Un nuevo intento para lograr el anticonceptivo oral masculino
Un equipo estadounidense demuestra la efectividad en ratones de un f¨¢rmaco no hormonal y lo quiere empezar a probar en humanos a finales de a?o

La primera p¨ªldora anticonceptiva para mujeres fue desarrollada en la d¨¦cada de 1950 por un equipo cient¨ªfico liderado por Gregory Pincus y financiado por la sufragista Katharine McCormick. La combinaci¨®n de hormonas dise?ada por Pincus alteraba el ciclo menstrual y suprim¨ªa la ovulaci¨®n, superando as¨ª un reto tecnol¨®gico dif¨ªcil impulsado por el inter¨¦s de millones de mujeres que buscaban control sobre sus embarazos. Durante d¨¦cadas, se ha tratado de desarrollar una p¨ªldora similar para los hombres pero, por el momento, los esfuerzos no han puesto en el mercado un producto as¨ª. En la reuni¨®n primaveral de la Sociedad Qu¨ªmica Americana (ACS, de sus siglas en ingl¨¦s), un grupo de investigadores de la Universidad de Minnesota (EE UU) present¨® la semana pasada los resultados de un estudio en ratones que muestra el potencial de una p¨ªldora anticonceptiva no hormonal masculina.
Muchos de los compuestos que se est¨¢n probando para evitar la producci¨®n de espermatozoides aplican un mecanismo hormonal, como el femenino, pero en este caso con la testosterona como objetivo. Dado el intrincado equilibrio hormonal de los seres vivos, tocar una tiene un impacto sobre otras y los efectos secundarios, como bien conocen muchas mujeres que toman la p¨ªldora, son frecuentes. En el caso de los hombres, el incremento de peso, la depresi¨®n o la falta de deseo son algunos de los que se han encontrado durante los ensayos cl¨ªnicos de estos f¨¢rmacos. As¨ª, entre los anticonceptivos masculinos, el m¨¢s utilizado sigue siendo el preservativo, que fue probado por primera vez a gran escala por Gabriele Falloppio (el de las trompas) durante la terror¨ªfica epidemia de s¨ªfilis del siglo XVI en Europa.
Abdullah Al Noman, responsable de la presentaci¨®n en la ACS, explic¨® que su alternativa superar¨ªa los problemas mencionados. El equipo de Minnesota cre¨® un compuesto dise?ado para bloquear una forma de vitamina A, el receptor alfa del ¨¢cido retinoico, muy importante en la formaci¨®n del esperma. Antes, ya se hab¨ªa observado que bloqueando el gen que produce esa prote¨ªna en ratones los vuelve est¨¦riles sin efectos secundarios aparentes y los investigadores del laboratorio de Noman, liderado por Gunda Georg, buscaron una mol¨¦cula con el mismo efecto. Estudiando la estructura de la prote¨ªna, probaron un centenar de compuestos que pudiesen inhibir el ¨¢cido retinoico de manera selectiva hasta que llegaron a un compuesto bautizado como YCT529. Cuando se lo dieron a los ratones, el n¨²mero de espermatozoides en sus eyaculaciones cay¨® en picado y los embarazos se redujeron en un 99%. Adem¨¢s, cuando los animales dejaron de tomar la p¨ªldora, recuperaron su capacidad reproductiva en menos de un mes y medio.
Jos¨¦ Guti¨¦rrez Ales, presidente de la Sociedad Espa?ola de Contracepci¨®n, considera interesantes los resultados. ¡°El tener una capacidad tan elevada para fijarse al receptor alfa, le confiere una especificidad muy deseable en cualquier f¨¢rmaco, porque, en principio, va a tener solo los efectos deseados¡±, apunta. ¡°Aunque el paso a humanos siempre da sorpresas¡±, a?ade. El ginec¨®logo del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla ve como una ventaja que, ¡°no va a interferir en el equilibrio hormonal de quienes los tomen¡± y que no haya dudas sobre la recuperaci¨®n de la fertilidad. No obstante, adem¨¢s de esperar a las pruebas en humanos, que los investigadores prev¨¦n comenzar a finales de este a?o, Guti¨¦rrez Al¨¦s no descarta que se deseche, ¡°como se ha hecho con tantos productos¡±, pese a las buenas perspectivas.
Georg, que, adem¨¢s de directora del departamento de Qu¨ªmica M¨¦dica de la Universidad de Minnesota es consultora de YourChoice Therapeutics, la compa?¨ªa que tiene los derechos del YCT529, tambi¨¦n est¨¢ esperanzada con los resultados de los estudios animales, pero reconoce que ¡°solo los ensayos cl¨ªnicos [en humanos] mostrar¨¢n si este f¨¢rmaco efectivo, sin efectos secundarios y reversible se hace realidad¡±. Georg ya ha tenido la experiencia de lo dif¨ªcil que es dar el salto de los buenos resultados en modelos animales al mercado. Hace unos a?os, el gamendazole, otra alternativa anticonceptiva no hormonal, mostr¨® su efectividad en ratones, pero, seg¨²n explica la investigadora, se abandon¨® su desarrollo ¡°porque la duraci¨®n de la patente no daba tiempo suficiente para hacerla llegar al mercado en un tiempo razonable¡±.
En el pasado, la combinaci¨®n entre dificultad y falta de inter¨¦s ha impedido la llegada de alternativas anticonceptivas para los hombres m¨¢s all¨¢ del cond¨®n y la vasectom¨ªa. Por un lado, bloquear la producci¨®n de millones de espermatozoides por eyaculaci¨®n parece m¨¢s dif¨ªcil que hacer lo mismo con un solo ¨®vulo. Sin embargo, algunos ensayos cl¨ªnicos en humanos han logrado hacerlo con ¨¦xito.
Uno de los que lleg¨® m¨¢s lejos fue el liderado por Douglas Colvard, de la organizaci¨®n CONRAD (Investigaci¨®n y desarrollo en contracepci¨®n, de sus siglas en ingl¨¦s) y amparado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. Aplicado en forma de inyecci¨®n, observ¨® a 266 participantes durante algo m¨¢s de un a?o. En ese tiempo se produjeron cuatro embarazos y en el 94,8% de los casos, la capacidad para producir espermatozoides regres¨® durante el a?o posterior al abandono de las inyecciones. En las conclusiones, se afirmaba que la eficacia era ¡°relativamente buena¡± comparada con otros m¨¦todos disponibles para los hombres, aunque se reconoc¨ªa que la frecuencia de trastornos del ¨¢nimo ¡°leves y moderados era relativamente alta¡±. Un informe de un comit¨¦ externo encargado de velar por la seguridad hizo que el reclutamiento de pacientes y las inyecciones se detuviesen antes de tiempo y la investigaci¨®n encall¨®. Otro ensayo con m¨¢s de mil personas realizado en China con un anticonceptivo hormonal inyectable tambi¨¦n mostr¨® que pod¨ªa limitar lo necesario la producci¨®n de esperma, sin embargo, la compa?¨ªa que desarrollaba el f¨¢rmaco, Zhejiang Xian Ju Pharmaceutical, nunca intent¨® llevarlo al mercado.
El ¨¦xito de la p¨ªldora femenina ha reducido el inter¨¦s comercial de la masculina. Quienes se quedan embarazadas y cargan con una mayor parte de las consecuencias de un embarazo no deseado, incluso en una pareja estable, son las mujeres. Las empresas farmac¨¦uticas y los ginec¨®logos argumentan que, con frecuencia, ellas no se fiar¨ªan de que los hombres tomen las pastillas cuando es debido. Tambi¨¦n que la mayor¨ªa de ellos no aceptar¨¢n el incordio y los inconvenientes de asumir su parte de responsabilidad en un problema que la medicina, aunque con una cantidad importante de efectos secundarios, ya ha resuelto. Con este panorama, cuando aparece el m¨ªnimo problema en un tipo de f¨¢rmacos que ir¨ªa dirigido a personas sanas se detienen los estudios.
En ciencia, se suele decir que la fusi¨®n nuclear, que proporcionar¨ªa una cantidad casi infinita de energ¨ªa de forma constante y casi sin contaminaci¨®n, lleva d¨¦cadas estando a 20 a?os de hacerse realidad. Con el f¨¢rmaco anticonceptivo masculino sucede algo similar. Esfuerzos como los de Georg y su equipo tratan de dejar la broma obsoleta, pero es probable que para lograr el cambio no valga solo la ciencia y la tecnolog¨ªa.
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