Canibalismo, alimentaci¨®n boca a boca y otros comportamientos nunca vistos de las abejas
Un grupo de investigadores registra por primera vez en v¨ªdeo c¨®mo se relacionan estos insectos dentro de la colmena
Despu¨¦s de analizar miles de horas de v¨ªdeos sobre comportamientos nunca antes vistos de abejas mel¨ªferas occidentales, el cient¨ªfico Paul Siefert, de la Universidad de Goethe en Alemania, cuenta que lo m¨¢s sorprendente del trabajo fue la reacci¨®n opuesta de dos abejas obreras frente a un mismo fen¨®meno. ¡°Las dos abejas entraron a una celdilla del panal en la que hab¨ªa unos ¨¢caros varroa, un par¨¢sito que les afecta. La primera no hizo nada, no se molest¨® en absoluto, pero la segunda ¨Cque entr¨® apenas un par de minutos despu¨¦s¨C atac¨® a los ¨¢caros con fuerza¡±, explica Siefert. Una raz¨®n para explicar estas diferencias puede ser que el comportamiento de higiene y protecci¨®n de la colmena se aprenda a lo largo de la vida. Otro motivo, insiste el cient¨ªfico, podr¨ªan ser las diferencias gen¨¦ticas: ¡°Todas las abejas trabajadoras son hermanas, pero pueden tener una gen¨¦tica desigual por venir de padres distintos¡±, dice Siefert y aclara: ¡°Una sola reina se aparea con varios z¨¢nganos¡±.
El investigador, que junto a sus colegas public¨® la semana pasada los resultados de las observaciones de los v¨ªdeos en la revista cient¨ªfica Plos One, afirma que su trabajo revela procesos ¨²nicos que no han sido publicados previamente como ¡°la rara alimentaci¨®n boca a boca de las abejas y la regulaci¨®n de la temperatura dentro de c¨¦lulas que contienen cr¨ªas en desarrollo¡±. Los cient¨ªficos afirman que a pesar de no tener una respuesta definitiva para muchas preguntas sobre la vida de las abejas, los v¨ªdeos sirven para registrar e identificar con precisi¨®n las conductas de estos insectos, necesarios para la supervivencia y la estabilidad de muchos ecosistemas.
Las abejas act¨²an como agentes polinizadores y se sabe que sin ellas el reino vegetal no podr¨ªa evolucionar ni reproducirse. De hecho, los ¨²ltimos estudios demuestran que las abejas polinizan 170.000 especies diferentes de plantas y que al menos un tercio de cada cucharada de comida que los seres humanos ingerimos depende de su polinizaci¨®n. Pese a su importancia, millones de abejas mueren cada a?o por el uso indiscriminado de fertilizantes y pesticidas. Siefert afirma que el material visual tambi¨¦n ¡°puede ayudar a que la gente del com¨²n reconozca la importancia de estos insectos voladores y las consecuencias que puede generar su muerte masiva¡±.
El investigador cuenta que durante su doctorado desarroll¨® un m¨¦todo para observar en detalle y en alta calidad el comportamiento de enfermer¨ªa de las abejas en sus colonias durante un largo per¨ªodo de tiempo. ¡°Debido al inter¨¦s que generaron estas grabaciones en la academia, mis compa?eros y yo decidimos publicar los dem¨¢s v¨ªdeos en los que se observan comportamientos extra?os y complejos de las abejas mel¨ªferas¡±. En las im¨¢genes se ve, por ejemplo, como las abejas dan calor, protegen y alimentan boca a boca a las cr¨ªas. Tambi¨¦n se evidencian pr¨¢cticas relacionadas con la nutrici¨®n, como el almacenamiento de n¨¦ctar y de polen; actividades de higiene, como la limpieza de superficies, y la creaci¨®n y remodelaci¨®n de celdillas. Tambi¨¦n hay registro de canibalismo.
Seg¨²n los investigadores, el canibalismo es una forma eficaz para que la colonia recicle prote¨ªnas y prevenga el moho y los hongos que crecen en la descendencia que muere. En las conclusiones del trabajo se lee que adem¨¢s de los espec¨ªmenes fallecidos, las abejas obreras tambi¨¦n se pueden comer a las cr¨ªas hasta una etapa espec¨ªfica de su desarrollo. ¡°En nuestras observaciones, la canibalizaci¨®n generalmente ocurri¨® sin una causa visible, lo que sugiere que las abejas trabajadoras perciben informaci¨®n qu¨ªmica para identificar descendientes enfermos, fallecidos, parasitados o mal desarrollados¡±. Curiosamente, dicen los cient¨ªficos, rara vez se observ¨® canibalizaci¨®n de los huevos.
A pesar de que la abeja mel¨ªfera occidental vive en colonias muy grandes, de aproximadamente 80.000 individuos, el ¨¦xito de la colmena est¨¢ determinado por el comportamiento de cada miembro. Seg¨²n la investigaci¨®n, los v¨ªdeos tambi¨¦n permiten analizar y comparar actividades cotidianas como la construcci¨®n de nidos, la b¨²squeda de alimento, la regulaci¨®n de la temperatura y la defensa de la colmena. La mayor¨ªa de estas actividades ocurren dentro de la estructura de la propia colmena y no son f¨¢cilmente observables, pero en este estudio, Siefert y sus colegas utilizaron distintas t¨¦cnicas para grabar las celdillas dentro de colmenas con marcos de vidrio.
Para estos v¨ªdeos, los autores registraron durante varios meses celdillas del panal con los marcos girados 90 grados para mayor visibilidad. Esto permite una vista lateral hasta ahora desconocida. ¡°Para construir la fuente de iluminaci¨®n m¨¢s apropiada y asequible, compr¨¦ cuencos met¨¢licos para comida en IKEA¡±, explica Siefert. Y bromea: ¡°Fue una tarea interesante convencer a nuestros socios de financiaci¨®n de las razones por las cuales necesitaba un par de tazones para servir en mi investigaci¨®n¡±.
El trabajo tiene como objetivo utilizar los v¨ªdeos de alta calidad que registraron por primera vez las extra?as y complejas conductas de estas abejas para generar conciencia sobre su cuidado en colegios y comunidades no cient¨ªficas. ¡°Presentamos un m¨¦todo para la observaci¨®n de v¨ªdeo a largo plazo de una colonia social de insectos. Los futuros investigadores podr¨¢n probar su hip¨®tesis sobre el comportamiento de las abejas mediante la observaci¨®n de v¨ªdeos. Adem¨¢s, esto podr¨ªa expandirse y compararse con otros insectos que viven en colonias sociales¡±, concluye Siefert.
Puedes seguir a MATERIA en Facebook, Twitter e Instagram, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.