peligro de la IA es creer que puede reemplazar nuestra responsabilidad en la toma de decisiones, nuestro dominio de hacia d¨®nde vamos a dirigir nuestros destinos. Eso no lo pueden hacer. Las m¨¢quinas son cero y unos. No tienen intenci¨®n, porque la intenci¨®n nace de la experiencia y no tienen experiencia propia.
P. Hay muchos oficios que se han maquinizado. ?Qu¨¦ piensa de eso?
R. Como los seres humanos hemos ido maquinizando muchas de nuestras actividades, empezamos a ser reemplazables por m¨¢quinas. Esto sucede no porque la m¨¢quina haya avanzado hacia la humanidad, sino porque los humanos hemos avanzado hacia la maquinizaci¨®n.
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