¡°Para la fauna es una guerra nuclear¡±: los animales alteran su comportamiento en La Palma tras el volc¨¢n
El investigador del CSIC Manuel Nogales encuentra un escenario sorprendente y desolador junto a las coladas, con animales desorientados y a la deriva, en un estudio pionero en plena cat¨¢strofe volc¨¢nica
¡°Para la fauna, el escenario es el de una guerra nuclear¡±. Manuel Nogales lleva 40 a?os estudiando la biodiversidad canaria y se est¨¢ encontrando una alteraci¨®n de la conducta de los animales de La Palma como no se conoc¨ªa hasta ahora. Todo son sorpresas, comenta. ¡°Est¨¢n muy asustados con este fen¨®meno, toda la fauna ha cambiado su comportamiento¡±, explica acelerado a primera hora de la ma?ana del viernes, tras dormir cuatro horas, antes de lanzarse de nuevo con su jeep a la zona de exclusi¨®n de la isla: all¨ª donde solo van los cient¨ªficos. Nogales tambi¨¦n se muestra desolado al contar la situaci¨®n en la que se est¨¢n encontrando los animales dom¨¦sticos liberados en la zona m¨¢s afectada por las coladas, ¡°a la deriva¡±, comiendo vegetaci¨®n llena de ceniza. Y los pescadores de Tazacorte, en la costa m¨¢s cercana al volc¨¢n, hablan de una escasez notable de peces.
Nogales, delegado del CSIC en Canarias, pasa el d¨ªa junto a las lenguas de lava, rodeado de vulcan¨®logos, ¡°que son las aut¨¦nticas estrellas del equipo¡±, pero su trabajo es muy distinto. El bi¨®logo estudia qu¨¦ est¨¢ ocurriendo con la vida del entorno. Las plantas, por ejemplo est¨¢n sumamente deshidratadas, y hay un 40% muy marchitas y en muy mal estado. Pero son los animales los que m¨¢s preocupan a este investigador del Instituto de Productos Naturales y Agrobiolog¨ªa (IPNA). En la zona, la fauna b¨¢sicamente se compone de aves y reptiles, sobre todo lagartos, que ya no se encuentran. ¡°Los lagartos pr¨¢cticamente han desaparecido del terreno. Ahora apenas vemos nada¡±, se?ala Nogales, que ha registrado en su trabajo de campo de estos d¨ªas apenas un 10% de lo que observar¨ªa normalmente.
Y cuando desaparecen los lagartos, la base de la alimentaci¨®n de muchas rapaces, todo el ecosistema se altera. ¡°Los cern¨ªcalos intentan capturar aves, y eso es algo que a m¨ª me sorprende porque en Canarias no es nada normal¡±, reconoce el bi¨®logo. En la zona s¨ª hay otras rapaces que incluyen aves m¨¢s peque?as en su men¨², como los gavilanes o halcones, como el tagarote. ¡°Esos s¨ª son especialistas en captura de aves. Pero ahora los cern¨ªcalos tienen que tirar de donde pueden, un cambio completamente inesperado, porque no conocemos este escenario totalmente nuevo¡±, a?ade el investigador.
El resto de aves tambi¨¦n han alterado su forma de interactuar en el entorno. Antes, cuando este cient¨ªfico iba al campo para anotar todos los contactos en un determinado per¨ªmetro, la mayor¨ªa de las noticias que recib¨ªa de su presencia era por v¨ªa ac¨²stica: su canto. ¡°Ahora, curiosamente, vemos muchas m¨¢s aves de las que escuchamos, completamente al rev¨¦s de lo habitual¡±. El investigador concluye: ¡°La fauna est¨¢ cambiando sus h¨¢bitos, sus comportamientos, definitivamente. Las especies tienen mucho menos miedo y temor a la presencia del ser humano, nos est¨¢ llamando mucho la atenci¨®n¡±. Los murci¨¦lagos, que dependen de insectos, siguen presentes.
Pero el cient¨ªfico se muestra consternado cuando habla de los animales que se encuentran en la zona restringida, cerca de las coladas, en situaciones terribles. ¡°Vemos bastantes animales de los que tuvieron que soltar. Y los vemos muy a la deriva. Yo no s¨¦ de d¨®nde han venido estos pobres animales. Cabras con las pezu?as destrozadas, gatos perdidos, pavos reales, un sinf¨ªn de animales que nos dan much¨ªsima pena¡±, admite. Tambi¨¦n se han encontrado gallos de pelea, una pr¨¢ctica de maltrato animal que est¨¢ prohibida, ¡°pero ahora est¨¢n en la naturaleza y se han peleado entre ellos¡±, asegura, mientras muestra en su m¨®vil fotograf¨ªas desoladoras de animales heridos. ¡°Lo peor¡±, resalta, ¡°es que la vegetaci¨®n est¨¢ fundida y muchos de estos animales son herb¨ªvoros, as¨ª que est¨¢n comiendo alimentos con cenizas: tiene mal pron¨®stico. Para un bi¨®logo es muy duro¡±.
Nogales explica que, desde que comenz¨® esta erupci¨®n, ve ¡°la vida en blanco y negro¡±, llena de cenizas volc¨¢nicas. ¡°Es un escenario que yo no conoc¨ªa¡±, cuenta. Asegura tambi¨¦n que su trabajo es in¨¦dito: intentar evaluar c¨®mo impacta la erupci¨®n de un volc¨¢n en directo sobre toda la biodiversidad que rodea a las coladas volc¨¢nicas. ¡±No tenemos ni idea, hemos partido de cero, porque la bibliograf¨ªa es pr¨¢cticamente inexistente, pero tambi¨¦n es una oportunidad ¨²nica para estudiarlo¡±, narra. Su vida desde hace unos d¨ªas consiste en madrugar, lanzarse a la zona restringida con el cuaderno de campo, estudiar la biodiversidad hasta la noche (orientado por los vulcan¨®logos para evitar riesgos), y volver a empezar al d¨ªa siguiente.
¡°Los peces huyen¡±
El comit¨¦ cient¨ªfico de crisis del plan de emergencias dec¨ªa el jueves que ¡°no descarta que el aumento de la emisi¨®n de cenizas y su ca¨ªda en el mar pueda estar afectando el ecosistema marino¡± en las costas de La Palma, pudiendo causar ¡°cambios dr¨¢sticos¡±, por lo que se reforzar¨¢n los sistemas de vigilancia de los materiales volc¨¢nicos en el mar. El Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa (IEO) ha enviado el buque cient¨ªfico Ram¨®n Margalef para estudiar lo que est¨¢ sucediendo en La Palma. Para realizar un capeado del fondo marino, buscando expulsiones de gases, abombamientos o fisuras, pero tambi¨¦n para estudiar c¨®mo afecta a la biodiversidad.
Seg¨²n explica el investigador del IEO Eugenio Fraile, que forma parte del comit¨¦ cient¨ªfico de crisis, quieren estudiar todo lo que ocurre all¨ª: la f¨ªsica y la qu¨ªmica del agua, pero tambi¨¦n c¨®mo est¨¢n los peces. ¡°Contamos con testimonios de pescadores que hablan de que hay menos, de un cambio significativo en las capturas, pero no tenemos datos: hay que ir all¨ª, ver si es as¨ª y determinar cu¨¢les son las causas¡±, afirma Fraile. Tambi¨¦n van a tomar muestras de corales, que son capaces de asimilar gases precursores en un escenario como este.
Pedro Hern¨¢ndez, de la cofrad¨ªa de pescadores de Tazacorte, asegura que llevan seis meses ¡°de merma en las capturas. Ha sido un a?o de los peores que hemos tenido¡±, cuenta. Su compa?ero Fernando Guti¨¦rrez era el presidente de la cofrad¨ªa de pescadores de El Hierro cuando se desat¨® una crisis similar y hubo una erupci¨®n submarina: el volc¨¢n Tagoro. ¡°La gente huye, pues tambi¨¦n los peces. Aqu¨ª tambi¨¦n par¨® la pesca, pero es que mat¨® a los peces de media isla. Estuvimos a?o y medio sin poder faenar, pero con la mitad que se salv¨® pudimos recuperar la mitad que se perdi¨®¡±, recuerda Guti¨¦rrez.
¡°Este capricho de la naturaleza¡±, recuerda Fraile, ¡°llega justo 10 a?os despu¨¦s de que el volc¨¢n submarino afectara al Mar de las Calmas en El Hierro, y ahora es otra reserva marina, la de La Palma, un ¨¢rea de alta sensibilidad, la que ya est¨¢ siendo afectada¡±.
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