Un pol¨¦mico f¨¦mur sugiere que la familia humana ya caminaba sobre dos patas hace siete millones de a?os
El hueso se descubri¨® en 2001 en Chad y desde entonces ha protagonizado una encarnizada guerra entre cient¨ªficos de una misma universidad
La humanidad todav¨ªa ignora a partir de qu¨¦ criaturas surgi¨®. La familia de los seres humanos se separ¨® de la de los chimpanc¨¦s hace entre 6 y 10 millones de a?os. Aquel ¨²ltimo ancestro com¨²n es un enigma, pero un f¨¦mur de siete millones de a?os ilumina ahora aquel oscuro periodo de la evoluci¨®n. El hueso, hallado en ?frica Central en 2001, apunta a que los miembros m¨¢s antiguos de la familia humana ¡ªunos seres de 50 kilos y poco m¨¢s de un metro de altura, pertenecientes a la especie Sahelanthropus tchadensis¡ª ya pose¨ªan uno de los comportamientos m¨¢s caracter¨ªsticos de las personas: caminaban sobre dos patas.
El f¨¦mur ha protagonizado una de las guerras m¨¢s feroces de la historia de la paleoantropolog¨ªa. El hueso apareci¨® junto a numerosos f¨®siles animales el 19 de julio de 2001 en el yacimiento de Toros-Menalla, en Chad, pero fue eclipsado por el hallazgo de un majestuoso cr¨¢neo de siete millones de a?os. El director de las excavaciones, el paleont¨®logo franc¨¦s Michel Brunet, de la Universidad de Poitiers, proclam¨® que hab¨ªan encontrado ¡°el principio del linaje del ser humano¡±.
El cr¨¢neo, seg¨²n explicaron entonces sus descubridores, perteneci¨® a un hom¨ªnido con un cerebro de tama?o similar al de un chimpanc¨¦, pero que ya era posiblemente b¨ªpedo, a juzgar por el lugar de inserci¨®n de la columna vertebral en su cabeza. A aquel individuo lo bautizaron Touma?, como llaman en ese desierto de Chad a los beb¨¦s que nacen justo antes de la estaci¨®n seca. Significa ¡°esperanza de vivir¡±, en la lengua local. La nueva especie se registr¨® como Sahelanthropus tchadensis.
El aut¨¦ntico culebr¨®n empez¨® en 2004, cuando una joven estudiante, Aude Bergeret, se top¨® con el f¨¦mur en una colecci¨®n de huesos animales indeterminados en la Universidad de Poitiers. Al sospechar que pod¨ªa ser de la pierna izquierda de Touma? o de otro ejemplar de la misma especie, y dado que Michel Brunet estaba excavando en Chad, la alumna le mostr¨® el f¨¦mur a otro profesor de la misma instituci¨®n, el italiano Roberto Macchiarelli. Tras un an¨¢lisis preliminar, ambos llegaron a la conclusi¨®n de que los Sahelanthropus tchadensis se mov¨ªan a cuatro patas y estaban alejados de la familia humana. No lograron publicar sus resultados hasta 2020.
Un nuevo estudio, m¨¢s exhaustivo, del mismo f¨¦mur defiende todo lo contrario: los Sahelanthropus tchadensis s¨ª caminaban sobre dos extremidades ¡°habitualmente¡±. El trabajo se publica este mi¨¦rcoles en la revista Nature, escaparate de la mejor ciencia mundial. La especie se suma as¨ª a otras posteriores que tambi¨¦n se mov¨ªan sobre dos patas en los inicios de la familia humana, como Orrorin tugenensis, que vivi¨® en lo que hoy es Kenia hace unos seis millones de a?os, y Ardipithecus ramidus, que camin¨® hace unos 4,4 millones de a?os por la actual Etiop¨ªa.
El paleont¨®logo Guillaume Daver es uno de codirectores del nuevo estudio en la Universidad de Poitiers. Su equipo no cree que la capacidad de caminar sobre dos patas surgiera de manera independiente en diferentes especies. Daver sostiene que lo m¨¢s l¨®gico es que ¡°este comportamiento apareciera una sola vez a lo largo de la evoluci¨®n humana: o se hered¨® del ¨²ltimo ancestro com¨²n o surgi¨® pronto tras la divergencia entre los chimpanc¨¦s y los humanos¡±. El imaginario colectivo, influido por los relatos religiosos, percibe la evoluci¨®n como un camino recto desde los primitivos cuadr¨²pedos a la perfecci¨®n del ser humano, pero la realidad se parece m¨¢s a un ¨¢rbol frondoso con ramas que se cruzan de manera confusa. Los chimpanc¨¦s, que son m¨¢s bien cuadr¨²pedos, pueden descender de una criatura que era m¨¢s bien b¨ªpeda. O no.
Una de las leyendas vivas de la paleoantropolog¨ªa, el estadounidense Tim White, se ha mudado este a?o a Espa?a para incorporarse como cient¨ªfico afiliado al Centro Nacional de Investigaci¨®n sobre la Evoluci¨®n Humana, en Burgos. En 1979, fue uno de los investigadores que presentaron al mundo los restos de Lucy, una australopiteca de un metro de altura que demostr¨® que los ancestros humanos ya caminaban sobre dos patas hace m¨¢s de tres millones de a?os en lo que hoy es Etiop¨ªa. En 2009, White anunci¨® otro descubrimiento hist¨®rico: el esqueleto de Ardi, una hembra de una nueva especie extinta hallada en Etiop¨ªa, Ardipithecus ramidus, capaz de caminar erguida por el suelo hace 4,4 millones de a?os y tambi¨¦n de moverse ¨¢gilmente por las ramas de los ¨¢rboles mediante un descomunal pulgar oponible en el pie.
Tim White bendice el nuevo estudio, en el que no ha participado. Los Sahelanthropus tchadensis s¨ª andaban sobre dos patas. ¡°Su conclusi¨®n es totalmente compatible con todo lo que sabemos sobre los primeros hom¨ªnidos: definitivamente no eran ni como chimpanc¨¦s modernos ni como humanos modernos, pero ya hab¨ªan evolucionado en la direcci¨®n de los hom¨ªnidos posteriores a partir del ¨²ltimo ancestro com¨²n que compartimos con los chimpanc¨¦s actuales¡±, opina White, que emplea la palabra hom¨ªnidos para referirse exclusivamente a los primates b¨ªpedos.
El italiano Roberto Macchiarelli, sin embargo, carga contra sus colegas de la Universidad de Poitiers. A su juicio, el nuevo estudio ¡°omite indicios¡± de que los Sahelanthropus tchadensis eran cuadr¨²pedos y sus autores ¡°mienten¡± sobre el origen del f¨¦mur. ¡°[La estudiante] Aude Bergeret salv¨® el hueso de la destrucci¨®n en 2004 y ni siquiera la mencionan. La despidieron y secuestraron el material. Tardar m¨¢s de 20 a?os en hacer un an¨¢lisis es un nuevo r¨¦cord mundial¡±, critica Macchiarelli.
El ambiente dentro de la Universidad de Poitiers es explosivo. Los codirectores del nuevo trabajo, Guillaume Daver y Franck Guy, se defienden de las acusaciones. Afirman que Macchiarelli y Bergeret llegaron a la conclusi¨®n de que los Sahelanthropus tchadensis eran cuadr¨²pedos a partir de un an¨¢lisis preliminar del f¨¦mur, basado principalmente en fotograf¨ªas realizadas antes de que se limpiasen los sedimentos adheridos al hueso.
Michel Brunet, jefe del equipo que descubri¨® los restos en 2001, empez¨® a excavar en el inh¨®spito desierto de Chad en 1994. Hoy tiene 82 a?os y asegura que no ha querido participar en el nuevo an¨¢lisis. ¡°Ha habido demasiados comportamientos extra?os alrededor de estos f¨®siles desde su descubrimiento. Como soy un joven paleont¨®logo, valoro y necesito que haya m¨¢s tranquilidad y mayor inteligencia para disfrutar de la ciencia¡±, bromea.
Brunet justifica el retraso de m¨¢s de dos d¨¦cadas. ¡°Mi equipo, simplemente, estaba haciendo m¨¢s excavaciones en Chad y esperando a que apareciesen m¨¢s f¨®siles¡±, sostiene. El resto, dice, es ¡°un triste cuento escrito por paleoantrop¨®logos de sof¨¢, con un mont¨®n de comportamientos inaceptables¡±, en clara alusi¨®n a Roberto Macchiarelli y Aude Bergeret. La antigua estudiante, hoy directora del Museo de Historia Natural Jacques de La Comble, en Autun (Francia), declina valorar el nuevo estudio. ¡°Por mi parte, me alegro de que, despu¨¦s de todo este tiempo, por fin pueda haber un debate cient¨ªfico sobre el f¨¦mur¡±, responde Bergeret.
Adem¨¢s del pol¨¦mico f¨¦mur, el nuevo trabajo analiza dos c¨²bitos ¡ªlos huesos del antebrazo¡ª tambi¨¦n hallados en el mismo yacimiento de Chad en 2001. Mientras que las caracter¨ªsticas del f¨¦mur sugieren que los Sahelanthropus tchadensis caminaban por el suelo a dos patas, los dos c¨²bitos apuntan a que tambi¨¦n pod¨ªan trepar con agilidad por los ¨¢rboles. A juicio del bi¨®logo evolutivo Daniel Lieberman, de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), no es un veredicto definitivo. ¡°El f¨¦mur del Sahelanthropus no presenta pruebas irrefutables del bipedismo, pero se parece m¨¢s al de un hom¨ªnido b¨ªpedo que al de un simio cuadr¨²pedo¡±, opina en un comentario independiente publicado en la revista Nature.
El escenario de la evoluci¨®n humana queda ahora con los Sahelanthropus caminando a dos patas y trepando por los ¨¢rboles hace siete millones de a?os, de manera quiz¨¢ similar a como lo har¨ªan hace 4,4 millones de a?os los Ardipithecus ramidus en lo que hoy es Etiop¨ªa. El resto de la historia es m¨¢s conocida. Los australopitecos, otros miembros de la familia humana, evolucionaron hace unos tres millones de a?os y perfeccionaron sus andares sobre dos patas, hasta que surgieron los miembros del g¨¦nero Homo, como los humanos modernos, capaces incluso de correr los 100 metros en menos de 10 segundos.
Tras d¨¦cadas de pol¨¦micas y de arriesgadas excavaciones en el desierto de Chad, el veterano Michel Brunet cree que este puede ser el punto final del debate sobre si los Sahelanthropus tchadensis caminaban sobre dos patas: ¡°En t¨¦rminos cient¨ªficos, esto es, definitivamente, el fin del debate, pero ya veremos, porque todo esto tambi¨¦n es una historia humana¡±.
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