La raz¨®n del duende
La identificaci¨®n del flamenco con las teor¨ªas que aproximan las part¨ªculas cu¨¢nticas m¨¢s all¨¢ del espacio-tiempo, ya la insinu¨® Lorca en su obra ¡®Juego y teor¨ªa del duende'
El flamenco no solo trae hasta nosotros los ecos de esferas lejanas. Tambi¨¦n es la m¨²sica que se identifica con el latido del planeta, y un enigma que no se deja descifrar. Porque el duende flamenco no admite geometr¨ªas, tal y como explic¨® Federico Garc¨ªa Lorca, en su Juego y teor¨ªa del duende.
Por decirlo de otra manera, el director de orquesta brit¨¢nico Leopold Stokowski, al escuchar al cantaor Pepe Marchena, afirm¨® que si sus florituras vocales se pudiesen llevar al pentagrama, deslumbrar¨ªan al mundo. En definitiva, el duende flamenco es un poder cargado de misterio para el que no existen palabras que lo expliquen, como tampoco partitura que lo pueda contener.
Con todo, la ciencia ha intentado aproximarse a la hora de hacer visible el duende flamenco y explicarlo de manera racional. Para ello, ha introducido el flamenco en los sistemas de inteligencia artificial, identificando patrones m¨ªnimos de ritmo mediante programas inform¨¢ticos.
Se trata de un experimento curioso, pero que no deja sitio al duende del que habl¨® Lorca en su aproximaci¨®n al arte flamenco. Es imposible que el duende flamenco se deje achicar dentro de una m¨¢quina. En todo caso, si alguna vez se consigue, ser¨ªa para entonar aquella sole¨¢ que dice:
Presumes que eres la ciencia, / yo no lo comprendo as¨ª / porque siendo t¨² la ciencia / no me has comprend¨ªo a m¨ª
Con esta letra tan significativa llegamos hasta Granada, donde el artesano Francisco Manuel D¨ªaz construy¨® por encargo de la misma Universidad un artilugio que es una especie de guitarra; un ingenio por el cual se puede comparar el desarrollo de la corteza cerebral de un guitarrista autodidacta frente al de uno con formaci¨®n acad¨¦mica, siendo el cerebro de este ¨²ltimo m¨¢s desarrollado que el del primero. Sin embargo, el duende flamenco sigue sin poder medirse.
Elvira Salazar, investigadora de la Universidad de Granada, relacion¨® el cambio de temperatura con la motivaci¨®n psicol¨®gica de las bailaoras flamencas
La ¨²nica aproximaci¨®n a su medida solo se ha conseguido establecer a partir de la temperatura corporal de los cuerpos flamencos igual que si se tratase de una fiebre. Elvira Salazar, investigadora de la Universidad de Granada, realiz¨® su tesis sobre este tema en el a?o 2012. Para ello se vali¨® de su afici¨®n al baile flamenco. De esta manera relacion¨® el cambio de temperatura con la motivaci¨®n psicol¨®gica de las bailaoras flamencas que participaron en tan curioso experimento.
Con esto, la temperatura t¨¦rmica que el duende flamenco consigue una vez que conquista el organismo, se ha podido medir con ayuda de la termograf¨ªa. Dicho de manera cient¨ªfica, el calor que provoca el duende se ha determinado a partir de la radiaci¨®n infrarroja del espectro electromagn¨¦tico. El resultado ha venido a revelar que, cuando el duende conquista el cuerpo de la bailaora, la temperatura de su nariz, as¨ª como la de los gl¨²teos, desciende.
El flamenco es la m¨²sica que -con ayuda del duende- anticipa la incertidumbre del entorno
Algo curioso, lo de seguir la huella t¨¦rmica que deja el duende flamenco a su paso por el organismo, pero que no deja de ser una manera m¨¢s de intentar racionalizar un misterio que supera toda dimensi¨®n l¨®gica. Porque, sin lugar a dudas, el flamenco es la m¨²sica que -con ayuda del duende- anticipa la incertidumbre del entorno. Por este detalle, el flamenco se podr¨ªa posicionar en una dimensi¨®n te¨®rica cercana a la f¨ªsica de part¨ªculas, es decir, que cuanta mayor certeza se busca en determinar la posici¨®n de cualquiera de las part¨ªculas que contiene el duende, menos se conoce su movimiento.
Esta identificaci¨®n del flamenco con las teor¨ªas que aproximan las part¨ªculas cu¨¢nticas m¨¢s all¨¢ del espacio-tiempo, ya la insinu¨® Lorca en su Juego y teor¨ªa del duende; una obra que fue escrita a principios de los a?os veinte y que no ver¨ªa la luz hasta una d¨¦cada despu¨¦s, cuando el principio de incertidumbre enunciado por Heisenberg demostr¨® el car¨¢cter de indeterminaci¨®n de la materia y, con ello, del arte.
El hacha de piedra es una secci¨®n donde Montero Glez, con voluntad de prosa, ejerce su asedio particular a la realidad cient¨ªfica para manifestar que ciencia y arte son formas complementarias de conocimiento.
Puedes seguir a MATERIA en Facebook, Twitter, Instagram o suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.