Un estudio indica la posibilidad de que los visones sean un reservorio para la transmisi¨®n de la covid a humanos

La propagaci¨®n de la covid-19 hasta m¨¢s de 40 de las cerca de 120 granjas de visones para peleter¨ªa de los Pa¨ªses Bajos ha obligado al Gobierno a sacrificar a m¨¢s de un mill¨®n de ejemplares desde el 6 de junio, y a adelantar al a?o pr¨®ximo el cierre de la industria -previsto para 2024- por temor a que las fincas se convirtieran en un reservorio v¨ªrico capaz de generar nuevos brotes entre los humanos. A los cient¨ªficos, la presencia del coronavirus en unas explotaciones concentradas al sur del territorio nacional les ha permitido analizar su salto entre especies, porque si bien los visones son susceptibles a este tipo de virus, ahora se ha visto que no solo se enferman entre ellos. Tambi¨¦n los humanos pueden contagiarles, y se presenta a su vez como plausible la primera transmisi¨®n del vis¨®n a la persona. Al menos en dos casos, anunciados el 19 y el 25 de mayo, respectivamente. El borrador del trabajo cient¨ªfico que describe las diferentes rutas v¨ªricas observadas se puede consultar en el servidor bioRxiv, que publica informes que no han pasado a¨²n el escrutinio acad¨¦mico de otros expertos en el mismo campo: la revisi¨®n por parte de pares.

La primera alerta de la covid-19 surgi¨® en China, y ¡°se sabe que hay un virus de este tipo entre los murci¨¦lagos, y tal vez tambi¨¦n entre los pangolines, pero seguimos sin una respuesta clara; a los Pa¨ªses Bajos, por ejemplo, lleg¨® de Italia y ya hab¨ªa mutado¡±, dice Wim van der Poel, investigador jefe del ¨¢rea de Virus Emergentes y Zoonosis del Centro de Investigaci¨®n Bioveterinaria de la Universidad de Wageningen (WBVR, en sus siglas en ingl¨¦s). ¡°Tampoco estamos seguros de que el escenario originario del contagio fuera un mercado chino con distintas especies para el consumo¡±, a?ade, en conversaci¨®n telef¨®nica.

Van der Poel es uno de los firmantes del trabajo que puede leerse en bioRxiv, en el que tambi¨¦n colaboran colegas de las universidades neerlandesas de Utrecht y la Erasmus, de R¨®terdam, y ha secuenciado el genoma de un centenar de personas en 16 granjas de visones, para compararlo despu¨¦s con el de otros ciudadanos guardado en la base de datos nacional de la covid-19. ¡°Del an¨¢lisis del genoma del virus de los must¨¦lidos concluimos que hab¨ªa tres grandes cl¨²ster gen¨¦ticos [agrupamiento de genes relacionados entre s¨ª] y dos m¨¢s peque?os. Aunque no hemos podido estudiar a todo el mundo, vimos que un 50% de los empleados, sus familias y otros contactos estaban infectados, de modo que el contacto con los visones que ya ten¨ªan el virus es un factor de riesgo para contraerlo. Otras muestras revelan que la persona pudo tener el virus antes e introducirlo en la granja¡±. ?Y el contagio del vis¨®n al humano, sobre el que la comunidad cient¨ªfica parece no ponerse de acuerdo? ¡°En los dos casos que rese?amos nos parece que est¨¢ claro que lo cogieron del vis¨®n, porque esas personas estaban sanas antes de entrar en la explotaci¨®n y se infectaron luego. Y sobre todo, porque las secuencias del genoma del virus en ambos es muy similar, y distinto al del resto de la gente analizada¡±.

Si bien el trabajo concluye que el virus fue introducido por los humanos en las granjas, y es posible que circulara en su interior varias semanas antes de su detecci¨®n, ¡°seguimos investigando para saber c¨®mo se pudo propagar de una granja a otra, porque los brotes contin¨²an¡±, explica el investigador. La industria de crianza de visones se concentra al sur del pa¨ªs con gran densidad, y hay trabajadores fijos adem¨¢s de temporeros, que han estado en varias fincas. ¡°El empleado es un factor de riesgo, y hasta que se prohibi¨® el trasiego de personas y animales puede que no todos los registros de personal estuvieran bien hechos. Todo ha podido contribuir¡±. Van der Poel espera que una vez revisado, el estudio pueda ser publicado en la revista cient¨ªfica Science, que es donde ha sido ofrecido. ¡°Es un tema de gran actualidad¡±, se?ala.

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