Un f¨¢rmaco usado para tratar enfermedades cardiacas en humanos corrige la obesidad en ratones

A veces los descubrimientos cient¨ªficos que cambian nuestra forma de vivir ocurren por casualidad. Alexander Fleming encontr¨® un extra?o hongo que no dejaba crecer bacterias en las muestras de laboratorio que hab¨ªa tirado a la basura. De ah¨ª surgi¨® la penicilina. El ingeniero Wilson Greatbatch puso mal una resistencia en una m¨¢quina que intentaba grabar los latidos del coraz¨®n e invent¨® as¨ª el marcapasos. Los investigadores de Pfizer descubrieron la Viagra cuando buscaban un medicamento contra la angina de pecho y la hipertensi¨®n. Ahora, un grupo de cient¨ªficos del Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas de Espa?a (CNIO) ha descubierto por azar que la digoxina, un f¨¢rmaco usado para tratar las enfermedades cardiacas en los seres humanos, es capaz de corregir por completo la obesidad en los ratones.

Nabil Djouder, jefe del grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y C¨¢ncer del CNIO y l¨ªder del trabajo, explica: ¡°Fue un hallazgo fortuito. Al principio, utilizamos la digoxina para tratar el c¨¢ncer de h¨ªgado en ratones, pero descubrimos que, con el medicamento, los animales no engordaban¡±.

Este hallazgo es un paso importante en la b¨²squeda de la cura contra una enfermedad que, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), cada a?o afecta a 600 millones de personas en el mundo y causa la muerte de cerca de cuatro millones. ¡°Dado que hoy no hay tratamientos m¨¦dicos eficaces contra la obesidad ni el s¨ªndrome metab¨®lico, la digoxina puede representar una opci¨®n terap¨¦utica efectiva¡±, escriben los investigadores en el trabajo que se public¨® este jueves en la revista cient¨ªfica Nature Metabolism.

Dado que a d¨ªa de hoy no hay tratamientos m¨¦dicos eficaces contra la obesidad ni el s¨ªndrome metab¨®lico, la digoxina puede representar una opci¨®n terap¨¦utica efectiva, afirman los investigadores

Las conclusiones del estudio revelan que los ratones obesos perdieron hasta un 40% de peso, incluso si segu¨ªan comiendo una dieta rica en grasa. Los animales, adem¨¢s, se curaron de trastornos metab¨®licos asociados a la obesidad. Djouder explica que el f¨¢rmaco no causa efectos adversos y en un futuro cercano podr¨ªa aplicarse en humanos. ¡°No estamos tan lejos, lo que necesitamos es hacer estudios epidemiol¨®gicos y ensayos cl¨ªnicos en pacientes con obesidad para ver si este f¨¢rmaco puede ser un tratamiento eficaz¡±, dice el investigador.

El estudio sugiere que una dosis tres veces superior a la que se suministra actualmente en pacientes ser¨ªa muy eficaz para adelgazar sin provocar toxicidad ni efectos secundarios. ¡°Hay que explorar la posibilidad de aumentar la dosis en humanos y ver el efecto de la digoxina sobre la p¨¦rdida de peso¡±, explica Djouder.

La investigaci¨®n parte de la idea de que la obesidad es una enfermedad inflamatoria, es decir, una reacci¨®n defensiva cr¨®nica del organismo ante la agresi¨®n que le supone el exceso de nutrientes. La digoxina, dice Djouder, act¨²a reduciendo la producci¨®n de una mol¨¦cula llamada interleucina 17A o IL-17A, que es la responsable de provocar inflamaci¨®n en las c¨¦lulas. En palabras sencillas, los cient¨ªficos encontraron que el medicamento impide la producci¨®n de esta mol¨¦cula y revierte la obesidad. Al inhibir la IL-17A tambi¨¦n se puede reducir el riesgo de padecer diabetes tipo 2, hipertensi¨®n y otras enfermedades cardiovasculares.

Djouder cuenta que, durante el experimento, los ratones, obesos por una alimentaci¨®n hipercal¨®rica, siguieron comiendo lo mismo mientras tomaban digoxina. El medicamento gener¨® un efecto inmediato. Los animales comenzaron a perder peso a las pocas semanas de comenzar el tratamiento. ¡°Los beneficios se mantuvieron durante al menos ocho meses, lo que sugiere que no se desarrollan mecanismos de resistencia¡±, dice el cient¨ªfico. Y a?ade: ¡°Nos dimos cuenta de que si par¨¢bamos el tratamiento con la digoxina, el efecto era reversible y los ratones pod¨ªan volver a coger peso¡±.

Los beneficios se mantuvieron durante al menos ocho meses, lo que sugiere que no se desarrollan mecanismos de resistencia

Ana Teijeiro, cient¨ªfica del CNIO y primera firmante del trabajo, afirma que el hallazgo tiene relevancia cl¨ªnica: ¡°Es tentador proponer que los pacientes con obesidad podr¨ªan tomar digoxina durante un periodo corto, hasta estabilizar la p¨¦rdida de peso, y que despu¨¦s sigan una dieta saludable y ejercicio f¨ªsico¡±. Lo mejor ser¨ªa combinar el tratamiento farmacol¨®gico con un estilo de vida adecuado, debido al efecto reversible del medicamento. La investigadora explica que en estudios epidemiol¨®gicos con pacientes humanos con enfermedades cardiacas tratados con digoxina se observa que el f¨¢rmaco tambi¨¦n reduce de manera significativa el colesterol.

Teijeiro explica que, adem¨¢s de cl¨ªnico, el hallazgo tiene valor te¨®rico porque identifica un nexo causal entre inflamaci¨®n y aumento de peso. Seg¨²n los cient¨ªficos, con esta asociaci¨®n se abren nuevas l¨ªneas de investigaci¨®n que pueden ayudar a esclarecer los mecanismos moleculares que hacen de la obesidad una enfermedad inflamatoria. ¡°Gracias a este estudio sabemos que la p¨¦rdida de peso y los cambios metab¨®licos sist¨¦micos est¨¢n controlados por un mecanismo molecular ¨²nico, la IL-17A, que act¨²a directamente en los adipocitos, cambiando su perfil gen¨¦tico y su capacidad de respuesta ante el exceso de nutrientes¡±.

La importancia del trabajo radica en que, en la actualidad, las opciones para tratar la obesidad son limitadas y, seg¨²n el estudio, no han mejorado en los ¨²ltimos 20 a?os, debido sobre todo ¡°a la falta de conocimiento de la fisiolog¨ªa de la obesidad y los mecanismos que rigen la acumulaci¨®n de grasa¡±. Las terapias basadas en cambios en el estilo de vida, intervenciones en la dieta y actividad f¨ªsica solo logran reducir el peso en aproximadamente 10%, y los f¨¢rmacos que buscan incidir sobre el apetito o la absorci¨®n de las grasas ayudan entre un 2% y un 7%.

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