Marcus Watkins, NASA: ¡°No podemos llegar a la Luna sin Espa?a¡±
El delegado de la agencia espacial en Espa?a alerta de la fuga de cerebros que sufre su organizaci¨®n debido a que sus sueldos son demasiado bajos
El ingeniero espacial Marcus Watkins es delegado de la agencia espacial estadounidense NASA en Espa?a, una organizaci¨®n para la que trabaja desde hace 30 a?os. La estaci¨®n espacial de Robledo de Chavela, a 70 kil¨®metros de Madrid, cumple 60 a?os en servicio. Desde sus antenas se recibi¨® por primera vez la se?al de que Neil Armstrong hab¨ªa conseguido aterrizar su nave en la Luna. Casi 55 a?os despu¨¦s, la agencia espacial estadounidense se prepara para repetir la aventura, esta vez protagonizada por una mujer y una persona no blanca, que pondr¨¢n el pie en el sat¨¦lite en 2026.
Llegar a la Luna no solo requiere ingenier¨ªa, sino tambi¨¦n mucha pol¨ªtica, y esa es la raz¨®n por la que Watkins ha sido enviado a nuestro pa¨ªs: ¨¦l ha sido el principal negociador del nuevo acuerdo entre Espa?a y Estados Unidos para ampliar el acuerdo de colaboraci¨®n espacial que permita mantener y mejorar las instalaciones de Robledo de Chavela para los pr¨®ximos a?os. El acuerdo fue aprobado el martes por el Consejo de Ministros y se firma previsiblemente este lunes en Robledo. En esta entrevista, el ingeniero explica los detalles de este pacto, que es esencial para la llegada al sat¨¦lite. Uno de los principales asuntos es frenar la fuga de cerebros que la agencia padece desde hace tiempo por problemas salariales y burocr¨¢ticos.
Pregunta. ?En qu¨¦ consiste el acuerdo entre Espa?a y la NASA?
Respuesta. Estamos en un momento cr¨ªtico. El acuerdo actual expiraba en noviembre y ten¨ªamos que renovarlo para poner las bases de los pr¨®ximos 60 a?os. Era especialmente importante porque ahora nos estamos embarcando en el programa Artemis. Nuestro sistema de espacio profundo tiene tres nodos, Espa?a, Australia y California, en Estados Unidos. Tambi¨¦n estamos construyendo nuevas antenas. Es importante que consigamos m¨¢s flexibilidad en nuestro acuerdo con el Gobierno espa?ol para asegurarnos de que podemos mantener y ampliar en el futuro nuestra plantilla. Despu¨¦s de que el acuerdo sea aprobado, firmaremos un contrato m¨¢s detallado. De momento, el acuerdo ha resuelto muchos problemas y crea el camino para la futura exploraci¨®n espacial.
P. ?La NASA tiene problemas para contratar gente?
R. Hemos estado en Espa?a 60 a?os. Hab¨ªa muchos empleados que se ten¨ªan que jubilar y hab¨ªa que contratar gente joven. Como el contrato est¨¢ ligado a un ente p¨²blico [el Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial, dependiente del Ministerio de Defensa], en muchos casos los salarios estaban por debajo de lo que ofrece el mercado. As¨ª que ten¨ªamos el problema de que fich¨¢bamos gente joven, la form¨¢bamos muy bien y a los pocos a?os se acababan yendo a otras empresas porque les pagan mejor. Por eso necesitamos m¨¢s flexibilidad. Es algo crucial. No podemos llegar a la Luna sin Espa?a.
P. ?No es posible controlarlo todo desde Estados Unidos?
R. Nuestras tres estaciones est¨¢n separadas por 120 grados [de longitud]. La estaci¨®n que est¨¢ activa en cada momento, en el lado de d¨ªa terrestre, no solo recibe todas las se?ales de todas nuestras naves en el espacio, sino que controla toda la red de espacio profundo. A medida que la tecnolog¨ªa va mejorando, no podemos tener obst¨¢culos para contratar a los mejores. Y Espa?a tiene much¨ªsimo talento en sus universidades.
P. ?D¨®nde estar¨¢n las nuevas antenas para Artemis?
R. En Australia, Sur¨¢frica y Nuevo M¨¦xico. Adem¨¢s, habr¨¢ un sector comercial al que le compraremos datos.
P. Usted lleva 30 a?os trabajando en la NASA en diferentes puestos ?Cree que ha cambiado mucho desde los tiempos del primer alunizaje?
R. En los a?os 60 y 70 la cara p¨²blica de NASA era la de hombres blancos. Pero incluso en aquellos tiempos la plantilla era mucho m¨¢s diversa, hab¨ªa mujeres negras haciendo c¨¢lculos matem¨¢ticos, por ejemplo. No aparec¨ªan en p¨²blico, pero eran parte de la familia de NASA. Ahora, si miras a los jefes de la agencia, hay casi un 50% de mujeres, y un mont¨®n de diversidad de or¨ªgenes. Yo mismo he estado en el escalaf¨®n ejecutivo alto y no era el ¨²nico negro. Uno de los ¨²ltimos ejemplos de diversidad es el tremendo ¨¦xito cosechado por Ingenuity, el peque?o helic¨®ptero de Marte. Nadie confiaba en que pudieran hacerlo, pero un peque?o equipo con muchos estudiantes j¨®venes liderado por MiMi [Aung, una ingeniera de origen birmano] lo consigui¨®.
P. Adem¨¢s de misiones de exploraci¨®n espacial, la NASA tambi¨¦n dedica muchos recursos a monitorizar el clima de la Tierra y el calentamiento global ?Cree que estos programas pueden peligrar si Donald Trump gana las elecciones?
R. No. Nuestra misi¨®n ha sido la misma haya presidentes republicanos o dem¨®cratas. Nuestro trabajo es lanzar sat¨¦lites y recoger datos. Nos mantenemos al margen de la pol¨ªtica. La buena noticia es que tenemos un sistema robusto que nos muestra c¨®mo est¨¢n actuando los gases de efecto invernadero, c¨®mo se est¨¢ calentando el planeta y c¨®mo se est¨¢n derritiendo los glaciares. Estos datos, junto con los de otros actores internacionales, servir¨¢n para que el mundo tome una decisi¨®n sobre cu¨¢l debe ser el siguiente paso.
P. ?Por qu¨¦ la NASA vuelve a la Luna?
R. En gran parte porque tenemos que aprender a vivir en el espacio exterior. Tenemos que crear un h¨¢bitat. Si te embarcas hacia Marte y no has probado bien toda la tecnolog¨ªa, nadie va a poder salvarte si falla algo. La Luna es el paso intermedio, podemos llegar all¨ª en unos dos d¨ªas. Si tenemos alg¨²n problema podremos salvar a la gente. M¨¢s all¨¢, ser¨¢ complicado.
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