Vivir como en la Luna: 370 d¨ªas encerrados en un laboratorio chino

Establecer una base en la Luna en la d¨¦cada de 2030 es una ambici¨®n que China, decidida a convertirse en una potencia espacial, acaricia desde hace tiempo, pero que se enfrenta a enormes desaf¨ªos. Uno de ellos es el desarrollo de tecnolog¨ªa que permita la supervivencia prolongada del ser humano en un ambiente tan hostil sin depender de voluminosos env¨ªos desde la Tierra. Aunque Pek¨ªn va obteniendo avances significativos en estos modelos, conocidos como ¡°sistemas biorregenerativos de apoyo de la vida¡±, o BLSS: un grupo de estudiantes bati¨® en 2018 un r¨¦cord al permanecer 200 d¨ªas seguidos dentro de un laboratorio, autosuficiente y sellado, sin necesidad de recibir ning¨²n tipo de suministro del exterior, seg¨²n han explicado ahora en un estudio de reciente publicaci¨®n.

Los ocho estudiantes de la Universidad de Beihang, en Pek¨ªn, especializada en aeron¨¢utica, pasaron un total de un a?o y cinco d¨ªas seguidos en los 120 metros cuadrados del laboratorio Yuegong (¡°Palacio de la Luna¡±). Los cuatro hombres y cuatro mujeres, de entre 24 y 30 a?os, se dividieron en dos equipos que se relevaron en dos ocasiones: el primer grupo cumpli¨® 65 d¨ªas en el interior antes de ser sustituido por el segundo, que pas¨® 200 d¨ªas. Al t¨¦rmino de este plazo, el primero volvi¨® y complet¨® los 105 d¨ªas restantes.

Durante este tiempo, obtuvieron el 98% de los materiales que necesitaban a partir del reciclaje. ?nicamente, un 2% ¨Dpapel higi¨¦nico, productos de limpieza, semillas¨D lleg¨® del exterior, seg¨²n explican en un informe preliminar, no revisado por otros expertos, publicado en internet. El experimento, precisan, ten¨ªa como objetivo ¡°desarrollar t¨¦cnicas para hacer funcionar y ajustar la estabilidad del sistema en condiciones de largo funcionamiento y cambios de turno de las tripulaciones¡± en la Luna u otros cuerpos celestes.

Los sistemas BLSS son ecosistemas artificiales y cerrados en los que el ox¨ªgeno, el agua y las principales fuentes de alimentaci¨®n se reciclan mediante el uso de biotecnolog¨ªa para recrear un medio ambiente similar al de la Tierra. Seg¨²n explican los participantes en el experimento, es ¡°la tecnolog¨ªa m¨¢s avanzada de apoyo a la vida, pero tambi¨¦n la prioritaria y m¨¢s compleja en las actividades de exploraci¨®n tripulada del espacio exterior, como las bases lunares del futuro¡±. Varios pa¨ªses, incluidos Estados Unidos, Rusia, Jap¨®n o la Uni¨®n Europea trabajan desde hace d¨¦cadas en el desarrollo de diversas versiones de esta tecnolog¨ªa.

El Yuegong, explica el informe, estaba dividido en tres m¨®dulos con un ¨¢rea total de 160 metros cuadrados: dos dedicados al cultivo de fruta y verduras bajo luces LED, y la zona de vivienda, donde los estudiantes contaban con cuatro camas, una sala de estar, cuarto de ba?o, cocina y una habitaci¨®n para la cr¨ªa de insectos. Un a?o antes del experimento completado por los ocho j¨®venes, ya se hab¨ªa llevado a cabo otra prueba menos ambiciosa, de 180 d¨ªas.

Durante el a?o del experimento, las plantas cultivadas ¡ª35 especies en total: fresas, trigo, patatas, soja, tomates y pepinos¡ª generaron todo el ox¨ªgeno necesario para la tripulaci¨®n y eliminaron el di¨®xido de carbono producido. El nivel de ox¨ªgeno se mantuvo estable incluso en los momentos de relevo entre los dos equipos, con fluctuaciones leves siempre dentro de los niveles de seguridad.

La orina y el agua sucia se trat¨® en un biorreactor y se esteriliz¨® con rayos UV para utilizarse en el riego de las plantas. El agua potable se obtuvo de la condensaci¨®n: ¡°no se introdujo agua desde el exterior en ning¨²n momento del experimento¡±, alardea el informe. Los desechos de las plantas se emplearon para cultivar setas; tras ello, sirvieron como alimento a gusanos, que a su vez, tratados y cocinados en una especie de bollo, aportaron un suplemento de prote¨ªna animal a los estudiantes.

Las heces de los participantes se mezclaron con los desechos de las plantas y se dejaron fermentar para producir el di¨®xido de carbono necesario para los vegetales. Parte de los residuos se emplearon como abono, el resto se comprimi¨® y almacen¨®.

A lo largo del experimento, todos sus participantes ¨Dsin patolog¨ªas previas¨D se mantuvieron sanos f¨ªsica y mentalmente, sostiene el estudio. Se logr¨® ¡°un 100% de regeneraci¨®n de ox¨ªgeno y agua mediante el reciclaje para sustentar a los miembros de la tripulaci¨®n. Se recuper¨® el 99,7% de la orina, el 67% de los residuos s¨®lidos y un 73% del peso en seco de los alimentos¡±, asegura el estudio.

Acuerdo de cooperaci¨®n entre China y Rusia

La semana pasada, la posibilidad de una base del pa¨ªs asi¨¢tico en la Luna ha dado otro paso adelante. La agencia espacial china, CNSA, y su equivalente rusa, Roscosmos, firmaron un memor¨¢ndum de cooperaci¨®n para planificar el camino hacia una futura estaci¨®n conjunta.

¡°La Estaci¨®n Internacional de Investigaci¨®n Lunar [ILRS, por sus siglas en ingl¨¦s] ser¨¢ un complejo de instalaciones para la investigaci¨®n y conducci¨®n de experimentos que se establecer¨¢ en la superficie y/o la ¨®rbita lunar, dise?ado para llevar a cabo investigaciones multidisciplinares y con distintos objetivos¡±, indica el comunicado conjunto de CNSA y Roscosmos. Aunque deja claro que el proyecto estar¨¢ liderado por ambas agencias, abre la puerta a la participaci¨®n de otros pa¨ªses.

El memor¨¢ndum cont¨® con las firmas de los directores de las dos agencias, Zhang Kejian y Dimitri Rogozin, respectivamente. Zhang hab¨ªa declarado en 2019 que esperaba ver una estaci¨®n lunar china ¡°para dentro de unos 10 a?os¡±. La CNSA prev¨¦ ¡°establecer la base probablemente en el polo sur del sat¨¦lite¡±, seg¨²n hab¨ªa explicado en noviembre el ingeniero jefe chino para el dise?o del proyecto lunar chino, Wu Weiren, a la televisi¨®n estatal CCTV.

La idea, seg¨²n la conciben los cient¨ªficos del ambicioso programa espacial chino, es que en los primeros a?os de funcionamiento la base est¨¦ operada principalmente por robots, y los astronautas se desplacen a ella para misiones de corta duraci¨®n. A m¨¢s largo plazo, entre 2036 y 2045, podr¨ªa llevarse a cabo misiones m¨¢s prolongadas.

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