Los superalimentos: el t¨¦rmino sin base cient¨ªfica que no es tan milagroso como promete
La investigadora del CSIC Jara P¨¦rez aborda en un libro el fundamento nutricional de estos productos, as¨ª como los efectos que puede tener su uso sin conocimiento
El t¨¦ kombucha, la espelta, las bayas de goji o el aceite de coco son productos que se pueden encontrar en muchos supermercados y que han sido denominados en muchas ocasiones como superalimentos. Jara P¨¦rez (Madrid, 40 a?os), cient¨ªfica del Instituto de Ciencia y Tecnolog¨ªa de Alimentos y Nutrici¨®n (ICTAN-CSIC) los define como ¡°alimentos, generalmente con or¨ªgenes ex¨®ticos, que no se suelen consumir tradicionalmente y a los que se les atribuye grandes propiedades en salud. Parece que independientemente de c¨®mo sea la alimentaci¨®n de la persona en su conjunto va a mejorar solo por incorporarlos¡±. Sin embargo, la investigadora insiste en que ni siquiera hay una descripci¨®n cient¨ªfica o legal y que la falta de una definici¨®n un¨¢nime no se debe a discrepancias, sino a que en el mundo cient¨ªfico no se contempla este t¨¦rmino. Esta tem¨¢tica ha sido la protagonista de uno de los ¨²ltimos libros de la colecci¨®n ?Qu¨¦ sabemos de? (CSIC-Catarata) en la que P¨¦rez aborda la base nutricional y cient¨ªfica de estos productos y los efectos, en el peor de los casos negativos, del consumo de estos alimentos sin conocimiento.
El t¨¦rmino de superalimento surgi¨®, seg¨²n recuerda P¨¦rez, hace unos 10 o 15 a?os, pero como concepto hace mucho m¨¢s que se lo conoce. La jalea real, la miel o el vinagre de manzana son algunos de estos productos que desde hace tiempo se promocionaban y en cuyas propiedades muchas personas confiaban ciegamente. Pero la investigadora recuerda que la clave de la cuesti¨®n es la dieta en su conjunto, y que ning¨²n alimento por s¨ª solo proporciona todos los nutrientes necesarios: ¡°De nada sirve a?adir una cucharada de semillas de ch¨ªa o la ¨²ltima infusi¨®n de moda si la dieta es malsana¡±. De esta forma, la cient¨ªfica no anima a dejar de tomar estos productos sino a que se tenga en cuenta que a?adir ese producto a la dieta no va a ser ¡°una cosa milagrosa¡±. Otra de las cuestiones a tener en cuenta para tomar estos productos es tener conocimiento de sus propiedades para conocer las cantidades que se pueden ingerir de ellos. Un ejemplo de la importancia de saberlo ser¨ªa el de las algas, que se caracterizan por su contenido en yodo, que, a grandes cantidades, puede ser perjudicial.
Otro aspecto muy importante para entender todo lo que envuelve a los superalimentos es el contexto social. La investigadora lo explica a trav¨¦s del aceite de coco: ¡°Quien lo promociona [los superalimentos] habla de ciertas poblaciones que consumen mucho aceite de coco y que tienen el colesterol muy bajo. Estas son poblaciones con dietas b¨¢sicamente vegetarianas donde consumen muy pocas grasas saturadas. En su contexto, tiene sentido que lo tomen porque les da grasas saturadas que necesitamos. No tienen el colesterol bajo por el aceite de coco, lo tienen por su alimentaci¨®n¡±.
La creencia en los beneficios desmedidos de estos productos puede tener consecuencias. En el mejor de los casos, explica la cient¨ªfica, supone no entender el funcionamiento de la nutrici¨®n. Pero, en determinados momentos, s¨ª que puede suponer un riesgo para la poblaci¨®n, especialmente en productos muy concentrados. ¡°Ha habido alertas en agencias alimentarias con productos muy concentrados, como productos desecados, donde de pronto hay concentraciones muy elevadas de ciertos nutrientes que no alcanzar¨ªamos con el alimento como tal, pero que en estos desecados podemos alcanzar y eso s¨ª puede ser un riesgo para la salud¡±, concreta. Esto puede derivar a da?os hep¨¢ticos, obstrucci¨®n intestinal o formaci¨®n de c¨¢lculos renales. Un consumo muy elevado de verduras de tipo verde, como espinacas o acelgas, puede provocar esto ¨²ltimo, por uno de los nutrientes que contiene, el ¨¢cido ox¨¢lico, que si se une al calcio puede provocar piedras en el ri?¨®n. No obstante, para que ocurra esto se tiene que ingerir una gran cantidad en crudo y al cocinarlas se elimina parte de este compuesto, seg¨²n comenta P¨¦rez. ¡°Hay un problema cuando se toman en crudos y en batidos porque puedes estar tomando medio kilo de espinacas que nunca te tomar¨ªas en un plato, pero en un batido s¨ª. Son los batidos detox que, de pronto, te acaban intoxicando¡±, explica.
Las causas
Una de las principales causas de esta creencia en los superalimentos es la falta de conocimiento, especialmente del m¨¦todo cient¨ªfico, simplifica. ¡°A la gente le falta ser capaz de discernir que la investigaci¨®n tiene sus etapas. Sobre nutrici¨®n en general, evidentemente, no todo el mundo va a ser experto, pero creo que las nociones b¨¢sicas que habr¨ªa que tener no las tiene la mayor¨ªa de gente¡±. Por esto, P¨¦rez apuesta por una mayor educaci¨®n nutricional a todos los niveles y m¨¢s informaci¨®n para el consumidor. ¡°Hay muchas lagunas sobre la alimentaci¨®n saludable. Hay un papel que hacer por parte de los organismos de salud p¨²blica. Si s¨¦ que la sal es un producto a restringir me da igual que vendas sal del Himalaya, porque yo s¨¦ que sal tengo que tomar poca¡±, puntualiza.
¡°La industria alimentaria se sube al carro cuando algo tiene ¨¦xito¡±, sostiene la cient¨ªfica. Las redes sociales tambi¨¦n se han hecho eco de estos superalimentos y la influencia que pueden generar las personas que se dedican a estas plataformas en internet contribuyen al mensaje. ¡°Pueden dar la idea de que al final una dieta saludable implica alimentos muy raros y generalmente caros. Podemos seguir una dieta saludable con alimentos perfectamente asequibles y que nadie piense que si no puede comprar ese tipo de productos caros no va a poder seguir una dieta saludable¡±. En el libro muestra una comparativa de dos listas de la compra ¨Cuna compuesta por superalimentos y otra con productos m¨¢s comunes¨C para consumir 30 gramos de fibra en un d¨ªa. La ¨²nica diferencia es el precio: la primera lista val¨ªa 4,5 euros m¨¢s.
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