Bailar ¡®En la cuerda floja¡¯ para crear un universo propio
La bailaora Ana Morales presenta una obra llena de contemporaneidad en la XXI Bienal de Flamenco
En su mismo nombre, el espect¨¢culo esconde el riesgo: estar En la cuerda floja es met¨¢fora de inseguridad, y m¨¢s si se trata de bailar. Es como el asomarse al abismo de las improvisaciones en el jazz, esa b¨²squeda inherente al arte que la bailaora Ana Morales, catalana afincada en Sevilla, ejercita con una estimable honestidad. Ella acumula una larga y brillante carrera como bailarina y como bailaora en todas las disciplinas de este arte, pero, en el camino por crear un universo danc¨ªstico propio, su indagaci¨®n la ha llevado a una formas expresivas nuevas, que se antojan siempre como resultado de un largo estudio, un proceso en el que fuera decantando su inquietud.
Esa evoluci¨®n, resultado de la forma que ella entiende la creaci¨®n, fue perceptible en su anterior trabajo, Sin permiso, premiada con el Giraldillo al baile en la pasada edici¨®n de la cita sevillana. Se podr¨ªa entender que su nueva obra, presentada en la XXI Bienal de Flamenco, es una continuaci¨®n l¨®gica de aquella, mas eso no lo explicar¨ªa todo. Resulta evidente la penetraci¨®n de la danza contempor¨¢nea en su trabajo, que impregna hasta su baile m¨¢s flamenco, pero hay algo m¨¢s: quiz¨¢s la directa y sencilla expresi¨®n de lo que bulle en su interior, que en este caso parece ser confusi¨®n, el signo del tiempo en que vivimos. Para expresar ese estado, la bailaora ha requerido la colaboraci¨®n del guitarrista jerezano Jos¨¦ Quevedo, Bolita, que ha compuesto una m¨²sica que ejerce como un traje a medida a la intenci¨®n danc¨ªstica y que se pliega a su baile y a su danza, porque ambas disciplinas, separadas apenas por una delgada l¨ªnea que se diluye, se alternan como parte de un binomio esencial. Las dos caras, quiz¨¢s, de una artista que busca su espacio en este mundo, su habitaci¨®n propia.
El cante de Sandra Carrasco aparece en off, y la bailaora evoluciona sola en todo momento, con la ¨²nica compa?¨ªa de una iluminaci¨®n que resulta fundamental para comprender cada una de sus mudanzas
El espect¨¢culo, no obstante, no resulta f¨¢cil y, en su austeridad, carece de concesiones. El tr¨ªo que comanda ?Bolita? ¡ªperfectamente cohesionado, por cierto¡ª es el elemento esc¨¦nico m¨¢s resaltado, pero a la vez apartado en un podio que custodian unas cortinas met¨¢licas. El cante de Sandra Carrasco aparece en off, y la bailaora evoluciona sola en todo momento, con la ¨²nica compa?¨ªa de una iluminaci¨®n que resulta fundamental para comprender cada una de sus mudanzas. La estilizada danza inicial, llena de formas y de una llamativa ligereza, ofrece su silueta a contraluz. De aquella simplicidad pasar¨¢ a la suntuosidad de los volantes de una bata roja que pide focos, como el cambr¨¦ de tinte dram¨¢tico con que cierra el cuadro.
La atm¨®sfera, con la cuerda frotada y los efectos del contrabajo, se torna inquietante al igual que lo hace la danza, de formas angulosas en muchos momentos. Con el baile, guiado por la guitarra y una eficaz percusi¨®n, recupera su poder de seducci¨®n, sustentado en el de sus pies, pero ofrecido dentro de un discurso decididamente contempor¨¢neo, que redibuja las formas tradicionales. La m¨²sica flamenca ¡ªbuler¨ªas, taranto, tangos¡¡ª sigue siendo fuente de inspiraci¨®n, pero se percibe por su aroma, sus ritmos o melod¨ªas, y juega a desestructurarse en paralelo a la deconstrucci¨®n que desarrolla la bailaora. La lucha de contrarios que esconde el trabajo parece que va a encontrar su s¨ªntesis y equilibrio en la sole¨¢, que ejecuta vestida de nuevo de rojo. Es solo un espejismo, el tormento se mantiene en la expresi¨®n hasta el final. La obra, como la propia protagonista, resulta coherente hasta en ese ¨²ltimo detalle.
Ana Morales. En la cuerda floja.
Baile: Ana Morales. M¨²sica y guitarra: Jos¨¦ Quevedo ¡°Bolita¡±. Contrabajo: Pablo Mart¨ªn Caminero. Percusi¨®n: Paquito Gonz¨¢lez. Cante en off: Sandra Carrasco. Iluminaci¨®n: Benito Jim¨¦nez. Direcci¨®n Art¨ªstica y Coreograf¨ªa: Ana Morales. Direcci¨®n Esc¨¦nica: Roberto Oliv¨¢n y Ana Morales.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.