Un a?o de pandemia, 20 de gen¨®mica

?Por qu¨¦ los cient¨ªficos se pusieron a trabajar en la pandemia en enero de 2020? Por entonces, ni los Gobiernos ni los ciudadanos del com¨²n ¨¦ramos conscientes de la que se nos ven¨ªa encima. Otra epidemia local en China, nos dec¨ªamos, como el SARS de 2002 y los diversos virus de la gripe aviar que hab¨ªan alertado a la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), pero que al final se quedaron en poca cosa fuera de Asia y no llegaron a ocasionar las cat¨¢strofes que erizaban el vello de los epidemi¨®logos, esos medicuchos que han hecho un cursillo, seg¨²n la perspectiva de un juez vasco que se ha visto obligado a disculparse. ?Por qu¨¦ entonces los cient¨ªficos de medio planeta se pusieron a trabajar en aquellos felices d¨ªas de enero de 2020?

Es el genoma, amigo. Desde el mismo momento en que los m¨¦dicos de Wuhan detectaron un nuevo coronavirus peligroso, los genetistas chinos tardaron pocos d¨ªas en leer (secuenciar, en la jerga) el genoma del leviat¨¢n. Los cient¨ªficos j¨®venes han crecido y se han formado con esa tecnolog¨ªa convertida en una rutina, y seguramente no pueden concebir un mundo pret¨¦rito en el que secuenciar un solo gen pod¨ªa ser objeto de una tesis doctoral. Pero ese mundo antiguo exist¨ªa hace solo veinte a?os, mientras ellos aprend¨ªan a montar en bici. Fue la gen¨®mica, y en particular el genoma humano presentado en 2001, quien convirti¨® la lectura e interpretaci¨®n de secuencias en una rutina, literalmente. Nadie sab¨ªa a principios de siglo que 20 a?os despu¨¦s nos iba a atacar el SARS-CoV-2, pero las t¨¦cnicas y conceptos matem¨¢ticos que desarrollaron aquellos pioneros son las que nos han permitido una respuesta tan r¨¢pida a la covid. Entre otras muchas, muchas cosas.

El avance te¨®rico m¨¢s fundamental que surgi¨® del genoma hace 20 a?os fue una cuesti¨®n aparentemente anodina: el n¨²mero de genes humanos. Se sab¨ªa ya que un organismo tan humilde como la mosca de la fruta, Drosophila melanogaster, ten¨ªa unos 15.000 genes, y mucha gente esperaba que los humanos tuvi¨¦ramos muchos m¨¢s, como 100.000 o 200.000, alguna cifra que nos distinguiera con nitidez de ese vulgar insecto que nos molesta en las fruter¨ªas y se cuela en la botella de vinagre de casa o del restaurante.

El genoma humano demostr¨® que solo tenemos 22.000 genes y que la mayor¨ªa de ellos tienen un hom¨®logo en la mosca

Pero el genoma humano demostr¨® que solo tenemos 22.000 genes, y que la mayor¨ªa de ellos tienen un hom¨®logo en la mosca. La lista de genes de un rat¨®n y una persona es pr¨¢cticamente la misma. Esto desplaz¨® el foco al fen¨®meno real que nos distingue de un rat¨®n, que es la regulaci¨®n de los genes: d¨®nde y cu¨¢ndo se activan a lo largo del desarrollo. Esto ha generado un campo de investigaci¨®n muy activo e iluminador.

Recuerdo que a principios de los noventa hab¨ªa un debate encendido entre los cient¨ªficos sobre el proyecto genoma. Por ejemplo, ?desviar¨ªa eso los fondos de otras ¨¢reas de la biolog¨ªa m¨¢s focalizadas y menos sistem¨¢ticas? El tiempo ha dado la raz¨®n a los pioneros del proyecto genoma. Ciencia b¨¢sica, vuelva en 20 a?os.

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