M¨¢s all¨¢ de salvar vidas

Uno de los grandes problemas no resueltos sobre las vacunas contra la covid es si podr¨¢n bloquear la transmisi¨®n del virus. Lo que sabemos con certeza es que estos f¨¢rmacos evitan que una persona infectada se agrave y muera, y por eso los grupos m¨¢s vulnerables tienen la prioridad, pero sigue sin estar claro que prevengan el contagio: que impidan que t¨² te infectes y que infectes a otros. Salvar vidas es lo m¨¢s importante ahora mismo, pero resolver la pandemia requiere detener la propagaci¨®n del SARS-CoV-2. Solo si las vacunas atacan este punto crucial, y solo si se inyectan a la gente suficiente, podremos dar por concluida esta crisis sanitaria. ?Qu¨¦ sabemos del asunto?

Varios estudios que abordan esta cuesti¨®n ver¨¢n la luz en las pr¨®ximas semanas, informa Nature. Por el momento hay indicios prometedores, pero los epidemi¨®logos necesitan evidencias m¨¢s s¨®lidas y cuantitativas para poder trabajar. El dato que todos esperan con m¨¢s ansiedad no es si hay bloqueo del contagio, sino cu¨¢nto hay. La raz¨®n de que esta cuesti¨®n se est¨¦ retrasando tanto respecto a las evidencias de que la vacuna evita muertes ¨Clo que sabemos desde el a?o pasado¡ª es que obtener datos sobre propagaci¨®n es extremadamente dif¨ªcil. Puedes observar que un pa¨ªs avanzado en la campa?a de la vacunaci¨®n, como Israel, exhibe una disminuci¨®n de los ¨ªndices de contagio, pero demostrar que ello se debe al despliegue de la vacuna, y en qu¨¦ grado, es una cuesti¨®n muy distinta, porque la causa tambi¨¦n puede residir en los cierres y restricciones que el pa¨ªs haya tomado en paralelo.

El dato que todos esperan con m¨¢s ansiedad no es si hay bloqueo del contagio, sino ¡®cu¨¢nto¡¯ hay

Moderna estima en los ensayos cl¨ªnicos que ha organizado en Boston una reducci¨®n del 60% o 70% en la proporci¨®n de infecciones asintom¨¢ticas, lo que supone un indicio esperanzador, pero no conclusivo. Reino Unido acompa?¨® su ensayo de la vacuna de Oxford-AstraZeneca con un seguimiento semanal de las personas vacunadas, y calcul¨® una reducci¨®n del 49% en infecciones asintom¨¢ticas en comparaci¨®n con el grupo placebo. Pfizer va a empezar a hacer ese tipo de seguimiento de los vacunados en los ensayos que tiene en marcha en Estados Unidos y Argentina. Parece obvio que el tema est¨¢ caliente, y es l¨®gico que lo est¨¦, porque conocer el cu¨¢nto es fundamental para programar el futuro muy pr¨®ximo. Una vez salvadas todas las vidas posibles, la salud mundial y la recuperaci¨®n econ¨®mica dependen de manera estricta de si las vacunas actuales yugulan el contagio o se limitan a ara?ar su epidermis.

Un descubrimiento reciente del cient¨ªfico catal¨¢n Oriol Mitj¨¤ y sus colegas inclina la balanza del lado de la esperanza. Han mostrado que la capacidad de contagio de una persona infectada tras recibir la primera dosis de la vacuna ¨Cque es dif¨ªcil de calcular¡ª correlaciona bien con su carga viral, que se puede medir f¨¢cilmente. Tras saber este dato esencial, han hecho un seguimiento de la carga viral de los infectados tras vacunarse, y calculan una reducci¨®n de propagaci¨®n proporcional a las semanas que el individuo lleva vacunado. Faltan datos, pero todo apunta en el buen sentido.

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