Adela Mu?oz: ¡°Deber¨ªa ser obligatorio que los cient¨ªficos contribuyeran a la divulgaci¨®n¡±

Adela Mu?oz P¨¢ez (La Carolina, Ja¨¦n, 1958) lleva unos meses embarcada en dos proyectos estrechamente ligados a su vocaci¨®n por la divulgaci¨®n cient¨ªfica y por acercar la obra y el legado de las mujeres cient¨ªficas aplicando la perspectiva de g¨¦nero: Una cient¨ªfica en tu cole andaluz, donde mujeres cient¨ªficas veteranas y doctorandas de distintas especialidades cuentan en las aulas a trav¨¦s de experimentos c¨®mo es su trabajo para impulsar la vocaci¨®n cient¨ªfica en las ni?as antes de que pierdan el inter¨¦s; y las charlas sobre las Vacunas y el papel de la mujer en la ciencia, que imparte dentro de los ciclos Ciencia en los Barrios con los que la Universidad de Sevilla traslada la importancia de la investigaci¨®n a las barriadas m¨¢s humildes de la ciudad con altas tasas de absentismo escolar. Unas iniciativas que, como en las reacciones qu¨ªmicas que ella domina, buscan revertir en las estudiantes la inercia de que las carreras de ciencias son cosa de hombres. Mu?oz, catedr¨¢tica de Qu¨ªmica Inorg¨¢nica, habla de la importancia de la divulgaci¨®n para generar en la sociedad la conciencia del valor del conocimiento cient¨ªfico, con la misma pasi¨®n con las que explica, siempre desde con una base eminentemente cient¨ªfica, la guerra en Ucrania, las consecuencias de la escasez de materias primas tras la pandemia y sus efectos en el desarrollo de las energ¨ªas renovables. ¡°La ciencia nos rodea¡±, recuerda

Pregunta. El objetivo de Una Cient¨ªfica en tu cole es empezar con las charlas en edades muy tempranas para hacer atractiva la ciencia a las chicas, porque cuando tienen que elegir la rama de estudios ya han desarrollado la percepci¨®n de que las carreras de ciencias no son para ellas. ?C¨®mo est¨¢ siendo la reacci¨®n?

Respuesta. Las profesoras de Qu¨ªmica estamos con alumnos de seis y siete a?os y todos participan por igual. Las ni?as a¨²n no han desarrollado la idea de que las ciencias no son para ellas. El otro d¨ªa cuando estuvimos desarrollando un experimento, las ni?as de siete y ocho a?os, les dec¨ªan a sus madres y profesoras que quer¨ªan ser cient¨ªficas como nosotras. Luego igual cambian, pero al menos eso queda ah¨ª, que la ciencia tambi¨¦n es cosa de chicas.

P. Si la ense?anza es igual para todos ?a qu¨¦ cree que se debe esa deserci¨®n entre las ni?as?

R. No es tanto lo que se ense?a, sino lo que est¨¢n viendo constantemente por todos los sitios. La sexualizaci¨®n en los ¨²ltimos a?os ha sido terrible. Hay pasillos rosas y azules en las tiendas de juguetes. Lo que queremos es contrarrestar ese efecto y hacerlo a edades relativamente tempranas. Porque la percepci¨®n de que hay cosas que no son para chicas empieza cada vez antes y es, sobre todo, por una cuesti¨®n comercial. Es una tendencia que todo el mundo tiene y a la que todo el mundo empuja, que los ni?os son un mundo, son arriesgados, y las ni?as otro, dulces, encantadoras¡­

P. ?En qu¨¦ momento empieza a suceder esa disociaci¨®n?

R. Hay estudios que coinciden en que cuando pasan los seis a?os ya hay muchas ni?as que se autoperciben como menos capacitadas para materias de ciencias o las matem¨¢ticas que los ni?os. Y se asume y los padres dicen si la ni?a no quiere estudiar matem¨¢ticas, que no estudie, porque no es lo natural. Lo que no es natural es no querer estudiar matem¨¢ticas. El talento no tiene sexo.

P. ?Ah¨ª es donde cobra importancia de la introducci¨®n de la perspectiva de g¨¦nero en la ense?anza?

R. Mi compa?era de teatro, la matem¨¢tica Clara Grima, no era partidaria de incluir la perspectiva de g¨¦nero. Dec¨ªa que las matem¨¢ticas son de todos y que le gustan a todo el mundo, solo que hay gente que no lo sabe. Pues ha cambiado de opini¨®n, porque est¨¢ viendo c¨®mo se le vac¨ªan las aulas de mujeres en sus clases de la universidad.

Igual que antes no era natural que una mujer fuera m¨¦dico, ahora se cree que no es natural que las ni?as estudien inform¨¢tica¡±

P. Tras el ¨¦xito de la serie Gambito de Dama, donde la protagonista es una mujer, creci¨® el n¨²mero de padres que apuntaban a sus hijas a ajedrez, tambi¨¦n considerado un ¨¢mbito masculino. Usted con la iniciativa de Una cient¨ªfica en tu cole, las charlas sobre las vacunas o con las obras de teatro sobre mujeres cient¨ªficas tambi¨¦n destaca ejemplos femeninos. ?Son necesarios roles femeninos para potenciar el inter¨¦s de las ni?as?

R. Hay mucha gente que no ve esa necesidad. En el caso del f¨²tbol femenino me dec¨ªan que era una tonter¨ªa potenciarlo porque no ten¨ªa demanda. Pero en el momento en que alguien habla de eso, los estadios se llenan. Pero hace falta que alguien vea es necesario hablar de eso. Y es lo que hemos hecho nosotros en el caso de las charlas sobre las vacunas. Uno de nuestros objetivos era mostrar que en la investigaci¨®n sobre el virus del coronavirus hab¨ªa mujeres, porque en este tiempo ha parecido que solo hab¨ªa hombres. En la mal llamada gripe espa?ola una de las primeras im¨¢genes que a m¨ª me vienen a la mente es la de sanitarios que eran todos hombres, pero durante esta pandemia vimos una foto de un hospital en Brasil donde las sanitarias eran todas mujeres. El cambio ha sido enorme.

Romper con la inercia

P. En la medicina ha cambiado la percepci¨®n social, pero en el caso de las matem¨¢ticas desde que se ha vinculado a la inform¨¢tica ha descendido abrumadoramente el n¨²mero de mujeres matriculadas en la carrera, cuando antes, cuando se percib¨ªa como una materia relacionada con la ense?anza, eran casi mayor¨ªa.

R. Hace 50 a?os apenas hab¨ªa mujeres pediatras, era una especialidad esencialmente masculina. Eso ha cambiado porque hay mayor¨ªa de mujeres haciendo medicina y con sus notas, que suelen ser mejores, escogen las especialidades de Pediatr¨ªa o Ginecolog¨ªa. Los ni?os de ahora hasta los 15 a?os apenas tienen el concepto de m¨¦dico hombre porque su pediatra es una mujer. Igual que antes no era natural que una mujer fuera m¨¦dico, ahora se cree que no es natural que las ni?as estudien inform¨¢tica. Pero no es natural, es algo inducido.

P. ?C¨®mo se induce?

R. La mayor¨ªa de las compa?eras que participan en el proyecto de teatro dan clase en Ingenier¨ªa inform¨¢tica y algunas tienen grupos de hasta 60 alumnos donde no hay mujeres y si ha habido una o dos, han huido porque es un ambiente muy masculinizado. Es una autoexclusi¨®n. Muchas ni?as no eligen hacer una ingenier¨ªa o inform¨¢tica porque se asocia con frikis. No es algo natural, es una construcci¨®n social. Y la idea de las charlas parte de esa intenci¨®n de desligar la investigaci¨®n o la ingenier¨ªa como algo masculino.

P. En esas charlas sobre las vacunas no deja de ser preocupante que, en pleno siglo XXI, tenga que destapar el papel de la mujer ?Por qu¨¦ ocurre?

R. Creo que es una inercia. Una inercia de pensar que los expertos son siempre hombres y tambi¨¦n por una mayor exigencia de las mujeres, que juega en nuestra contra. Pero es que yo misma lo pienso. En el momento en que tu escribes un art¨ªculo, ya no eres solo t¨², eres la representaci¨®n de las mujeres y si lo haces regular, no mal, regular, van a juzgar a las mujeres por tu trabajo, mientras que en los hombres no hay esa sensaci¨®n tan gremial.

La idea de las charlas parte de la intenci¨®n de desligar la investigaci¨®n o la ingenier¨ªa como algo masculino¡±

P. Otro de sus proyectos de gran ¨¦xito es su c¨®mic sobre la tabla peri¨®dica explicada para ni?os, que ha sido traducido al ingl¨¦s y que ha sobrepasado las 100.0000 descargas y que ha sido traducido a otros idiomas. ?Falla algo en la forma en la que se ense?an las materias de ciencia en los colegios para que sus iniciativas sean tan demandadas?

R. El profesorado est¨¢ preocupado por ense?ar la materia y muchas veces esa preocupaci¨®n desvirt¨²a el veh¨ªculo, el c¨®mo se ense?a. En Reino Unido se pone el ¨¦nfasis en la conexi¨®n de las matem¨¢ticas, la f¨ªsica, la qu¨ªmica con la vida diaria.

P. All¨ª la divulgaci¨®n cient¨ªfica tambi¨¦n est¨¢ mucho m¨¢s generalizada.

R. En Gran Breta?a, en Francia o en Alemania, la ciencia y la profesi¨®n de cient¨ªfico es muy prestigiosa desde hace tres siglos. Los medios, la prensa, las autoridades pol¨ªticas saben que sin la ciencia no hay futuro y que es una gran riqueza y debe estar muy bien financiada. Para ellos la divulgaci¨®n cient¨ªfica es algo fundamental.

En el Gobierno actual hay mucha m¨¢s sensibilidad feminista que para la ciencia¡±

P. ?Qu¨¦ tiene que pasar en Espa?a para recuperar ese tiempo perdido?

R. Entre los cient¨ªficos ser divulgador era como un dem¨¦rito. Eso est¨¢ cambiando, pero a¨²n queda un poco. Yo lo har¨ªa como el servicio militar, los cient¨ªficos y cient¨ªficas deber¨ªan hacer una contribuci¨®n anual de divulgaci¨®n, que fuera obligatorio para su promoci¨®n. Es una idea muy revolucionaria, pero los pol¨ªticos no se tomar¨¢n en serio la ciencia si no se lo piden desde abajo. La sociedad debe saber que la ciencia es vital.

P. La pandemia ha cambiado esa percepci¨®n

R. Con la covid hemos visto esa ciencia sin mascarillas, sin vacunas¡­ Sin ciencia estar¨ªamos muertos much¨ªsimos.

P. ?Qu¨¦ opina cuando el Gobierno acuerda subir el presupuesto para Defensa un 2% en plena guerra contra Ucrania, pero no se increment¨® en la misma proporci¨®n la financiaci¨®n para las investigaciones espa?olas de vacunas en plena pandemia?

R. Por cierto, que en el proyecto del CSIC, Isabel Sola era la ¨²nica cient¨ªfica que no estaba jubilada y, por su puesto, su nombre ha salido mucho menos que el de Luis Enjuanes¡­ Aqu¨ª la tradici¨®n de tres siglos no se improvisa. En el Gobierno actual hay mucha m¨¢s sensibilidad feminista que para la ciencia. Tenemos que tener una ciencia bien financiada, si no, la ciencia se hunde y hace falta que los pol¨ªticos se lo crean y eso tiene que venir desde abajo. Y volvemos a la pescadilla que se muerde la cola porque para que la sociedad sepa que la ciencia es importante tiene que haber una ayuda a la divulgaci¨®n cient¨ªfica.

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