Fernando Fraga, el sabio que entendi¨® la riqueza del mar gallego
El cient¨ªfico fue pionero ocean¨®grafo del Instituto de Investigaciones Marinas
Fernando Fraga Rodr¨ªguez, profesor de investigaci¨®n del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) y Acad¨¦mico das Ciencias Galegas, falleci¨® el pasado 12 de septiembre con 98 a?os, dejando en todos nosotros el grato recuerdo de un gran cient¨ªfico y entra?able compa?ero. Tras ocho d¨¦cadas de dedicaci¨®n a la ciencia, no quedan coet¨¢neos que nos recuerden de primera mano lo que personifica el Doctor Fraga, como los m¨¢s veteranos a¨²n se refieren a ¨¦l.
Fraga se form¨® en la Universidad de Santiago de Compostela en los a?os cuarenta. Licenciado (1946) y doctor (1949) en Qu¨ªmicas, tambi¨¦n ten¨ªa afici¨®n por la medicina y la entomolog¨ªa. En 1953, se incorpor¨® al incipiente Laboratorio Costero de Vigo del Instituto de Investigaciones Pesqueras, precursor del actual Instituto de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC). Sol¨ªa decir: ?Me necesitaban como qu¨ªmico para medir la salinidad del mar?. Pero su habilidad en el laboratorio y su rigor cient¨ªfico le permitieron, con pocos medios, adaptar metodolog¨ªas anal¨ªticas a las ciencias marinas y a procesos industriales. Sus estudios iniciales sobre la composici¨®n qu¨ªmica del mejill¨®n y sus aguas de cocci¨®n fueron claves en futuras investigaciones sobre el reciclado de los productos de la industria conservera.
Su faceta de analista escrupuloso transcendi¨® las fronteras de la Espa?a aut¨¢rquica de principios de los sesenta. Invitado en 1963 por la Woods Hole Oceanographic Institution (EEUU), particip¨® en una campa?a a bordo del B/O Anton Bruun, realizando determinaciones pioneras de nitr¨®geno org¨¢nico disuelto en el oc¨¦ano ?ndico. Hace cincuenta a?os fue una proeza, la puerta a sus primeras publicaciones en revistas cient¨ªficas internacionales y le proporcion¨®, en una escala en Bombay, uno de sus m¨¢s preciados tesoros: un ejemplar de The Oceans (H. U. Sverdrup), el libro de los ocean¨®grafos de la ¨¦poca. Fraga dec¨ªa: ?Como ocean¨®grafo qu¨ªmico uso las herramientas de la qu¨ªmica para responder preguntas oceanogr¨¢ficas?, pero lo cierto es que se adentraba tambi¨¦n en la f¨ªsica y en la biolog¨ªa. Ram¨®n Margalef (1919¨C2004), pionero de la ecolog¨ªa en Espa?a, colega y amigo por m¨¢s de cinco d¨¦cadas, le anim¨® a expandir sus horizontes cient¨ªficos.
En la d¨¦cada de 1970, la explotaci¨®n pesquera del banco canario-sahariano impuls¨® la necesidad de entender el porqu¨¦ de la gran productividad biol¨®gica de esas aguas: el fen¨®meno del afloramiento costero. A bordo del B/O Cornide de Saavedra, Fraga escudri?¨® qu¨¦ caracter¨ªsticas singulares ten¨ªan y c¨®mo se mov¨ªan las masas de agua de aquella zona, y c¨®mo los fuertes vientos alisios provocan las proliferaciones de fitoplancton, la base de la gran riqueza pesquera del noroeste de ?frica. Traslad¨® esta experiencia a Galicia en la d¨¦cada de 1980 con una serie de campa?as oceanogr¨¢ficas y nos dej¨® dos aportaciones fundamentales para entender el origen de la riqueza marisquera y pesquera de Galicia. El conocido como Frente de Fraga, en la regi¨®n de Cabo Fisterra, donde el encuentro de masas de agua de distintas latitudes favorece el afloramiento de aguas fr¨ªas. Y la descripci¨®n del proceso de enriquecimiento en sales nutrientes de las aguas de la plataforma continental gallega durante el periodo estival, que genera la din¨¢mica del afloramiento costero. Estas aportaciones, recogidas en el volumen Coastal Upwelling (American Geophysical Union, 1981), han tenido una fuerte repercusi¨®n internacional. As¨ª, llegada su edad de jubilaci¨®n forzosa en 1987, se incorpor¨® a la Real Academia Galega das Ciencias con el discurso Oceanograf¨ªa de la plataforma gallega.
Ya jubilado, su dedicaci¨®n a la ciencia continu¨® 20 a?os m¨¢s. Trabajaba a diario en su despacho del IIM-CSIC, supervisando a sus ¨²ltimos doctorandos y siendo fuente de conocimiento para quienes acud¨ªan a ¨¦l en busca de consejos cient¨ªfico-t¨¦cnicos de los m¨¢s variados. En esa ¨¦poca se centr¨® en cuantificar las relaciones entre el carbono, nitr¨®geno, f¨®sforo, silicio y ox¨ªgeno que forman la materia org¨¢nica que se sintetiza y consume en el oc¨¦ano. Aunque su ¨²ltimo art¨ªculo es de 2005, recientemente se ha publicado un compendio de medidas de pH en el mar de Galicia que ¨¦l inici¨® en 1977. Muestran que la acidificaci¨®n oce¨¢nica es un hecho evidente en nuestras aguas y una de las mayores amenazas del oc¨¦ano global.
No solo era un cient¨ªfico inquieto, tambi¨¦n era muy h¨¢bil t¨¦cnicamente. En sus tiempos mozos, junto con sus colegas del Aeroclub de Santiago, dise?aba y constru¨ªa planeadores que lanzaban con enormes cintas el¨¢sticas en los terrenos del actual aeropuerto de Lavacolla. Era muy ma?oso desmontando y montando relojes mec¨¢nicos. Tuvo una destreza sin igual en el uso de la regla de c¨¢lculo, despu¨¦s us¨® todo tipo de calculadoras y, ya sexagenario, computadores programando en Fortran. Fue uno de los primeros investigadores en utilizar MATLAB en el Instituto. A muy avanzada edad, programaba alertas diarias para la toma de sus medicamentos en el arranque del MATLAB.
Nos ha dejado el ¨²ltimo de los pioneros del IIM y de la oceanograf¨ªa en el CSIC. Casi 70 de sus 98 a?os ligados al Instituto. Imprescindible para entender el desarrollo de la investigaci¨®n marina en Espa?a. Fue un gran ocean¨®grafo qu¨ªmico que adem¨¢s ayud¨® a cambiar la visi¨®n de la oceanograf¨ªa f¨ªsica del noroeste ib¨¦rico y el banco canario-sahariano. Destac¨® por su enorme bondad que emanaba de una gran sabidur¨ªa. Persona excepcional, entra?able, sencilla, humilde, t¨ªmida, de tasad¨ªsimo ego y dotada de un gran sentido com¨²n, fue uno de esos grandes maestros de quienes, con sus medidas palabras y elocuentes silencios, se aprende mucho y deja un profundo hueco en aquellos que tuvimos el privilegio de aprender del doctor Fraga.
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