¡°No he encontrado a Dios en el universo, pero Einstein s¨ª, en la perfecci¨®n y la belleza de sus leyes¡±
El astrof¨ªsico Eduardo Battaner analiza en un libro la relaci¨®n de los f¨ªsicos con las creencias religiosas a lo largo de la historia
Eduardo Battaner L¨®pez (Burgos, 1945) no ha buscado a Dios en la f¨ªsica, pero s¨ª a los f¨ªsicos que lo han hecho a lo largo de la historia y a aquellos que han negado su existencia, algo que, seg¨²n dec¨ªa Paul Dirac, es uno de los problemas fundamentales de esta ciencia. Battaner, astrof¨ªsico formado en Espa?a y en el prestigioso Instituto Max Planck de Alemania, es profesor em¨¦rito de la Universidad de Granada y ha publicado Los f¨ªsicos y Dios (Editorial Catarata), un repaso a la relaci¨®n de estos buscadores de respuestas a lo largo de la historia.
Pregunta. ?Por qu¨¦ Los f¨ªsicos y Dios?
Respuesta. Los grandes investigadores han trabajado en ese horizonte que divide lo conocido y lo ignoto. Por tanto, han tenido el privilegio de observar la naturaleza como nunca antes se hab¨ªa visto. Su interpretaci¨®n de la naturaleza ha tenido implicaciones en la filosof¨ªa y en la teolog¨ªa. Por eso, hay mucha gente que quiere saber cu¨¢l era el pensamiento religioso de los grandes cient¨ªficos y, por tanto, de los grandes f¨ªsicos. Pero hay que advertir que en este libro no hay ninguna intenci¨®n de apostolado. No se defiende ninguna posici¨®n religiosa concreta. Ni se defiende el te¨ªsmo ni el ate¨ªsmo. Se habla de la actitud de los f¨ªsicos ante la idea de Dios basada en sus propias palabras. Este libro tiene solo un enfoque hist¨®rico.
P. ?Por qu¨¦ esa preocupaci¨®n entre los f¨ªsicos?
R. Porque esta es una preocupaci¨®n de todas las personas y lo es de los f¨ªsicos porque son personas. Pero su punto de vista tiene un inter¨¦s adicional porque su oficio es conocer el universo. Los f¨ªsicos hoy trabajan prescindiendo de sus creencias particulares. Incluso los m¨¢s creyentes no mezclan su ciencia y su religi¨®n. No siempre ha sido as¨ª. Por ejemplo, [Johannes] Kepler era un m¨ªstico que, bas¨¢ndose en que estamos hechos a imagen y semejanza, cre¨ªa que pod¨ªa comprender el mundo. Es un m¨¦todo cient¨ªfico inaceptable hoy, pero que le llev¨® a establecer unas leyes de gran precisi¨®n. Cre¨ªa tener la responsabilidad de interpretar la creaci¨®n.
P. Michel Mayor, descubridor del primer exoplaneta, dice que ¡°no hay sitio para Dios en el universo¡± En su tarea como astrof¨ªsico, ?lo ha hallado?
R. No he encontrado a Dios en el universo, pero en este libro no pretendo exponer mis propias ideas sino la de los grandes f¨ªsicos. Entre ellos y, en particular, entre los astrof¨ªsicos, hay una gran disparidad de creencias. Los hay creyentes, agn¨®sticos y ateos. No todos piensan como Mayor. Por ejemplo, [Albert] Einstein s¨ª encontr¨® a Dios en el universo, en la perfecci¨®n y la belleza de sus leyes.
P. Pero usted cuestiona que los f¨ªsicos de ahora se amparan en la no respuesta como respuesta.
R. Es verdad que hoy los cient¨ªficos tienen una especie de pudor al confesar sus creencias. No s¨¦ por qu¨¦. No suelen contestar. Esto contrasta con los f¨ªsicos de otros tiempos que revelaban sus creencias sin tapujos. ?Por qu¨¦ no decirlo? Otra cosa son los agn¨®sticos que no se pronuncian porque no encuentran la respuesta o creen que no la hay.
En la evoluci¨®n del universo, hay un sentido f¨ªsico. Lo que no quiere decir que haya un prop¨®sito
P. ?Hay un sentido en la evoluci¨®n del universo?
R. El universo evoluciona de una forma bastante conocida y previsible matem¨¢ticamente (si se except¨²an los primeros instantes) Hay un sentido f¨ªsico. Lo que no quiere decir que haya un prop¨®sito.
P. ?Por qu¨¦ cambia la relaci¨®n de la f¨ªsica con Dios?
R. A lo largo de la historia se observa, en efecto, una evoluci¨®n. Los cient¨ªficos isl¨¢micos de la edad media daban por supuesta la existencia de Dios. Cuando la ciencia pas¨® a Europa, todos los cient¨ªficos eran tambi¨¦n creyentes, incluso cl¨¦rigos y tambi¨¦n daban por supuesta la existencia de Dios. O, si alguno no lo cre¨ªa, se lo call¨®. A partir del Renacimiento empieza la diversidad de opiniones. Y hoy hay muchas posturas diferentes. ?Por qu¨¦? Seguramente debido al avance prodigioso de la ciencia y la disoluci¨®n de la censura.
Hay muchos f¨ªsicos creyentes, aunque no mezclan sus ecuaciones diferenciales con su fe
P. ?Es compatible la f¨ªsica con Dios?
R. Completamente. Ha habido grandes f¨ªsicos creyentes, incluso p¨ªos o ermita?os. Un buen ejemplo puede ser el de [Georges} Lema?tre, el padre de la teor¨ªa del Big Bang, era sacerdote jesuita y uno de los mejores f¨ªsicos de todos los tiempos.
P. ?La fe limita el m¨¦todo cient¨ªfico?
R. Hist¨®ricamente, s¨ª. Por ejemplo, algunas ¨®rdenes religiosas tuvieron grandes intereses cient¨ªficos, pero la prohibici¨®n del heliocentrismo constre?¨ªa su progreso. Pero, en el siglo XVIII, esta limitaci¨®n se desvaneci¨®. Hoy la respuesta es tajantemente no. Hay muchos f¨ªsicos creyentes, aunque no mezclan sus ecuaciones diferenciales con su fe.
En nuestro cerebro, y solo tenemos uno, la interrogante de la existencia de Dios merodea por ah¨ª
P. ?La f¨ªsica, seguir¨¢ buscando a Dios?
R. La f¨ªsica no busca a Dios. Los f¨ªsicos, en cuanto hombres, s¨ª. Pero en nuestro cerebro, y solo tenemos uno, la interrogante de la existencia de Dios merodea por ah¨ª.
P. ?Cu¨¢l es el fin de la f¨ªsica?
R. Como astrof¨ªsico, pienso que es comprender el principio, la evoluci¨®n y el final del universo. El f¨ªsico busca la unificaci¨®n de todas las fuerzas. Es un viejo sue?o en el que se embarcaron f¨ªsicos de la talla de [Michel] Faraday o Einstein. Se busca la teor¨ªa del todo. Se busca una ecuaci¨®n que lo explique todo.
P. ?Esa ecuaci¨®n podr¨ªa ser Dios?
La pregunta de la existencia de Dios no ser¨¢ resuelta por la ciencia
R. Habr¨¢ algunos f¨ªsicos que as¨ª lo vean y otros que no. Pero la pregunta de la existencia de Dios no ser¨¢ resuelta por la ciencia. Preguntas como la que se hac¨ªa Gottfried Leibniz, ¡°?Por qu¨¦ hay algo en lugar de nada¡±, se quedar¨¢n sin respuesta en el marco de la f¨ªsica, pienso.
P. ?Qu¨¦ f¨ªsico ha conjugado mejor la idea de Dios y la ciencia?
R. Albert Einstein ten¨ªa una idea de Dios no vinculada a ninguna iglesia o fe establecida. No cre¨ªa en un Dios que premiara a los buenos y castigara a los malos o que prometiera la inmortalidad. Pero cre¨ªa que en un Dios que hab¨ªa creado el Universo. Le extra?aba que ¨¦l pudiera escribir las ecuaciones del universo en media cuartilla. No era ni ateo, ni agn¨®stico ni pante¨ªsta. ?l as¨ª lo dijo. Con su sentido caracter¨ªstico del humor llamaba a Dios ¡°El Viejo¡±.
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