El futuro del coronavirus

Hacer futurismo es una de las formas m¨¢s seguras de meter la pata, pero no solo los m¨¦dicos, sino tambi¨¦n los economistas, las empresas y los gobiernos, necesitan proyectar el destino de sus recursos, planificar sus inversiones, dibujar sus hojas de ruta a medio plazo. En estos contextos, los analistas sustituyen el t¨¦rmino futurismo por el de prospectiva. El riesgo sigue siendo equivocarse con balcones a la calle, aunque bajo esa denominaci¨®n adquiere un lustre m¨¢s profesional. Todos estaremos de acuerdo, sin embargo, en que la gente que m¨¢s de cerca conoce un tema suele acertar m¨¢s que un amateur espont¨¢neo que pretende adivinar el futuro cuando ni siquiera ha entendido el presente.

Ahora pregunt¨¦monos: ?Podremos erradicar el SARS-CoV-2, o el virus se har¨¢ end¨¦mico? Y en cualquier caso, ?cu¨¢ndo ocurrir¨¢? ?Cu¨¢ndo las personas y las econom¨ªas volver¨¢n a una actividad normal? ?Qu¨¦ inversiones se pueden programar ahora y cu¨¢les son demasiado arriesgadas?

Sabiendo que hay discrepancias cient¨ªficas sobre esos futuros, o prospectivas, la revista Nature ha decidido encuestar a 119 ¨Cse ve que fall¨® uno¡ª vir¨®logos, inmun¨®logos y especialistas en enfermedades infecciosas y contabilizar sus puntos de vista. Hay unos pocos que creen que el coronavirus puede erradicarse, pero el 90% piensa que se har¨¢ end¨¦mico, es decir, que seguir¨¢ circulando en ciertas bolsas de la poblaci¨®n mundial, suficientes para ocasionar de vez en cuando un nuevo brote en cualquier otro lugar, incluido el mundo rico. He ah¨ª una apuesta ganadora.

Lo m¨¢s probable es que, sea por inmunidad natural o inducida por las vacunas, el SARS-CoV-2 se convierta en un virus end¨¦mico ¡®normal¡¯

Nada de eso quiere decir, desde luego, que el virus vaya a seguir causando durante d¨¦cadas los estragos de muertes y p¨¦rdidas econ¨®micas que llevamos un a?o observando at¨®nitos. Lo m¨¢s probable es que, sea por inmunidad natural o inducida por las vacunas, el SARS-CoV-2 se convierta en un virus end¨¦mico normal, como los otros cuatro coronavirus que causan catarros vulgares y la propia gripe, que pertenece a otra familia muy distinta de virus respiratorios. Llevamos d¨¦cadas conviviendo con ellos, nos llegan con tozudez estacional y algunos var¨ªan lo bastante como para que tengamos que renovar las vacunas cada a?o. Pero ninguno causa el estropicio socioecon¨®mico en que vivimos ahora, y eso que la gripe mata a medio mill¨®n de personas cada a?o en el mundo. Tal vez ese sea la l¨ªnea roja que nos hemos acostumbrado a considerar tolerable.

La vir¨®loga Angela Rasmussen, de la Universidad de Georgetown en Seattle, es de los cient¨ªficos que piensan que el SARS-CoV-2 se har¨¢ end¨¦mico, pero sabe que la forma y el tiempo en que eso ocurra es muy dif¨ªcil de predecir, puesto que depende de cuestiones ahora imponderables, incluida la acci¨®n de los gobiernos. Las principales inc¨®gnitas son la duraci¨®n de la inmunidad, sea natural o vacunal, si el virus evolucionar¨¢ para escaparse del sistema inmune, si las vacunas bloquear¨¢n la trasmisi¨®n y si su cobertura ser¨¢ suficiente para alcanzar la inmunidad de reba?o. De ello depender¨¢ que los efectos de la crisis duren 5 o 50 a?os.

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