Carrera contra reloj para salvar a los hombres destinados a morir a los 30 a?os
Un f¨¢rmaco de un mill¨®n de euros intenta frenar la distrofia de Duchenne, una enfermedad que hace que se paren todos los m¨²sculos de uno de cada 5.000 varones
?Qu¨¦ har¨ªa usted si averigua que se va a morir al cumplir 30 a?os? Todo el mundo vive con una cuenta atr¨¢s hacia la muerte, pero el reloj de Jon Cord¨®n est¨¢ acelerado. Cuando el otro d¨ªa cumpli¨® 18 a?os en su casa de Vitoria, le dijo a su madre con humor negro: ¡°Bueno, ?todav¨ªa me quedan 12!¡±. Cord¨®n vive con distrofia de Duchenne, una enfermedad rara en la que todos los m¨²sculos se van atrofiando de forma inexorable. Uno no se da cuenta de que tiene 600 m¨²sculos hasta que van par¨¢ndose uno a uno: primero los de las piernas, luego los de los brazos, la lengua, el diafragma que permite la respiraci¨®n. El ¨²ltimo m¨²sculo, el coraz¨®n, se suele detener para siempre a los 30 a?os. Es una enfermedad rara, pero no tanto: golpea a uno de cada 5.000 ni?os varones.
La genetista holandesa Annemieke Aartsma-Rus reflexiona sobre la perspectiva de morir a los 30 a?os. ¡°Antes de conocer a personas con distrofia de Duchenne, daba por hecho que estar¨ªan muy tristes. Y entonces los conoc¨ª: no est¨¢n tristes. Saben que van a ir perdiendo un m¨²sculo tras otro, as¨ª que su actitud es: ¡®Hoy puedo hacer m¨¢s cosas que ma?ana, as¨ª que, si quiero hacer algo, mejor lo hago hoy mismo¡¯. Por eso emprenden muchos proyectos que los dem¨¢s posponemos¡±, se?ala Aartsma-Rus, de la Universidad de Leiden. ¡°Ellos viven la vida de una manera m¨¢s consciente¡±, subraya.
La distrofia de Duchenne es una loter¨ªa gen¨¦tica. Las c¨¦lulas humanas tienen un libro de instrucciones dividido en unos 20.000 cap¨ªtulos, los genes, con las recetas para fabricar las piezas que componen una persona. La receta m¨¢s larga de todas es la de la distrofina, una enorme prote¨ªna estructural de los m¨²sculos. En las personas con Duchenne, hombres en su inmensa mayor¨ªa, unas mutaciones impiden que se forme esta pieza esencial. Los ni?os afectados corretean, pero antes de la adolescencia necesitan una silla de ruedas. Su cerebro, sin embargo, suele funcionar perfectamente. Jon Cord¨®n, que a sus 18 a?os ya requiere ayuda para darse la vuelta en la cama, acaba de terminar el bachillerato.
Ellos viven la vida de una manera m¨¢s conscienteAnnemieke Aartsma-Rus, genetista
Aartsma-Rus es una de las personas que mejor conocen los entresijos de esta enfermedad letal. Su tesis doctoral, hace dos d¨¦cadas, abri¨® el camino a un nuevo tipo de tratamientos: los denominados oligonucle¨®tidos antisentido, una especie de parche gen¨¦tico que permite saltar las mutaciones y que se forme una versi¨®n corta de la prote¨ªna. Estados Unidos aprob¨® en 2016 por la v¨ªa urgente el primer f¨¢rmaco con esta estrategia, el eteplirsen, de la biotecnol¨®gica estadounidense Sarepta, con un precio de alrededor de un mill¨®n de d¨®lares por cada paciente. Es una de las autorizaciones m¨¢s pol¨¦micas de la historia de los medicamentos.
La propia Aartsma-Rus, cuya universidad recibe un porcentaje de los ingresos por el eteplirsen, reconoce que duda de su eficacia. El parche logra que se forme distrofina, pero ¡°apenas un 0,4% de lo normal¡±, explica. ¡°El truco funciona, pero no estoy segura de que estos niveles de distrofina sean suficientes para frenar la progresi¨®n de la enfermedad. ?Es suficiente para pagar ese precio? No lo creo¡±, opina Aartsma-Rus, de paso por Madrid en septiembre para dar la conferencia inaugural en el Congreso de la Sociedad Espa?ola de Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Molecular, patrocinada por la Fundaci¨®n BBVA.
La agencia estadounidense de los medicamentos, la FDA, autoriz¨® el eteplirsen en 2016 por una v¨ªa ¡°acelerada¡±, que permite aprobar f¨¢rmacos prometedores sin eficacia demostrada, cuando la enfermedad es letal. Las asociaciones de pacientes se volcaron en los meses anteriores para presionar a la agencia. Billy Ellsworth, un ni?o de 15 a?os con Duchenne, tom¨® la palabra en una reuni¨®n del comit¨¦ asesor de la FDA, a la que acudieron mil personas. ¡°Voy a vencer a esta maldita enfermedad, pero necesito vuestra ayuda. Por favor, FDA, no me dej¨¦is morir antes de tiempo¡±, implor¨® Ellsworth.
La Uni¨®n Europea, sin embargo, rechaz¨® hace cuatro a?os aprobar el eteplirsen, a la espera de ver pruebas de su eficacia a largo plazo. La farmac¨¦utica Sarepta todav¨ªa no ha presentado datos convincentes, pero ya ha comenzado otro ensayo con una versi¨®n mejorada del f¨¢rmaco, llamada SRP-5051, una especie de eteplirsen con mayor capacidad de penetrar en las c¨¦lulas. El joven espa?ol Jon Cord¨®n es uno de los voluntarios que participa en este experimento internacional. Su madre, Nuria Valverde, es realista, ante una enfermedad degenerativa devastadora: ¡°Jon no va a volver a andar. El objetivo es que se quede como est¨¢. Si se estabiliza, ya es un beneficio¡±. A la edad de su hijo, recuerda, es cuando los afectados por la distrofia de Duchenne empiezan a tener dificultades para respirar y problemas en el coraz¨®n.
En el mundo hay unos 250.000 hombres con Duchenne. Aartsma-Rus conf¨ªa en que los oligonucle¨®tidos antisentido de nueva generaci¨®n sean capaces de reponer un mayor porcentaje de prote¨ªna y logren frenar la enfermedad. La investigadora holandesa recuerda el caso del nusiners¨¦n, otro parche gen¨¦tico que s¨ª ha demostrado cierta eficacia contra la atrofia muscular espinal, otra enfermedad rara que suele matar a los ni?os antes de que cumplan los dos a?os. El nusiners¨¦n, de la farmac¨¦utica estadounidense Biogen, cuesta 400.000 euros por ni?o el primer a?o. Aartsma-Rus critica la opacidad en la fijaci¨®n de estos precios exorbitados. ¡°Si una empresa ve que puede cobrar 200.000 en vez de 100.000, lo har¨¢¡±, lamenta.
Si sesgamos nuestro juicio cient¨ªfico por la pena que sentimos por los pacientes, flaco favor les hacemosCarmen Ayuso, genetista
La m¨¦dica Carmen Ayuso, jefa del servicio de gen¨¦tica del hospital madrile?o Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz, afirma que el eteplirsen es ¡°un caso ¨²nico en la historia de la autorizaci¨®n de medicamentos en el mundo occidental¡±. Ayuso recuerda que la FDA aprob¨® su comercializaci¨®n en Estados Unidos, pese a que los propios t¨¦cnicos de la agencia hab¨ªan recomendado no hacerlo. ¡°Todo el proceso estuvo impregnado de aspectos sentimentales de los pacientes, lo cual es un absoluto error, porque, si sesgamos nuestro juicio cient¨ªfico por la pena que sentimos por los pacientes, flaco favor les hacemos. Es contraproducente si resulta que el f¨¢rmaco no es eficaz, porque estamos retrasando que se desarrollen otros f¨¢rmacos¡±, advierte Ayuso, ganadora del Premio Nacional de Gen¨¦tica.
El neur¨®logo Andr¨¦s Nascimento pide paciencia con los oligonucle¨®tidos antisentido. ¡°Existen datos que sugieren que pueden retrasar la progresi¨®n de la enfermedad¡±, opina. Nascimento es el m¨¦dico de Jon Cord¨®n en el ensayo del SRP-5051, en el Hospital Sant Joan de D¨¦u, en Barcelona. El experimento, con un exhaustivo seguimiento, es un desaf¨ªo para las familias, sobre todo para las que viven en otras ciudades, como explica la madre de Cord¨®n. ¡°Hemos ido al menos 75 veces desde Vitoria a Barcelona entre mayo y agosto. Es muy duro¡±, lamenta Nuria Valverde, que agradece el trato ¡°espectacular¡± que recibe su hijo.
M¨¢s all¨¢ de los oligonucle¨®tidos antisentido, Nascimento es optimista con una nueva estrategia. Su hospital es el primero de Europa que participa en el ensayo de un tratamiento en el que se introduce a los pacientes, mediante un virus, la informaci¨®n gen¨¦tica necesaria para fabricar una versi¨®n peque?a de la distrofina, la microdistrofina. En el ensayo, de las farmac¨¦uticas Sarepta y Roche, participar¨¢n 120 pacientes de una decena de pa¨ªses. La multinacional Pfizer est¨¢ probando otro tratamiento similar en medio centenar de hospitales del mundo, entre ellos el Vall d¡¯Hebron, tambi¨¦n en Barcelona.
Nuria Valverde lamenta que la mayor parte de las familias se queden fuera de estos experimentos prometedores, mientras su cuenta atr¨¢s sigue avanzando. ¡°Todo esto cuesta mucho dinero y no hay sitio para todos. Necesitamos mucha ayuda, porque hay muchos ni?os, muchos¡±, clama Valverde, miembro de la asociaci¨®n Duchenne Parent Project, creada por madres y padres de ni?os afectados.
El m¨¦dico Jordi D¨ªaz Manera ha dirigido varios ensayos de oligonucle¨®tidos antisentido en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, en Barcelona. ¡°Necesitamos m¨¢s datos para ver cu¨¢l es la respuesta de los pacientes a largo plazo. En todo caso, lo que estamos viendo es un efecto discreto¡±, reconoce D¨ªaz Manera, ahora en la Universidad de Newcastle, en Reino Unido. El investigador cree que en el futuro se aplicar¨¢ ¡°una combinaci¨®n de estrategias¡±, tanto de terapias que aumenten los niveles de distrofina como de tratamientos antiinflamatorios, antifibr¨®ticos y de regeneraci¨®n muscular. D¨ªaz Manera tambi¨¦n subraya las ganas de aprovechar el tiempo que tienen los j¨®venes con Duchenne: ¡°Son pacientes activos. Yo he tenido estudiantes de carrera que han hecho un m¨¢ster y que han acabado trabajando. Son gente con inquietudes que intenta que su vida sea plena¡±.
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