El test del cerdo

Lo siento de veras, pero no puedo evitar re¨ªr para mis adentros cuando imagino la cara que estar¨¢n poniendo los gestores sanitarios al enterarse de que hay una nueva amenaza pand¨¦mica coci¨¦ndose en las piaras chinas de cerdos. ¡°?Oh vamos, Hildy!¡±, bramar¨ªa el director de peri¨®dicos Walter Burns, ¡°?es que no ten¨ªamos bastante con el jeringado coronavirus como para que ahora me vengas con esa petarda de gripe porcina de la que, por cierto, no hab¨ªas escrito una sola coma hasta ahora, fallida larva de gacetillero?¡± Pero Walter, protestar¨ªa Hildy, lo mencion¨¦ ayer en el segundo p¨¢rrafo, y el director le responder¨ªa: ¡°Oh vamos, Hildy, ?qui¨¦n lee el segundo p¨¢rrafo?¡±. Me imagino escenas parecidas en todos los altos despachos de la pol¨ªtica sanitaria occidental. En plena pandemia les ha llegado el m¨¢s inesperado de los estorbos: otra pandemia.

Aclaremos primero los hechos. Es muy improbable que la gripe porcina del gigante asi¨¢tico suponga una amenaza a corto plazo. Los datos de la investigaci¨®n china, publicada en PNAS, est¨¢n obtenidos entre 2011 y 2018. Revelan un crecimiento sostenido entre las piaras de una variante del virus de la gripe, llamada G4, que puede saltar del cerdo a la persona, pero no ha cruzado hasta ahora la l¨ªnea roja, que es el contagio entre personas. El l¨ªder de la virolog¨ªa de la gripe del siglo XX, Robert Webster, reci¨¦n retirado del Hospital Infantil Saint Jude de Memphis, Tennessee (EE UU), recuerda con una moderada preocupaci¨®n que China tiene la mayor poblaci¨®n de cerdos del planeta, cerca de 500 millones, pero a?ade con estilo caracter¨ªstico: ¡°Simplemente no sabemos cu¨¢ndo va a ocurrir una pandemia hasta que ocurre la maldita cosa; ?lo conseguir¨¢ esta? Sabe Dios¡±. Pues si el que lo sabe es Dios, pensar¨¢ el lector, estamos apa?ados.

El virus porcino detectado en China es un prodigio de la cocteler¨ªa gen¨¦tica. Consiste en una combinaci¨®n de tres virus dispares: una gripe aviar euroasi¨¢tica, la famosa gripe A que estall¨® en M¨¦xico en 2009 y un virus H1N1 norteamericano que a su vez es una combinaci¨®n de gripes aviares, humanas y porcinas. Una de las grandes ventajas evolutivas de los virus de la gripe es que su genoma est¨¢ dividido en ocho piezas. Cuando dos virus distintos ¨Cuno de origen aviar y otro humano, por ejemplo¡ª infectan al mismo cerdo, las ocho piezas se ensamblan en todas las combinaciones posibles y generan en cada ciclo part¨ªculas infecciosas nuevas, a veces mejor adaptadas a una especie u otra, m¨¢s letales o menos, en configuraciones muy dif¨ªciles de predecir.

Hasta aqu¨ª los hechos. Ahora piense la lectora: si fuera usted la asesora cient¨ªfica de un Gobierno, ?qu¨¦ recomendar¨ªa a su presidente? ?Invertir en medidas de prevenci¨®n contra el nuevo virus porcino? Las hay, pero cuestan una pasta. ?Alertar a la poblaci¨®n para evitar futuros ataques de la oposici¨®n? ?Sosegar a toda costa cualquier inquietud que pueda perjudicar todav¨ªa m¨¢s la econom¨ªa? La nueva gripe no parece acuciante, pero tiene inter¨¦s sociol¨®gico. Es el test del cerdo.

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