Descubierto el agujero negro m¨¢s antiguo que se conoce

Despu¨¦s del Big Bang, todo ocurri¨® muy r¨¢pido. Un equipo internacional de astr¨®nomos acaba de publicar, en la revista Nature, el descubrimiento del agujero negro m¨¢s antiguo que se conoce y ya estaba all¨ª hace m¨¢s de 13.000 millones de a?os, solo 400 millones de a?os despu¨¦s del estallido. En tan poco tiempo (en la escala c¨®smica) hab¨ªa sido capaz de acumular la masa de varios millones de soles. El descubrimiento, posible gracias al telescopio espacial James Webb, pone a prueba las teor¨ªas que tratan de explicar c¨®mo se forman y crecen estos objetos.

El hallazgo se produjo en el centro de la galaxia GN-z11, descubierta por el telescopio espacial Hubble y hasta hace poco la m¨¢s antigua que se conoc¨ªa. Aunque 25 veces m¨¢s peque?a que la V¨ªa L¨¢ctea y con tan solo un 1% de las estrellas, las estaba creando 20 veces m¨¢s r¨¢pido. Su brillo intenso suger¨ªa que en su interior, como sucede en galaxias como la nuestra, se pod¨ªa encontrar un potente agujero negro. Aunque estos objetos no se pueden observar directamente, el gas que se acumula en sus inmediaciones se calienta y lanza rayos ultravioleta que revelan su presencia.

Roberto Maiolino, profesor del Instituto Kavli de Cosmolog¨ªa de Cambridge, no cree que estos resultados, por sorprendentes que resulten, vayan a requerir nuevas teor¨ªas cosmol¨®gicas. ¡°Al menos, no a¨²n¡±, puntualiza el l¨ªder de este estudio. ¡°El descubrimiento de agujeros negros hipermasivos, con masas superiores a miles de millones de masas solares, que ya estaban ah¨ª en los primeros mil millones de a?os despu¨¦s del Big Bang, ha sido un resultado desconcertante desde hace 20 a?os¡±, explica. Las nuevas observaciones identifican a los progenitores, de menor tama?o, de aquellos objetos que hab¨ªan crecido a un ritmo que ya parec¨ªa excesivo.

Una de las teor¨ªas sobre el origen de los agujeros negros dice que aparecen cuando una estrella cien veces mayor que el sol agota su combustible nuclear y colapsa bajo su propia fuerza gravitatoria. Despu¨¦s, aliment¨¢ndose de su entorno, empiezan a acumular masa, pero, para alcanzar el tama?o del objeto observado en la galaxia GN-z11 al ritmo de crecimiento que se ve en agujeros negros cercanos, ser¨ªan necesarios miles de millones de a?os. Y la galaxia solo tiene 400 millones.

Entre los modelos que pueden dar sentido a estos agujeros negros, algunos expertos dicen que, aunque nacieron peque?os, en aquel universo primitivo hab¨ªa mucho m¨¢s gas disponible para alimentar su crecimiento y pod¨ªan medrar hasta cinco veces m¨¢s r¨¢pido de lo que se cre¨ªa posible. Una alternativa plantea que tambi¨¦n pudieron surgir como gigantes, fruto del colapso gravitatorio de nubes de gas primordiales. La capacidad de James Webb para transportarnos a la infancia del universo y descubrir m¨¢s agujeros negros primitivos servir¨¢ en los pr¨®ximos a?os para reconstruir el linaje de estos monstruos c¨®smicos tan influyentes.

¡°La presencia de agujeros negros supermasivos en las galaxias es muy importante, porque vemos que sus propiedades est¨¢n relacionadas con las propiedades de la galaxia¡±, cuenta Michele Perna, coautor del estudio e investigador del Centro de Astrobiolog¨ªa, en Madrid. ¡°Esto es extra?o, porque un agujero negro es muy peque?o comparado con el tama?o de la galaxia, como un euro comparado con el tama?o de la Tierra, y su masa tambi¨¦n es una fracci¨®n de la de la galaxia, como un 1% o menos¡±, indica. Pese a estas diferencias, hay una conexi¨®n entre la actividad del agujero negro y su galaxia, en c¨®mo este objeto, peque?o en comparaci¨®n, determina el ritmo al que nacen las estrellas en la galaxia o cu¨¢ndo se detiene la formaci¨®n estelar.

En el caso de GN-z11, los astr¨®nomos creen que el agujero negro puede estar perjudicando su desarrollo, porque parte del gas que consume de manera voraz sale disparado hacia la galaxia, como un hurac¨¢n, y puede detener la formaci¨®n de estrellas. Si esto sucediese, arrebatar¨ªa la vida a la galaxia y echar¨ªa a perder su fuente de alimento.

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