Joan Camprodon, neuropsiquiatra: ¡°Hay mucho tab¨² con la terapia electroconvulsiva, pero reduce la intensidad de la depresi¨®n¡±
El especialista en estimulaci¨®n magn¨¦tica transcraneal afirma que la t¨¦cnica puede ayudar a personalizar los tratamientos de varios trastornos psiqui¨¢tricos
Cuando aparece la depresi¨®n, se suele combatir con f¨¢rmacos y con psicoterapia, pero estos tratamientos dejan a muchos sin alivio. La Estimulaci¨®n Magn¨¦tica Transcraneal (EMT) es una alternativa para quienes no responden a los m¨¦todos habituales. La t¨¦cnica consiste en aplicar campos magn¨¦ticos para estimular las c¨¦lulas nerviosas y modular su actividad para reducir o eliminar los s¨ªntomas depresivos. A diferencia de otras t¨¦cnicas, como la estimulaci...
Cuando aparece la depresi¨®n, se suele combatir con f¨¢rmacos y con psicoterapia, pero estos tratamientos dejan a muchos sin alivio. La Estimulaci¨®n Magn¨¦tica Transcraneal (EMT) es una alternativa para quienes no responden a los m¨¦todos habituales. La t¨¦cnica consiste en aplicar campos magn¨¦ticos para estimular las c¨¦lulas nerviosas y modular su actividad para reducir o eliminar los s¨ªntomas depresivos. A diferencia de otras t¨¦cnicas, como la estimulaci¨®n cerebral profunda, no requiere cirug¨ªa y permite estimular el cerebro con bastante precisi¨®n. La EMT tambi¨¦n ha probado su utilidad contra el trastorno obsesivo compulsivo, la adicci¨®n al tabaco y las migra?as
Joan Camprodon (Barcelona, 46 a?os), director del ¨¢rea de neuropsiquiatr¨ªa del Hospital General de Massachusetts, en Boston, es uno de los l¨ªderes mundiales en este tipo de tratamientos. Hace unos d¨ªas, particip¨® en unas jornadas sobre neuromodulaci¨®n organizadas por la Sociedad Espa?ola de Psiquiatr¨ªa Cl¨ªnica (SEPC) en el Hospital Universitario Infanta Sof¨ªa de San Sebasti¨¢n de los Reyes (Madrid). All¨ª habl¨® del potencial de una tecnolog¨ªa que ahora ayuda a pacientes a los que no funcionan otras terapias y que ampliar¨¢ sus aplicaciones en los pr¨®ximos a?os.
Pregunta. A largo plazo, ?estas herramientas pueden sustituir a los medicamentos para enfermedades como la depresi¨®n?
Respuesta. Las herramientas de estimulaci¨®n son cada vez m¨¢s precisas y m¨¢s seguras, pero no van a sustituir necesariamente a la medicaci¨®n. Como cl¨ªnico, creo que tenemos que tener el m¨¢ximo de herramientas posibles, con la m¨¢xima seguridad y la m¨¢xima eficacia, para poder combinarlas de una forma que sea individualizada. No queremos curar la depresi¨®n o la esquizofrenia, queremos curar una persona que sufre depresi¨®n o esquizofrenia, y necesitamos personalizar los tratamientos. Eso es importante porque la depresi¨®n no es una enfermedad, es un s¨ªndrome cl¨ªnico. Es como una cefalea, que puede surgir porque alguien tenga migra?as o por un sangrado intracerebral porque se ha dado un golpe en la cabeza. Si doy un f¨¢rmaco contra la migra?a a tres personas que tienen dolor de cabeza, solo responder¨¢n las que tienen migra?a, la del golpe seguir¨¢ con el dolor. La depresi¨®n es igual, son muchas enfermedades distintas que dan lugar a lo que llamamos depresi¨®n y no sirve el mismo tratamiento para todas.
P. ?Estas t¨¦cnicas pueden ayudar a mejorar el conocimiento sobre ese s¨ªndrome cl¨ªnico y su tratamiento?
R. Las herramientas de estimulaci¨®n, que cambian el cerebro, se combinan con herramientas que lo miden, como la resonancia magn¨¦tica o el PET (tomograf¨ªa de emisi¨®n de positrones), que nos permiten entender, de forma no invasiva, lo que est¨¢ pasando en el cerebro cuando aplicamos un tratamiento. As¨ª, podemos saber qu¨¦ pasa cuando el tratamiento no funciona y qu¨¦ pasa cuando funciona y a partir de ah¨ª dise?ar nuestras estrategias para optimizar c¨®mo inducir los cambios necesarios en los circuitos emocionales, cognitivos o conductuales de una persona con depresi¨®n.
P. ?La aplicaci¨®n de estas terapias es cara comparada con otras alternativas?
R. Si se compara con otras herramientas de estimulaci¨®n o con farmacolog¨ªa, desde un punto de vista estrictamente econ¨®mico, m¨¢s all¨¢ del impacto personal y social, es muy efectivo, porque funciona muy bien con enfermos muy resistentes al tratamiento y muy caros de manejar d¨ªa a d¨ªa. Esta visi¨®n econ¨®mica es importante para convencer a los pol¨ªticos para que estas herramientas entren en el sistema de salud espa?ol p¨²blico, que a¨²n me sorprende que no est¨¦n, porque la evidencia es muy fuerte. Se hace estimulaci¨®n cerebral profunda para p¨¢rkinson, pero muy poco, y se hace terapia electroconvulsiva, pero poco y tarde, porque se aplica cuando la persona lleva ya sufriendo 15 o 20 a?os, y ha tenido muchos ingresos o intentos de suicidio. Hay mucho tab¨² en torno a la terapia electroconvulsiva, pero hay evidencia de que reduce la intensidad de la depresi¨®n, el riesgo de suicidio, mejora la funcionalidad y la integraci¨®n en la familia. La terapia electroconvulsiva se hace de una manera distinta a hace a?os. No requiere cirug¨ªa, pero s¨ª anestesia general, con una par¨¢lisis muscular, igual que cuando operas a alguien. Eso evita el riesgo de lesiones de articulaciones, de m¨²sculos o huesos.
P. ?Cree que podemos aspirar a reducir significativamente el impacto de las enfermedades mentales o es algo inseparable de ser humano?
R. Es un poco como el c¨¢ncer, el precio que pagamos por la complejidad biol¨®gica de nuestro cuerpo, por la complejidad cognitiva y la sofisticaci¨®n conductual y afectiva de nuestro cerebro. Esto no va a desaparecer. La prevalencia de la esquizofrenia, por ejemplo, es del 1% en Espa?a, en India, en Nepal, en Estados Unidos o en Uruguay, es algo muy fijo.
P. Con este tipo de t¨¦cnicas, no invasivas, no muy caras y relativamente f¨¢ciles de aplicar, ?es posible que se empiece a plantear utilizar la estimulaci¨®n cerebral no solo para personas enfermas, sino para mejorar las capacidades de personas que est¨¢n bien?
R. Biol¨®gicamente es factible. Se puede modular un cerebro sano para maximizar sus funciones. Eso se hace ya en centros atl¨¦ticos de ¨¦lite, con patrones de dieta o sue?o concretos, con entrenamientos cognitivos. Una persona que estudia medicina seis a?os est¨¢ optimizando sus capacidades cognitivas. Y t¨¦cnicamente es posible utilizar nuestras herramientas, no solo para aumentar el nivel de funci¨®n de una persona que tiene un d¨¦ficit por una enfermedad psiqui¨¢trica o neurol¨®gica, sino para optimizarlo en alguien sano y tambi¨¦n para prevenir que en el futuro caigas en un estado patol¨®gico. Es un debate bio¨¦tico importante que tenemos que tener presente en la ciencia y a nivel social. ?Qui¨¦n tendr¨¢ acceso a esas tecnolog¨ªas? ?Quiz¨¢ las personas que ya tienen determinadas ventajas y aumentar¨ªan esa brecha? ?Es muy distinto poner un casco en la cabeza que estudiar un a?o diez horas y mejorar la capacidad de concentraci¨®n? Son preguntas importantes.
P. ?Esa manipulaci¨®n tiene riesgos?
R. Cuando cambias una cosa, cambias otras, porque todo est¨¢ muy conectado. ?Cu¨¢l es el riesgo de utilizar en un cerebro sano estas herramientas de estimulaci¨®n, para, por ejemplo, aumentar la atenci¨®n? ?Qu¨¦ otras funciones bajan? Lo que puede hacer un entrenamiento de mindfulness no es tan distinto de lo que puede hacer la estimulaci¨®n, pero hay connotaciones distintas. Donde yo veo m¨¢s valor es en la prevenci¨®n. ?Qu¨¦ puedo hacer para minimizar la probabilidad de que surjan cambios que me lleven a la enfermedad? ?Qu¨¦ puedo hacer para que una persona que ha tenido un ictus no lo tenga por segunda vez, o que alguien que ha sufrido un evento traum¨¢tico no desarrolle estr¨¦s postraum¨¢tico? Podr¨ªamos optimizar el cerebro para hacerle resistente a la enfermedad.
P. ?Los efectos secundarios son importantes? ?Se parecen a los de otros tratamientos?
R. Son muy distintos, por una raz¨®n principal. Un f¨¢rmaco pasa a la sangre y llega a todos los ¨®rganos. Para que llegue al cerebro, que es donde quieres que vaya, ha de ir al h¨ªgado, al coraz¨®n o a los m¨²sculos. Y cuando llega al cerebro, no solo va a las partes que quieres que toque, toca todo. Son tratamientos sist¨¦micos y gran parte de los efectos secundarios de los f¨¢rmacos tienen que ver con eso. En la estimulaci¨®n cerebral, salvo con la terapia electroconvulsiva, solo tocas unas partes del cerebro, con lo cual, el abanico de efectos secundarios es m¨¢s limitado, aunque, como todo tratamiento, los tiene.
P. El hecho de que funcionen este tipo de tratamientos, ?significa que el cerebro es una m¨¢quina, que se puede reparar como cuando llevamos el coche al mec¨¢nico?
R. Los reduccionismos siempre te van a explicar mal un problema y hay reduccionismos biol¨®gicos que intentan reducirlo todo a clavos y tornillos, que en este caso ser¨ªan patrones el¨¦ctricos o, como se dec¨ªa antiguamente, patrones qu¨ªmicos. Pero tambi¨¦n pensar que todo es psicol¨®gico o que esos procesos psicol¨®gicos est¨¢n totalmente desligados de la biolog¨ªa es otra forma de hacer reduccionismo. Son lo uno y lo otro, dos caras de la misma moneda. Si yo como cient¨ªfico traigo herramientas para medir el cerebro, voy a ver el cerebro, y si traigo herramientas para medir la mente, voy a ver la mente. El objeto de estudio es complejo. Pero una emoci¨®n no deja de ser real porque yo te la pueda explicar en t¨¦rminos biol¨®gicos o porque la pueda modular con estimulaci¨®n cerebral.
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