¡°La pandemia de la obesidad es peor que la del coronavirus¡±
El epidemi¨®logo Miguel ?ngel Mart¨ªnez-Gonz¨¢lez advierte de que los problemas relacionados con el sobrepeso matan a m¨¢s de cuatro millones de personas al a?o
Miguel ?ngel Mart¨ªnez-Gonz¨¢lez, director del departamento de Medicina Preventiva y Salud P¨²blica de la Universidad de Navarra y catedr¨¢tico visitante en la Universidad de Harvard, presenta su ¨²ltimo libro ?Qu¨¦ Comes? Ciencia y conciencia para resistir, escrito junto a la periodista cient¨ªfica Marisol Guisasola. Los estudios de Mart¨ªnez-Gonz¨¢lez (M¨¢laga, 63 a?os) han contribuido al asesoramiento hecho desde Harvard a Michelle Obama, la ex primera dama de EE UU, para mejorar la salud p¨²blica y alimentaci¨®n en su pa¨ªs.
Mart¨ªnez-Gonz¨¢lez ha liderado la red de investigadores del Predimed, el mayor ensayo realizado hasta ahora en Europa sobre los efectos de la dieta mediterr¨¢nea en la salud. En entrevista con EL PA?S, el epidemi¨®logo de la nutrici¨®n con m¨¢s publicaciones cient¨ªficas de Espa?a habla de los miles de muertos que han generado los conflictos de inter¨¦s entre las farmac¨¦uticas, la agroindustria y la investigaci¨®n cient¨ªfica; critica la gesti¨®n del coronavirus, sobre todo la falta de prevenci¨®n y los retrasos en la contrataci¨®n de m¨¦dicos, denuncia la falta de recursos para la ciencia y recomienda la dieta mediterr¨¢nea como la mejor manera de enfrentar la pandemia de la obesidad.
Pregunta. Su nuevo libro se llama ?Qu¨¦ Comes? Ciencia y conciencia para resistir. ?Contra qui¨¦n o contra qu¨¦ hay que resistir?
Respuesta. Hay que resistir a las presiones de ciertos sectores de la industria alimentaria. Un ciudadano que est¨¢ bien formado, tiene criterio y lee este libro est¨¢ capacitado para resistir a esas presiones comerciales. Para eso hace falta guiarse por la investigaci¨®n seria y libre de conflictos de inter¨¦s, no por la ¨²ltima celebridad de Internet o por un blog o por una dietista pagada por las multinacionales. Mucha de la informaci¨®n de nutrici¨®n que la gente recibe est¨¢ motivada por intereses econ¨®micos, no por intereses de salud p¨²blica. El otro significado es que se resiste mucho mejor a una pandemia infecciosa, como el coronavirus, si uno est¨¢ bien nutrido, con una dieta mediterr¨¢nea.
P. En el libro denuncia la relaci¨®n de la industria farmac¨¦utica y agroalimentaria con la investigaci¨®n cient¨ªfica. ?C¨®mo funciona y por qu¨¦ es tan grave?
R. No se puede demonizar a la industria farmac¨¦utica en bloque, pero ha habido millones de muertes en el mundo debido a los conflictos de inter¨¦s de m¨¦dicos con estas multinacionales porque han tergiversado u ocultado resultados de estudios que no les conven¨ªan. Adem¨¢s de las muertes, hay millones de personas enfermas que han sido maltratadas; no han recibido la medicaci¨®n basada en la mejor evidencia cient¨ªfica, sino en la que pod¨ªa producir mayor beneficio econ¨®mico.
P. ?Pasa algo similar con la industria agroalimentaria?
R. Si, el problema es que esto nos afecta a todos, no solo a los que est¨¢n enfermos. Todos tenemos que comer, tres veces al d¨ªa, todos los d¨ªas. Los patrones alimentarios insanos tambi¨¦n matan a muchos millones de personas. Solo la obesidad causa la muerte de cuatro millones de personas cada a?o. Entonces aqu¨ª los conflictos de inter¨¦s son mucho m¨¢s graves, solo que no est¨¢n tan comprobados ni tan documentados como en la industria farmac¨¦utica.
P. ?Qu¨¦ alternativa propone para superar estos conflictos de inter¨¦s?
R. No me vale la excusa de los investigadores que dicen que como los fondos p¨²blicos son dif¨ªciles de conseguir, entonces reciben dinero de las empresas que tienen inter¨¦s en que se venda su producto. Los cient¨ªficos no podemos ser los lacayos del poder de las multinacionales. Eso no es una excusa v¨¢lida. Los fondos p¨²blicos est¨¢n ah¨ª y si uno los trabaja bien y forma un equipo potente consigue dinero nacional y extranjero.
¡°Mucha de la informaci¨®n de nutrici¨®n que la gente recibe est¨¢ motivada por intereses econ¨®micos, no por intereses de salud p¨²blica¡±
P. Pero muchos cient¨ªficos dicen que los fondos p¨²blicos no alcanzan...
R. Por su puesto que el Gobierno espa?ol tiene parte de la culpa. Es lamentable lo poco que se destina a investigaci¨®n cient¨ªfica en nuestro pa¨ªs. Resolver¨ªamos muchos problemas del sistema de salud si la investigaci¨®n biom¨¦dica fuese mejor financiada y estuviese mejor enfocada hacia la pr¨¢ctica cl¨ªnica y preventiva. Ahora hemos visto las consecuencias de la poca inversi¨®n. Estamos en los peores puestos del mundo en gesti¨®n de la pandemia. Ten¨ªa que haberse invertido much¨ªsimo m¨¢s en investigaci¨®n, epidemiolog¨ªa y salud p¨²blica.
P. ?C¨®mo ve la sanidad p¨²blica en Espa?a?
R. En la ley dice que lo prioritario tiene que ser la atenci¨®n primaria orientada a la prevenci¨®n de la salud, pero esa asignatura todav¨ªa est¨¢ pendiente. Tenemos un buen sistema de cuidados agudos, si alguien tiene una enfermedad grave y requiere tecnolog¨ªa sofisticada y car¨ªsima, la va a encontrar gratuitamente y con cobertura universal. Eso no es suficiente. La atenci¨®n primaria est¨¢ muy quedada. Hay pocos m¨¦dicos de familia, est¨¢n superados, agobiados, no dan abasto, tienen 10 minutos o menos por paciente. No se entiende por qu¨¦ este a?o los m¨¦dicos que hicieron el MIR y ten¨ªan que incorporarse a los hospitales en mayo, no se han incorporado sino hasta final de septiembre. Esto es escandaloso. Son 5.000 m¨¦dicos que han estado en paro cuatro meses, mientras los hospitales los necesitaban.
¡°Por supuesto que hay que moverse, pero eso solo no sirve. Hay que comer un poco menos de todo¡±
P. Volvamos al libro, usted dice que unos h¨¢bitos alimenticios sanos ayudan a prevenir y enfrentar mejor enfermedades como el coronavirus ?Por qu¨¦?
R. Antes de que llegara el coronavirus, ten¨ªamos la mejor evidencia posible de la prevenci¨®n de enfermedades virales y sus consecuencias con vitamina D. La vitamina D no act¨²a en solitario, tiene que estar acompa?ada de otros nutrientes, vitaminas y minerales. Est¨¢ muy claro que cuando un patr¨®n alimentario es de alta calidad se reduce el riesgo de adquirir infecciones virales. Ahora mismo es fundamental conservar y mantener una dieta sana y equilibrada para enfrentar la pandemia del coronavirus.
P. En el libro usted propone que la dieta mediterr¨¢nea es la m¨¢s saludable, ?de qu¨¦ alimentos se compone?
R. Sabemos mucho de lo que hay que consumir m¨¢s: m¨¢s verdura, m¨¢s fruta, m¨¢s legumbres, m¨¢s pescado, m¨¢s aceite de oliva, m¨¢s frutos secos. Pero no se suele decir lo que hay que consumir menos: menos carnes rojas, menos dulces, menos bebidas azucaradas, menos ultraprocesados.
P. ?Cu¨¢les son los tres alimentos imprescindibles en la compra de una familia para una alimentaci¨®n sana?
R. Aceite de oliva virgen extra, frutos secos variados y legumbres: alubias, lentejas, garbanzos, guisantes.
P. En el libro usted dice que la obesidad es m¨¢s grave que el coronavirus, ?puede explicar mejor esa afirmaci¨®n?
R. En 1980 hab¨ªa 100 millones de personas obesas en el mundo, ahora hay 700 millones, se ha multiplicado por m¨¢s de seis el n¨²mero de obesos en el mundo en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Es una barbaridad. En EE UU el 42% de la poblaci¨®n adulta tiene obesidad y el 8% tiene obesidad m¨®rbida, que requiere operarse. No hay sistema sanitario que aguante esto. Como dije al principio de la entrevista, la obesidad mata al menos a cuatro millones de personas al a?o a trav¨¦s de enfermedades cardiovasculares como diabetes, c¨¢nceres asociados, insuficiencia renal. La pandemia de la obesidad es peor que la del coronavirus. Adem¨¢s, ahora est¨¢ clar¨ªsimo que con coronavirus el cuerpo de los j¨®venes con obesidad se comporta como el de alguien de 70 a?os, van a tener un mal pron¨®stico, mayor riesgo de cuidados intensivos y m¨¢s mortalidad.
P. ?Qu¨¦ razones hay detr¨¢s de ese aumento de la obesidad?
R. Ac¨¢ se juntan dos grupos de causas, nada en salud p¨²blica es unifactorial. Unas est¨¢n relacionadas con lo que hablamos antes de los conflictos de inter¨¦s entre la industria agroalimentaria y la ciencia, sobre todo porque algunos pocos investigadores aliados con multinacionales que venden comida basura han minimizado el problema e intoxicado la opini¨®n para confundir a las personas. Pero junto a esto hay una cultura con varias dimensiones que fomentan la obesidad.
P. ?Cu¨¢les?
R. La primera es el relativismo que nos hace creer que en nutrici¨®n no hay nada seguro. La segunda es la permisividad en las familias, se les da mucha az¨²car a los ni?os para premiarlos, los llevan a hamburgueser¨ªas para celebrar el cumplea?os. La tercera es el consumismo, vivimos en una sociedad donde hay una propaganda salvaje para consumir y sobre todo para comer m¨¢s de lo que no necesitamos. La ¨²ltima es el hedonismo, buscamos gratificaciones a corto plazo, nos hemos acostumbrado a tener todo al alcance de un clic. Eso junto es explosivo, y si se combina con los conflictos de inter¨¦s de la industria tenemos el c¨®ctel que hace que nunca la humanidad haya engordado tanto como ahora.
¡°Cuando un patr¨®n alimentario es de alta calidad se reduce el riesgo de adquirir infecciones virales. Ahora mismo es fundamental conservar y mantener una dieta sana y equilibrada¡±
P. ?A ese c¨®ctel de ismos se le puede a?adir el sedentarismo?
R. S¨ª, el sedentarismo hay que sumarlo, pero muchas veces las industrias de bebidas azucaradas le han echado la culpa de todo al sedentarismo. Por supuesto que hay que moverse, pero eso solo no sirve. Hay que comer un poco menos de todo. Ese es el mensaje que no le interesa a ninguna industria agroalimentaria. Es m¨¢s importante la nutrici¨®n que la actividad f¨ªsica para combatir la obesidad.
P. ?Cu¨¢l es el papel de regulaci¨®n p¨²blica de los gobiernos ante esta cultura de la obesidad?
R. Es muy importante que los gobiernos tomen medidas estructurales para hacer que lo m¨¢s f¨¢cil sea elegir lo m¨¢s sano. El etiquetado frontal en las etiquetas de comida basura tiene que ser obligatorio y no voluntario para las industrias de ultraprocesados. Los gobiernos tienen que ser menos complacientes con las multinacionales. Los impuestos a las bebidas azucaradas hay que emplearlos para abaratar los alimentos sanos. Es un esc¨¢ndalo que la gente pobre no pueda comprar alimentos sanos porque son muy caros. El gobierno que le pone impuestos a la comida basura tiene que usar esos fondos para hacer que la comida saludable sea accesible a las clases econ¨®micamente m¨¢s desfavorecidas.
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