Hay tanta diversidad en las zonas ¨¢ridas como en las selvas o en los bosques

Incluso el diccionario relaciona la aridez con lo est¨¦ril, lo yermo e infecundo. Pero es una invenci¨®n humana, como demuestra la existencia de millones y millones de ¨¢rboles escondidos en los desiertos. La realidad en la naturaleza es que la diversidad vegetal de las zonas ¨¢ridas dobla en imaginaci¨®n a la de las plantas de las regiones m¨¢s h¨²medas. Un trabajo de un centenar de cient¨ªficos publicado en la prestigiosa revista Nature, con datos de centenares de especies de las regiones m¨¢s secas del planeta, ha desvelado que la variedad de formas, soluciones y respuestas a las condiciones m¨¢s extremas supera con mucho a las de las especies de las ¨¢reas h¨²medas.

¡°Alicante [zona ¨¢rida] tiene mayor diversidad de especies que todo el Reino Unido junto¡±, recuerda categ¨®rico el investigador de la Universidad de Ciencia y Tecnolog¨ªa Rey Abdal¨¢ de Arabia Saud¨ª, el espa?ol Fernando Maestre. Considerado uno de los mayores expertos mundiales en zonas ¨¢ridas, Maestre es coautor de esta investigaci¨®n desmonta mitos. Enseguida aclara que el objetivo del trabajo no era cuantificar si hab¨ªa m¨¢s o menos especies en las zonas secas, sino su variedad funcional, de formas. Para ello analizaron hasta 20 atributos diferentes, desde la forma de las hojas, hasta su volumen, pasando por la composici¨®n qu¨ªmica, el llamado elementoma, de la planta. Esta diversidad cualitativa supera a la observada en las zonas h¨²medas del planeta, en particular las de latitudes templadas.

¡°Alicante [zona ¨¢rida] tiene mayor diversidad de especies que todo el Reino Unido junto¡±

Fernando Maestre, investigador de la Universidad de Ciencia y Tecnolog¨ªa Rey Abdal¨¢ de Arabia Saud¨ª

Los resultados del trabajo, basado en la toma de muestras de centenares de especies de desiertos y zonas ¨¢ridas (tanto de clima c¨¢lido como fr¨ªo), los ejemplifica el bi¨®logo de la Universidad Clermont Auvergne/INRAE (Francia) Nicolas Gross: ¡°Nuestro estudio b¨¢sicamente dice que si seleccionas al azar dos especies en un ambiente ¨¢rido, estas ser¨¢n mucho m¨¢s diferentes en su forma y en su funcionamiento que dos especies seleccionadas en un clima m¨¢s templado¡±. Cierto es que en las regiones ¨¢ridas de nuestro planeta, aquellas por debajo de los 400 mm de lluvia al a?o (Murcia rara vez supera los 316 mm anuales), se observa una fuerte disminuci¨®n de la cubierta vegetal, de la riqueza de especies y la aparici¨®n de grandes ¨¢reas de suelo desnudo. Pero, como a?ade Gross, ¡°dichas especies de plantas presentan sorprendentes diferencias en sus rasgos morfol¨®gicos y fisiol¨®gicos, lo que significa que estos ambientes extremos son funcionalmente hiperdiversos¡±.

Como muestran g¨¦neros como el de los cactus o las suculentas, la variedad de respuestas ante la sequedad es mayor que la desplegada en condiciones de humedad. Adem¨¢s de la diversidad formal, tambi¨¦n despliegan una mayor variabilidad de su elementoma. Ante la escasez de agua y macronutrientes como el nitr¨®geno, las plantas de las zonas ¨¢ridas se apoyan en las m¨¢s diversas combinaciones de otros minerales, como el hierro, el zinc, el sodio o el potasio, para salir adelante. Por ejemplo, algunas han desarrollado niveles elevados de calcio, lo que refuerza las paredes celulares como protecci¨®n contra la desecaci¨®n. Otras contienen altas concentraciones de sal, lo que reduce la transpiraci¨®n.

¡°El esparto, del que hemos tomado muestras en la pen¨ªnsula ib¨¦rica, pero tambi¨¦n desde Marruecos hasta Libia, tiene sus hojas muy plegadas. As¨ª protege sus estomas, los orificios que abre para captar el CO?, pero por donde tambi¨¦n pierde vapor de agua¡±, recuerda Maestre. Pero todo en el dise?o de esta planta de usos milenarios est¨¢ pensado para aprovechar la poca agua disponible y reducir la evapotranspiraci¨®n. ¡°Aprovecha cualquier pulso de agua para realizar la fotos¨ªntesis¡±, a?ade. Y, por si eso no bastara, ¡°es poco palatable por elevado contenido en carbono y en fibras, lo que la hace poco apetecible para los herb¨ªvoros; las cabras y ovejas solo le comen cuando no tienen otra cosa¡±, completa el cient¨ªfico espa?ol.

Otro descubrimiento de este trabajo es que la diversidad de formas, tama?os y funciones de las plantas ¨¢ridas explota cuando la aridez es mayor. Se asum¨ªa que, en condiciones extremas, la tendencia ser¨ªa a la simplificaci¨®n, que la aridez reducir¨ªa la diversidad de plantas a trav¨¦s de la selecci¨®n, dejando solo aquellas especies capaces de tolerar la escasez extrema de agua y el estr¨¦s t¨¦rmico. Pero la realidad les oblig¨® a descartar esta hip¨®tesis y apostar por otra: vieron que la diversidad de caracteres aumenta de forma abrupta y no lineal por debajo del umbral de los 400 mm de precipitaciones anuales. Para explicar este fen¨®meno, los autores del estudio sugieren que la p¨¦rdida de cubierta vegetal conduce a lo que llaman el s¨ªndrome de la planta solitaria.

¡°Estas plantas solitarias son las que exhiben un conjunto ¨²nico de atributos morfol¨®gicos, qu¨ªmicos y fisiol¨®gicos que las hacen funcionalmente ¨²nicas¡±, destaca Gross. Su hip¨®tesis es que estas plantas poco comunes pueden persistir en un entorno ¨¢rido porque escapan de especies m¨¢s competitivas que se pueden encontrar en condiciones clim¨¢ticas m¨¢s productivas. ¡°Eso es lo que llamamos s¨ªndrome de las plantas solitarias, en el que la vegetaci¨®n dispersa en los paisajes m¨¢s ¨¢ridos de las tierras secas exhiben un alto grado de singularidad de rasgos. Si se piensa en especies de plantas de tierras secas como cactus, baobab, euforbias... todos tenemos en mente algunas im¨¢genes de plantas extra?as de tierras secas¡±, termina el cient¨ªfico franc¨¦s.

Para los autores, esta riqueza de respuestas de la vegetaci¨®n de las zonas ¨¢ridas va a ser clave en el cambio clim¨¢tico en curso y el avance de la desertizaci¨®n y la aridificaci¨®n globales. De ah¨ª la necesidad de cuantificar por primera vez y a escala mundial la diversidad de formas y funciones de las plantas de las tierras secas de todo el mundo. ¡°Era una carencia cr¨ªtica, ya que la mayor¨ªa de los datos que tenemos hoy en d¨ªa sobre la diversidad de rasgos de las plantas provienen de plantas dom¨¦sticas y especies de plantas silvestres de climas m¨¢s templados, y esto a pesar del hecho de que las tierras secas cubren el 45% de las ¨¢reas terrestres¡±, recuerda Gross. ¡°Muchas regiones ¨¢ridas son muy inh¨®spitas, vive poca gente, eran inaccesibles, han sido poco estudiadas¡±, cuenta su colega Maestre. Tambi¨¦n la falta de inter¨¦s agr¨ªcola o extractivo explica el olvido. ¡°Tradicionalmente, se las ha considerado como de poco valor. Si le preguntas a alguien por biodiversidad, te va a responder con la selva amaz¨®nica o con la de un prado suizo, cuando no es as¨ª¡±, termina.

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