Las marcas de herramientas en un armadillo gigante muestran presencia humana en Argentina hace 21.000 a?os
Un f¨®sil de una especie extinta muestra cortes que responden al consumo de carne por cazadores recolectores, lo que adelantar¨ªa 5.000 a?os la llegada de humanos a la zona
Hace 21.000 a?os, la llanura pampeana era un lugar inh¨®spito. El territorio que ocupa hoy el centro de Argentina, durante el final del Pleistoceno, era fr¨ªo, ¨¢rido y estaba poblado por grandes mam¨ªferos ya extintos como megaterios, tigres de dientes de sable y gliptodontes, entre otros. Sin embargo, los cortes detectados en los huesos posteriores de uno de estos animales muestra que ya hab¨ªa humanos en la regi¨®n, y son la evidencia m¨¢s antigua de ocupaci¨®n humana en la zona hasta el momento. El hallazgo, publicado esta semana en la revista Plos One, aporta nuevos datos sobre la poblaci¨®n temprana de Sudam¨¦rica.
El f¨®sil estudiado es un Neoesclerocalyptus, perteneciente al grupo de mam¨ªferos acorazados llamados gliptodontes, parientes gigantescos del armadillo moderno que vivieron en estas tierras hasta hace unos 10.000 a?os. Fue localizado en 2015 en excelente estado de preservaci¨®n en la orilla del r¨ªo Reconquista, a la altura de la localidad de Merlo, en la provincia de Buenos Aires. Las marcas ¨®seas en el animal llamaron la atenci¨®n de su descubridor, el paleont¨®logo Guillermo Jofr¨¦, porque no parec¨ªan haber sido causadas por animales.
Esa intuici¨®n se confirm¨® con posteriores an¨¢lisis realizados bajo la supervisi¨®n del equipo de arque¨®logos y paleont¨®logos del Museo de La Plata. Se contabilizaron 32 marcas, que no estaban realizadas de forma aleatoria, sino distribuidas en lugares donde conectan los tendones y van agarrados los m¨²sculos, un patr¨®n caracter¨ªstico en los huesos consumidos por los cazadores recolectores prehist¨®ricos. ¡°Ese patr¨®n nos permiti¨® establecer que fueron seres humanos los que lo utilizaron como parte de su dieta¡±, cuenta el arque¨®logo Mariano del Papa.
Los investigadores desconocen si los humanos cazaron al animal o lo encontraron atrapado cerca del r¨ªo, pero s¨ª saben por los cortes que le extrajeron toda la carne que pudieron para alimentarse. El gliptodonte localizado ¡°pesaba unos 300 kilos y med¨ªa 1,40 metros de largo por unos 85 cent¨ªmetros de alto¡±, describe el paleont¨®logo Mart¨ªn de los Reyes, otro de los autores del trabajo. El animal qued¨® cubierto ¡°de forma intempestiva, posiblemente por una tormenta de polvo¡±, a?ade, lo que facilit¨® su conservaci¨®n y posterior descubrimiento.
Los investigadores sospechan que los humanos usaron herramientas afiladas de piedra para descuartizarlo y que pod¨ªan tener tambi¨¦n alg¨²n artefacto similar a un hacha, por algunas de las marcas estudiadas. Son suposiciones que esperan ver respaldadas con nuevos hallazgos cuando realicen una excavaci¨®n sistem¨¢tica del sitio, que por falta de fondos no ha sido posible hasta el momento. Los escasos recursos econ¨®micos ralentizaron tambi¨¦n toda la investigaci¨®n, lamenta De los Reyes.
¡°Cuando fuimos a verlo nos sorprendi¨® y quedamos azorados porque era un hallazgo b¨¢rbaro¡±, relata Del Papa. Hasta ese momento, se ten¨ªa constancia de presencia humana en los alrededores del r¨ªo Reconquista hace 8.000 a?os, pero los gliptodontes se hab¨ªan extinguido 2.000 a?os antes. ¡°El tema fue cuando mandamos al laboratorio de Francia a fechar y dio una antig¨¹edad de 21.000 a?os¡±, destaca este paleont¨®logo sobre la dataci¨®n de carbono 14. ¡°Ah¨ª la cosa cambi¨® porque estaba representando el fechado m¨¢s temprano de ocupaci¨®n humana para la parte m¨¢s meridional de Am¨¦rica del Sur¡±, celebra.
El descubrimiento aporta nuevos datos a la discusi¨®n cient¨ªfica sobre c¨®mo ocurri¨® la poblaci¨®n humana de Am¨¦rica. La teor¨ªa m¨¢s extendida es que los primeros habitantes proced¨ªan de Asia y cruzaron a Am¨¦rica del Norte por el estrecho de Bering, en Siberia, durante la ¨²ltima glaciaci¨®n. Desde all¨ª, se dispersaron por todo el continente, pero hay dos grandes corrientes que intentan explicar c¨®mo lo hicieron. La que defiende la poblaci¨®n tard¨ªa estima que la migraci¨®n hacia el sur comenz¨® hace cerca de 16.000 a?os, coincidiendo con el fin de la ¨²ltima glaciaci¨®n. Por el contrario, la que defiende una poblaci¨®n temprana, cree que ocurri¨® mucho antes. Esta ¨²ltima cuenta cada vez con m¨¢s registros, que se remontan hasta 33.000 a?os atr¨¢s, seg¨²n la dataci¨®n de los artefactos hallados en una cueva en M¨¦xico. Hasta ahora, las evidencias de presencia humana m¨¢s remotas en Argentina eran de unos 16.000 a?os de antig¨¹edad, tambi¨¦n en la provincia de Buenos Aires, la m¨¢s grande de Argentina.
Unos pocos miles de a?os antes, cuando a¨²n no hab¨ªa concluido la ¨²ltima glaciaci¨®n, esa zona era fr¨ªa, seca, con muy poca vegetaci¨®n y poblada por megafauna hoy extinta. ¡°Estas personas de las que hablamos deben haber representado a los primeros pobladores, peque?os grupos de exploradores. Imaginamos a pocos individuos recorriendo espacios muy amplios, por eso es muy significativo el hallazgo¡±, dice Del Papa.
La investigaci¨®n fue realizada con aportes de especialistas del Museo de La Plata, el Centro de Investigaciones Geol¨®gicas (CIG-UNLP-CONICET), el Instituto Pasteur de Par¨ªs, la Municipalidad de Merlo y la Fundaci¨®n Azara. Los investigadores conf¨ªan en que futuras excavaciones en ese sitio arqueol¨®gico permitir¨¢n desvelar nuevos datos sobre los primeros habitantes del extremo sur del continente americano.
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