Sin colaboraci¨®n no hay vacuna

La ¨¦lite de la inmunolog¨ªa norteamericana ha considerado necesario difundir un mensaje n¨ªtido: sin colaboraci¨®n entre la ciencia p¨²blica y las farmac¨¦uticas no hay vacuna. Como la ciencia p¨²blica es un empe?o internacional, se infiere que tambi¨¦n es necesaria la cooperaci¨®n entre todos los pa¨ªses que est¨¦n en condiciones de aportar algo. El mundo necesita todos sus recursos para desarrollar una vacuna segura y eficaz y distribuirla a miles de millones de personas de todo el planeta. Muchas compa?¨ªas farmac¨¦uticas e institutos p¨²blicos est¨¢n intentando distintos enfoques para crear una vacuna contra el coronavirus, lo que constituye una buena estrategia ahora que nadie tiene la menor idea de qu¨¦ l¨ªnea de investigaci¨®n puede funcionar mejor. Tarde o temprano, sin embargo, ser¨¢ necesario un organismo de coordinaci¨®n para centrar los recursos en la direcci¨®n m¨¢s prometedora: en la m¨¢s ¨²til no para un pa¨ªs ni una clase social, sino para un planeta. Es lo que tienen las pandemias.

¡°Manufacturar miles de millones de dosis de vacuna requiere toda la capacidad de producci¨®n de vacunas del mundo entero¡±

Lawrence Corey, John Mascola, Anthony Fauci y Francis Collins ¨Csus curr¨ªculos no me cabr¨ªan en esta columna, digamos que son la plana mayor de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), la mayor maquinaria p¨²blica de investigaci¨®n biom¨¦dica del mundo¡ª proponen en ¡®Science¡¯ un programa de colaboraci¨®n entre la ciencia p¨²blica y privada, llamado ACTIV, para acelerar los f¨¢rmacos y vacunas contra la covid-19. No solo incluye f¨®rmulas para sumar esfuerzos durante la investigaci¨®n inicial, sino tambi¨¦n para armonizar los ensayos cl¨ªnicos subsiguientes, probando las mejores vacunas en paralelo y siguiendo unos protocolos comunes que permitan compararlas.

La obra de literatura fant¨¢stica que Donald Trump tiene por modelo mental del mundo no se est¨¢ revelando muy eficaz en su conflicto con la realidad. Los NIH, financiados por el contribuyente estadounidense, ya se han asociado a la agencia del medicamento de ese pa¨ªs (FDA) y a su hom¨®loga europea (EMA), a los CDC de Atlanta, al departamento de Defensa, a representantes de la ciencia universitaria y a 15 compa?¨ªas farmac¨¦uticas, en un foro que discute el dise?o de los ensayos cl¨ªnicos, comparte los datos en tiempo real y promueve la colaboraci¨®n. Los jefes de los NIH creen necesario instituir cuanto antes unas comisiones independientes para revisar los ensayos cl¨ªnicos y evaluar su eficacia y seguridad. El programa ACTIV aspira a un alcance global, como merece una pandemia, y planea coordinarse con la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) y otras instituciones internacionales y filantr¨®picas.

Por ¨²ltimo est¨¢ el tema de la producci¨®n a gran escala. ¡°Manufacturar miles de millones de dosis de vacuna requiere toda la capacidad de producci¨®n de vacunas del mundo entero¡±, dice Corey. Hay que financiar ya los numerosos pasos del proceso, de la cadena de fr¨ªo del sistema de distribuci¨®n a la cobertura cl¨ªnica de la poblaci¨®n pasando por el rellenado de los viales y los costes de las materias primas. La colaboraci¨®n no es seguramente el fuerte del Homo sapiens, pero sin eso no hay vacuna. ?T¨² qu¨¦ prefieres?

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