Nadie quiere placebo

El dilema es conocido y se hace cada vez m¨¢s acuciante. Imagina que eres un voluntario apuntado a un ensayo cl¨ªnico de una vacuna nueva, pongamos la de Novavax, una firma de Maryland. El ensayo transcurre seg¨²n lo previsto, y t¨² sabes ¡ªpor eso te apuntaste¡ª que es esencial para saber si la nueva vacuna es segura y eficaz. Estos ensayos dividen la muestra en una mitad que recibe la vacuna y otra que recibe un placebo, sin que ni el paciente ni el m¨¦dico sepan qui¨¦n es qui¨¦n. Sin eso no hay resultados fiables y la vacuna de Novavax nunca llegar¨¢ a aprobarse. Pero, claro, ahora sabes que hay vacunas, como la de Pfizer, que ya han demostrado su seguridad y eficacia. ?No deber¨ªas abandonar el ensayo de Novavax y pincharte directamente la de Pfizer?

La cuesti¨®n es importante, porque hay 60 candidatos a vacuna anticovid en ensayos cl¨ªnicos de una u otra fase, y otros 170 que esperan estarlo pronto

Bien, pues eso es exactamente lo que est¨¢ pasando. Novavax lanz¨® un ensayo cl¨ªnico con 30.000 voluntarios el mes pasado. Muchos de los participantes son sanitarios, porque constituyen el sector de poblaci¨®n m¨¢s expuesto al contagio, y as¨ª los n¨²meros se obtienen m¨¢s deprisa. Tambi¨¦n hay muchas personas mayores y con dolencias respiratorias previas. Y el ensayo se est¨¢ viendo en graves problemas por la deserci¨®n masiva de esos tres sectores de poblaci¨®n. Prefieren ponerse la vacuna de Pfizer, que ya saben que funciona, que participar en una loter¨ªa donde solo tienen la mitad de las papeletas. Por supuesto, en cuanto se ponen la vacuna de Pfizer tienen que abandonar el ensayo de Novavax, que ya no est¨¢ ensayando nada inteligible.

La cuesti¨®n es importante, porque hay 60 candidatos a vacuna anticovid en ensayos cl¨ªnicos de una u otra fase, y otros 170 que esperan estarlo pronto. El mero hecho de que Pfizer, Moderna y AstraZeneca hayan llegado los primeros a la meta no implica en absoluto que haya que suspender las dem¨¢s investigaciones, porque algunas vacunas m¨¢s lentas tendr¨¢n con seguridad ventajas cruciales. Tal vez funcionen mejor en la poblaci¨®n vulnerable, o yugulen las cadenas de contagio de forma m¨¢s eficaz. Como m¨ªnimo, las habr¨¢ m¨¢s baratas que Pfizer y Moderna, que requieren una log¨ªstica de distribuci¨®n a temperaturas muy bajas, 70? bajo cero en el caso de Pfizer.

Es probable que los pa¨ªses occidentales est¨¦n vacunados a finales de este a?o, pero ni siquiera para esos territorios privilegiados bastar¨¢n las vacunas en uso. Necesitamos m¨¢s, y hasta las tenemos reservadas a riesgo (de que no se aprueben). La cuesti¨®n es m¨¢s perentoria en el mundo en desarrollo, que depende de un programa promovido por la OMS, llamado Covax, que estimula la colaboraci¨®n altruista de los pa¨ªses ricos para que se vacunen los pobres. No se trata de caridad. Se trata de que una pandemia, por definici¨®n, solo puede abordarse con una vacunaci¨®n global. El mundo pobre no estar¨¢ vacunado este a?o ni de lejos, como acaba de reconocer la OMS, y necesitar¨¢ vacunas m¨¢s estables que las actuales para distribuirlas. No te borres de los ensayos cl¨ªnicos.

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