Una gesta de poca altura
El ¡®Ingenuity¡¯ se ha elevado sobre la superficie marciana en un primer vuelo hist¨®rico para la carrera espacial
Por fin el helic¨®ptero marciano ¡®Ingenuity¡¯ ha hecho su primer vuelo: un ascenso en vertical hasta tres metros, un giro sobre s¨ª mismo, como si estuviese oteando el horizonte a su alrededor, y al suelo de nuevo. Total: 40 segundos en el aire. Medio minuto m¨¢s que el primer vuelo de los hermanos Wright. Pero aquel cubri¨® m¨¢s recorrido: 40 metros; Ingenuity no se ha movido del sitio.
El vuelo ha tenido lugar a mediod¨ªa marciano, cuando el viento pod¨ªa estar m¨¢s en calma. Eso era la madrugada en Espa?a, pero las im¨¢genes no se han visto hasta primera hora de la tarde. En parte, por el retardo en las comunicaciones con Marte (casi un cuarto de hora) pero sobre todo por el tiempo que ha requerido la transmisi¨®n de im¨¢genes y el ensamblarlas en un video coherente.
El Perseverance est¨¢ estacionado a unos cien metros del helipuerto marciano. A esa distancia, el peque?o helic¨®ptero, que no levanta tres palmos del suelo, apenas se distingue. Ha hecho falta utilizar el zoom de la c¨¢mara a m¨¢ximo aumento.
A ras de suelo, la atm¨®sfera marciana equivale a la de la Tierra a 30 kil¨®metros de altura: Casi cuatro veces el Everest y el triple del nivel de vuelo de los aviones comerciales
?Por qu¨¦ tan lejos? Por un lado, para dejarle suficiente espacio para futuras maniobras. Pero tambi¨¦n por una medida de prudencia: A ras de suelo, la atm¨®sfera marciana equivale a la de la Tierra a 30 kil¨®metros de altura: Casi cuatro veces el Everest y el triple del nivel de vuelo de los aviones comerciales.
En esas condiciones, para generar sustentaci¨®n los rotores han de girar muy r¨¢pido. Tanto que sus puntas alcanzan casi la mitad de la velocidad del sonido. En la Tierra eso puede provocar violentas vibraciones, pero la propia densidad del aire contribuye a amortiguarlas; en Marte esa ayuda no existe, as¨ª que hubo que dise?ar unas palas ligeras pero muy r¨ªgidas. Si se desprendiera una ser¨ªa como una cuchilla lanzada a trescientos kil¨®metros por horas. Y nadie quiere imaginar las consecuencias que tendr¨ªa un impacto contra el Perseverance.
Las im¨¢genes del Ingenuity revoloteando captadas por el rover se han enviado a un orbitador (el Mars Reconnaissance Orbiter) que lleva 15 a?os girando en torno al planeta. Desde ah¨ª, a las grandes antenas en Madrid, Canberra y California. Y de ah¨ª, a los ordenadores de proceso de imagen del JPL, desde donde se dirige la misi¨®n.
Durante el vuelo solo transmite informaci¨®n de altimetr¨ªa y fotograf¨ªas de baja resoluci¨®n y en blanco y negro
El transmisor del helic¨®ptero solo tiene un alcance de unos pocos cientos de metros as¨ª que todas las comunicaciones se hacen v¨ªa Perseverance. Sus bater¨ªas, que ante todo han de alimentar los rotores, no dan para mucho. Por eso durante el vuelo solo transmite informaci¨®n de altimetr¨ªa y fotograf¨ªas de baja resoluci¨®n y en blanco y negro (un formato similar a las antiguas VGA de nuestros ordenadores: medio megapixel). Esa es la c¨¢mara que ha transmitido la primera foto de la sombra del Ingenuity sobre las rocas. Ese mismo tipo de im¨¢genes son las que permiten al software de a bordo estimar la velocidad y rumbo del aparato a base de analizar el desplazamiento de las rocas o de la propia sombra.
Las fotos que pueda haber registrado la c¨¢mara de color (de mucha mejor calidad: 13 megapixels) son demasiado pesadas para transmitirlas en tiempo real. Podr¨ªan comprimirse, pero los ingenieros prefieren recibirlas en bruto para no ning¨²n detalle. Se enviar¨¢n al Perseverance despu¨¦s de aterrizar y una vez el Sol haya recargado las bater¨ªas. Y a velocidad relativamente baja, as¨ª que el video panor¨¢mico a¨²n puede tardar horas o d¨ªas en verse.
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