El lugar del m¨¦rito en el socialismo renovado chileno

En abril de 2024, un grupo de socialistas y militantes del Partido por la Democracia (PPD) publicaban un Manifiesto del socialismo democr¨¢tico. En dicho documento, se planteaban las primeras bases para un nuevo esfuerzo renovador del socialismo chileno, emulando una primera forma de renovaci¨®n que tuvo lugar a comienzos de los 80, cuando el pa¨ªs estaba gobernado por una dictadura militar.

Desde entonces, hubo algunas reacciones a ese documento, todas ellas m¨¢s bien t¨ªmidas. Sin embargo, hay un tema que fue colocado por un intelectual como posible principio organizador de una nueva renovaci¨®n socialista, el m¨¦rito, y cuyo potencial aun no se percibe con claridad. En varias columnas de opini¨®n, el soci¨®logo Mauro Basaure ha propuesta hacer del m¨¦rito un leitmotiv de la renovaci¨®n, argumentando que el m¨¦rito no es una ideolog¨ªa individualista (esa ideolog¨ªa existe, y se le llama ¡®meritocracia¡¯, que no es de lo que habla Basaure), sino un esquema de organizaci¨®n de la sociedad en la que no solo se premia el esfuerzo individual, sino que ese premio debe estar orientado al bien com¨²n. Dicho de otro modo, el m¨¦rito no debe ser entendido como la gratificaci¨®n que un individuo obtiene ¨²nicamente por su esfuerzo, en la m¨¢s completa indiferencia por el resto de las personas que componen una sociedad: si este fuese el argumento por el m¨¦rito, de izquierda tiene poco, y de socialista nada.

Lo que falta por explicar es el principio mediante el cual el m¨¦rito es consagrado, produciendo efectos individuales en quien est¨¢ siendo realzado, pero sobre todo por las consecuencias sobre la organizaci¨®n de la sociedad. Ese principio, que fue brillantemente teorizado por Axel Honneth en un libro cl¨¢sico, es el reconocimiento. En la ideolog¨ªa de la meritocracia que fue devastadoramente criticada por Michael Sandel (en La tiran¨ªa del m¨¦rito), la ¨²nica dimensi¨®n de la realidad que posee centralidad es la del individuo, quien, a punta de esfuerzo, dinero, redes y recursos de todo tipo, maximiza su inter¨¦s propio, con lo cual la sociedad que ¨¦l habita es una sociedad en donde hay ganadores, pero sobre todo muchos perdedores.

La pregunta que subyace al argumento por el m¨¦rito que instala Basaure es: ?En qu¨¦ sentido el m¨¦rito puede ser el resultado generalizado de una pol¨ªtica del reconocimiento? En el libro de Honneth (La pol¨ªtica del reconocimiento), lo que esa pol¨ªtica resalta y reconoce es la identidad, cuyo efecto consagratorio produce satisfacci¨®n y orgullo en las personas que est¨¢n siendo idealmente reconocidas por un otro generalizado: desde minor¨ªas sexuales hasta grupos ¨¦tnicos, cuyas luchas han logrado rendir frutos en las batallas por liberarse de viejas, eventualmente antiqu¨ªsimas formas de dominaci¨®n (desde el patriarcado hasta la supremac¨ªa de un grupo racial).

Pues bien, si este tipo de reconocimiento se inscribe por derecho propio en las luchas socialistas, se trata de un reconocimiento demasiado estrecho para que este permita afirmar que en ¨¦l se est¨¢ dibujando una forma socialista de sociedad. Me parece que en las luchas por el reconocimiento de identidades no hay necesariamente socialismo: otras familias doctrinarias y culturales pueden perfectamente asumir como propias estas luchas, como por ejemplo algunas formas de liberalismo pol¨ªtico.

De esto se sigue que pueden estar involucradas en una pol¨ªtica del reconocimiento cosas distintas a las de la identidad, como por ejemplo formas de m¨¦rito que resultan ser reconocidas porque son admirables. ?Por qu¨¦ ser¨¢ que en tiempos extremos como los de la pandemia por COVID 19 tantas profesiones que, en tiempos normales, eran concebidas como menores ganaron tanto prestigio? Es durante esta crisis que se transformaron en objeto de admiraci¨®n oficios tales como los de recolectores de basura, profesionales de la salud, repartidores y tantas otras cosas que evidentemente ya conoc¨ªamos, pero que durante la pandemia pudimos percibir el m¨¦rito de las personas que las desempe?aban.

La propuesta de Mauro Basaure es sumamente valiosa porque, adem¨¢s de establecer la diferencia entre m¨¦rito y meritocracia, balbucea la pol¨ªtica que se encuentra detr¨¢s del m¨¦rito, la del reconocimiento de funciones sociales. Es muy importante entender el m¨¦rito desde el lado del reconocimiento ya no solo de una identidad, sino de las funciones que muchas personas desempe?an en carne propia (viven de ese tipo de oficios o trabajos), pero que sobre todo operan en la direcci¨®n del bien com¨²n: sociedades limpias, poblaciones enfermas a las que se les ayuda, etc. Hay algo muy valioso en esta discusi¨®n: ?C¨®mo ser¨ªa una sociedad en donde el reconocimiento no opera de modo generalizado? ?qu¨¦ hubiese sido de nuestras vidas si durante la pandemia no hubiese operado el reconocimiento del m¨¦rito de quienes ejerc¨ªan funciones que pocos estaban en condiciones de ejercer? M¨¢s profundamente, y es en este sentido que hay una pregunta socialista por la organizaci¨®n colectiva, ?c¨®mo ser¨ªa una sociedad en donde el principio del reconocimiento opera en distintos niveles? ?no hay all¨ª la posibilidad de una sociedad fraterna?