¡°Los f¨¢rmacos psiqui¨¢tricos nos hacen m¨¢s da?o que bien¡±
El cient¨ªfico de la Universidad de Copenhague aboga por la reducci¨®n dr¨¢stica del uso de f¨¢rmacos contra las dolencias psiqui¨¢tricas.
En 1936, el neur¨®logo portugu¨¦s Egas Moniz present¨® una operaci¨®n quir¨²rgica que destru¨ªa conexiones entre la regi¨®n prefrontal y otras partes del cerebro. Esta cirug¨ªa, conocida como lobotom¨ªa, se populariz¨® como tratamiento para la esquizofrenia y en 1949 le vali¨® a Moniz el Nobel de Medicina. La intervenci¨®n perdi¨® inter¨¦s a?os despu¨¦s por la aparici¨®n de medicamentos como la clorpromacina, que se convirtieron en el tratamiento habitual para este tipo de enfermedades mentales.
Desde entonces, la lobotom¨ªa ha pasado a ser un s¨ªmbolo de una psiquiatr¨ªa que?curaba a los pacientes anul¨¢ndolos y algunos grupos de familiares de lobotomizados han pedido incluso que se le retire el Nobel a Moniz. Algunos expertos, no obstante, consideran que, en su momento, sin alternativas terap¨¦uticas para aquellas psicosis, el tratamiento del m¨¦dico portugu¨¦s mejor¨® la vida de sus pacientes y sus familiares.
El caso de la lobotom¨ªa es una muestra de lo controvertidas que pueden resultar las herramientas terap¨¦uticas en una disciplina tan compleja como la psiquiatr¨ªa. Los f¨¢rmacos que sirvieron para superar aquella cirug¨ªa, a los que muchos psiquiatras atribuyen la dignificaci¨®n de la vida de pacientes con trastornos psicol¨®gicos graves, tampoco han sido ajenos a las cr¨ªticas. Peter G?tzsche (N?stved, Dinamarca, 1949), profesor de Dise?o y An¨¢lisis de Ensayos Cl¨ªnicos de la Universidad de Copenhague, lleva a?os abogando por la reducci¨®n dr¨¢stica del uso de f¨¢rmacos contra las dolencias psiqui¨¢tricas. En su libro Psicof¨¢rmacos que matan y denegaci¨®n organizada (Los libros del Lince), el investigador dan¨¦s analiza las carencias de la ciencia que justifica el uso de estos medicamentos y explica por qu¨¦ cree que, pese al consenso que despiertan entre los psiquiatras, ¡°est¨¢n haciendo m¨¢s da?o que bien¡±.
Pregunta. Usted aboga por una reducci¨®n paulatina [G?tzsche advierte del peligro de dejar de tomar psicof¨¢rmacos de repente], pero pr¨¢cticamente total, del consumo de medicamentos psiqui¨¢tricos. Sin embargo, hay muchos psiquiatras que defienden su utilidad y que afirman que han permitido reducir la cantidad de enfermos recluidos en asilos.
?Por qu¨¦ se llevaron a cabo sangr¨ªas durante tantos siglos, incluso cuando necesitabas l¨ªquidos?
Respuesta. En primer lugar, no es correcto decir que los antipsic¨®ticos hayan reducido la presencia de personas en asilos. El vaciado de los asilos tiene que ver con consideraciones financieras. Era demasiado caro tener a tanta gente en estas instituciones por muchos a?os. Esa reducci¨®n no coincide con la introducci¨®n de f¨¢rmacos antipsic¨®ticos.
Los antipsic¨®ticos son algunos de los medicamentos m¨¢s t¨®xicos que existen, aparte de la quimioterapia para el c¨¢ncer. Producen da?o cerebral permanente, algunas veces incluso despu¨¦s de un tiempo de uso relativamente breve, y hacen m¨¢s dif¨ªcil que la gente vuelva a vivir una vida plena. He llegado a la conclusi¨®n de que, muy probablemente, nos ir¨ªa mucho mejor si no utiliz¨¢semos antipsic¨®ticos en absoluto.
No soy la ¨²nica persona que lo ve as¨ª. Hay psiquiatras que han estudiado la literatura de una forma tan cuidadosa como yo y que han llegado a la misma conclusi¨®n: que en realidad no necesitamos f¨¢rmacos antipsic¨®ticos, porque frente a lo que implica el nombre, antipsic¨®tico, no curan las psicosis. Los antipsic¨®ticos tranquilizan a la gente, pero tambi¨¦n les arrebatan parte de sus emociones, parte de sus pensamientos normales. Puedes ver que algunos de ellos se convierten en zombies, que no pueden hacer nada.
P. Si estos f¨¢rmacos son tan da?inos, ?por qu¨¦ comenzaron a utilizarse de forma habitual en psiquiatr¨ªa?
R. En 1954, cuando la clorpromazina fue descubierta y lleg¨® al mercado. se consideraba una mala droga, la comparaban con una lobotom¨ªa qu¨ªmica. Sin embargo, un a?o despu¨¦s, de repente, era buena. Eso es muy extra?o. Hubo un presidente de la Sociedad Americana de Psiquiatr¨ªa Biol¨®gica que afirm¨® que ese f¨¢rmaco era como la insulina para la diabetes. Es algo demencial, porque si tienes diabetes, te falta insulina, y cuando a ti te dan algo que te falta es un buen tratamiento. Pero cuando tienes una psicosis no te falta nada, as¨ª que la comparaci¨®n es err¨®nea. Sin embargo, desde que se lanz¨® aquella idea se ha hablado de un desequilibrio qu¨ªmico. No hay desequilibrio qu¨ªmico, nunca se ha podido demostrar que haya nada en los pacientes psic¨®ticos o depresivos diferente de las personas sanas. El desequilibrio qu¨ªmico es una mentira.
El Instituto Nacional para la Salud Mental en Am¨¦rica, llev¨® a cabo un ensayo con clorpromazina y f¨¢rmacos similares y placebo y concluyeron justo lo contrario de lo que pasa cuando das estas drogas a la gente. Observaron que los pacientes eran menos ap¨¢ticos, que se mov¨ªan m¨¢s y parec¨ªan mejorar. Estas drogas hacen justo lo contrario. Esto sucede porque los ensayos no est¨¢n bien cegados.
Utilizando psicoterapia se puede ense?ar a la gente a manejar los sentimientos que les acaban convirtiendo en pacientes psiqui¨¢tricos
P. Si los datos de los estudios son accesibles a todo el mundo, ?por qu¨¦ tantos psiquiatras los interpretan mal? ?Es que son todos est¨²pidos o malvados?
R. Esta pregunta es interesante y no solo concierne a la psiquiatr¨ªa. ?Por qu¨¦ se llevaron a cabo sangr¨ªas durante tantos siglos? Incluso cuando ten¨ªas c¨®lera y necesitabas los fluidos, tomaban la sangre de la gente y muchas veces eso les mataba. Y cre¨ªan que lo hac¨ªan bien. Durante siglos. C¨®mo es posible que nosotros los humanos, que tenemos cerebros maravillosos, podamos quedar atrapados en enga?os colectivos como las sangr¨ªas o la creencia en los antipsic¨®ticos. As¨ª son los humanos, pero tenemos que combatirlo demostrando a la gente que sus creencias no coinciden con la evidencia cient¨ªfica.
P. ?Qu¨¦ alternativas hay a los f¨¢rmacos contra las psicosis graves?
R. Es muy simple: ning¨²n f¨¢rmaco. La alternativa a dar demasiadas drogas a la gente es darles muy pocas. Si hici¨¦semos eso tendr¨ªamos una poblaci¨®n m¨¢s sana que vivir¨ªa m¨¢s, porque las drogas psiqui¨¢tricas matan a mucha gente. Y no lisiar¨ªamos a tanta gente, tanto f¨ªsicamente como cerebralmente. Otra alternativa es darnos cuenta de que muchas de las que llamamos enfermedades psiqui¨¢tricas se tratan mejor a trav¨¦s de psicoterapia. Estas enfermedades muchas veces tienen que ver con fuertes emociones que la gente no puede manejar y que les hace asustados, ansiosos... Utilizando psicoterapia se puede ense?ar a la gente a manejar esos fuertes sentimientos que les acaban convirtiendo en pacientes psiqui¨¢tricos.
Los antipsic¨®ticos tranquilizan a la gente, pero tambi¨¦n les arrebatan parte de sus emociones
P. ?C¨®mo suelen responder los psiquiatras a sus cr¨ªticas?
R. Muy rara vez debaten conmigo lo que la ciencia dice. Creo que esto muestra que para ellos es dif¨ªcil debatir sobre la ciencia. Lo que hacen es tratar de denigrarme como persona. Diciendo que no soy un psiquiatra. Es cierto, pero he aprendido a leer, soy un investigador, se leer art¨ªculos cient¨ªficos. No necesito ser un psiquiatra para saber sobre este ¨¢rea.
Tambi¨¦n, junto a estos psiquiatras que se sienten amenazados, hay otros que est¨¢n de acuerdo conmigo. Y hay hay algunos que no utilizan drogas psiqui¨¢tricas. Hay otros psiquiatras que est¨¢n cambiando sus opiniones bas¨¢ndose en mi trabajo, algo que me anima mucho. Algunos no escuchan porque lo consideran demasiado aterrador. Si has cre¨ªdo en algo durante treinta a?os, ?c¨®mo puedes cambiar esa creencia?, decirte, estaba equivocado desde el principio, he da?ado a muchos pacientes. Eso no es f¨¢cil, es m¨¢s f¨¢cil cerrar los ojos y continuar como siempre.
P. Por c¨®mo explica las cosas, da la sensaci¨®n de que la gente est¨¢ bien, empieza a tomar f¨¢rmacos, empeora, y tiene que dejarlos para volver a estar bien. Pero la gente empieza a tomar medicamentos porque se encuentra mal y cuando deje de tomarlos es probable que la enfermedad no haya desaparecido.
R. Es un poco complicado. Cuando la gente no se siente bien y empieza a tomar drogas, muchos sienten que les ayudan. Pero lo que no saben es lo que habr¨ªa pasado si no hubiesen tomado ning¨²n f¨¢rmaco. La mayor parte de la gente mejorar¨ªa en cuesti¨®n de semanas sin necesidad de drogas. Cuando les das un antidepresivo, muchos tambi¨¦n mejoran en cuesti¨®n de semanas. Pero la diferencia entre darles la droga y un placebo es muy peque?a y estos ensayos cl¨ªnicos no son fiables, porque no est¨¢n bien cegados. Tanto los m¨¦dicos como los pacientes confunden el proceso natural de curaci¨®n que habr¨ªa sucedido en cualquier caso, incluso con una psicosis aguda, con el efecto del f¨¢rmaco.
Por otro lado, los pacientes se ponen nerviosos cuando dejan la medicaci¨®n. Se preguntan qu¨¦ pasar¨¢, si volver¨¢n a estar deprimidos. Y s¨ª, si dejas un antidepresivo de una d¨ªa para otro, muchas personas tendr¨¢n una depresi¨®n en cuesti¨®n de d¨ªas, pero esto no es una depresi¨®n real, es una depresi¨®n fruto de la abstinencia. Ahora ha cambiado tu cerebro, como si un alcoh¨®lico deja el alcohol, se sentir¨¢ mal.
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