Una perrita sobrevive 72 d¨ªas a la muerte de su due?o en la monta?a en EE UU
¡®Finney¡¯ fue rescatada en Colorado tras ser hallada por un cazador custodiando con fiereza el cad¨¢ver del que no quer¨ªa despegarse
La estampa resulta cl¨¢sica: un monta?ero acompa?ado de su perro, binomio perfecto para caminar en soledad sin sentirse solo. A veces, no se sabe qui¨¦n lleva a qui¨¦n a la monta?a. En el caso de Rich Moore, estadounidense jubilado de 71 a?os y su mascota Finney, una hembra de Jack Russell Terrier de 3 a?os, el due?o hizo del animal su c¨®mplice para salir al encuentro de su pasi¨®n. Y para canalizar la energ¨ªa desmedida de un animal que solo ped¨ªa perseguir ardillas por el bosque lanzando bocados al aire a la caza de cualquier insecto. Puede que esto acabase matando a Moore. El pasado 19 de agosto, ambos se trasladaron en coche desde su localidad de Pagosa Springs (Colorado), a la sombra de la majestuosa Cordillera de San Juan, hasta un parking ubicado 29 kil¨®metros m¨¢s lejos. Moore y su esposa, Dana Holby (78 a?os) se hab¨ªan mudado tras su jubilaci¨®n para vivir de lleno su pasi¨®n por el senderismo y rodearse de un par de perros. Habitualmente sal¨ªan juntos, o con otros miembros del club de monta?a local, pero a finales de agosto Moore decidi¨® ascender en solitario al Blackhead Peak, monta?a de 3.800 metros que conoc¨ªa bien: su mujer estaba visitando a su hermana, as¨ª que sali¨® con Finney. Hizo caso omiso de la advertencia de su mujer, disgustada porque saliese solo a caminar. Setenta y dos d¨ªas despu¨¦s, segu¨ªa desaparecido. Tampoco la perra hab¨ªa regresado de la rutinaria salida. Durante semanas, casi 180 profesionales y voluntarios peinaron los flancos de la monta?a, sobre todo la ladera oeste que conduc¨ªa al parking.
La b¨²squeda no ocup¨® grandes titulares m¨¢s all¨¢ de la prensa local: se trataba en apariencia de otro monta?ero vencido por la monta?a. Hasta que un cazador a caballo se top¨® con un cad¨¢ver, el de Moore, y un perro diminuto y fam¨¦lico que le mostraba los dientes, amenazador, protegiendo los restos. El cazador avis¨® al sheriff gracias a un dispositivo v¨ªa sat¨¦lite muy extendido entre alpinistas y avis¨® de que no era capaz de acercarse al animal. Cuando el sheriff y su equipo alcanzaron el lugar indicado, una lata de comida regada con un tranquilizante permiti¨® recoger a Finney. Desde entonces, su regreso se ha hecho viral y una de las revistas m¨¢s respetadas de Estados Unidos, Outside, ha indagado para revelar nuevos detalles de una historia tan amarga como tierna. ¡°En oto?o ten¨ªa claro que mi marido no regresar¨ªa jam¨¢s a casa, tampoco Finney¡±, explica en Outside Dana Holby, pero cuando supo que hab¨ªan dado con ambos, la tristeza y la sorpresa se mezclaron como dos ingredientes contradictorios. Holby enseguida supo que deb¨ªa ir al encuentro de su mascota y al verla apenas la reconoci¨®: destacaba sucio su predominante color blanco y las manchas negras y marrones de su cara. Ella y su hijo lloraron al verla. El animal hab¨ªa perdido la mitad de su peso y superaba a duras penas los dos kilos; su piel estirada dejaba ver sus costillas y una fea herida alteraba la parte superior de su hocico. Pero, de alguna manera improbable, hab¨ªa logrado regresar a casa.
Las autoridades m¨¦dicas determinaron d¨ªas despu¨¦s que Moore hab¨ªa fallecido de hipotermia y exposici¨®n. El siguiente misterio pasaba por descubrir c¨®mo hab¨ªa sobrevivido la perrita. Y por ¨²ltimo, faltaba por saber c¨®mo demonios hab¨ªan acabado ambos en la ladera err¨®nea de la monta?a, lejos de cualquier atisbo de civilizaci¨®n. Los veterinarios advierten a aquellos que deseen escuchar que la raza Jack Russell Terrier es sumamente exigente: no son animales de sal¨®n, sino perros ¡°criados para cazar roedores y hasta zorros¡± que observan un temperamento tenaz, indomable y necesitado de constante ejercicio f¨ªsico. Tambi¨¦n resultan individualistas, de ah¨ª que los v¨ªnculos con sus due?os sean sumamente especiales.
Moore adopt¨® el papel de criador, dise?¨® juegos para Finney y enseguida se convirtieron en socios por los senderos de monta?a. Normalmente, Finney iba suelto y pod¨ªa perseguir sin desmayo cualquier animal que su radar captase. Pero siempre regresaba, fiel. No es de extra?ar que la perrita se quedase 72 d¨ªas junto al cad¨¢ver de su sue?o. Sobrevivi¨®, al parecer, cazando insectos, buscando larvas en la tierra, cazando roedores o ardillas heridas o avejentadas. Tuvo que beber de arroyuelos cercanos. Siempre al l¨ªmite. Parece un milagro que no fuese presa de la fauna depredadora que campa a sus anchas en la zona: osos negros y pumas, principalmente.
El 19 de agosto fue un d¨ªa de sol radiante y visibilidad inmaculada en el entorno de Pagosa Springs. No parece, entonces, probable que Moore se extraviase y acabase en el lado este de la monta?a, un lugar donde no tiene sentido ir, seg¨²n explicaron las autoridades locales. Ahora, la investigaci¨®n baraja la posibilidad de que Finney saliese a la carrera persiguiendo a un animal y, arrastrando tras ella a su due?o. Puede que esta vez Finney tardase en regresar, obligando a Moore a alejarse m¨¢s y m¨¢s del sendero, por un terreno abrupto, empinado y sin se?alizar que le resultaba desconocido. Despu¨¦s lleg¨® la desorientaci¨®n, la noche, el fr¨ªo, la deshidrataci¨®n, el hambre¡ y un regreso a casa impensable para Finney.
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