Un turbio entramado compra revistas cient¨ªficas desde un caser¨®n ingl¨¦s para ganar millones publicando estudios insustanciales
Dos investigadores revelan la ¡°invasi¨®n¡± del mercado editorial espa?ol, con siete cabeceras ya controladas por una red de ciudadanos de Pakist¨¢n e Indonesia
Un oscuro entramado empresarial, aparentemente manejado por ciudadanos de Pakist¨¢n e Indonesia desde un caser¨®n a la afueras de Birmingham (Reino Unido), ha asaltado el mercado de las revistas cient¨ªficas espa?olas. La red est¨¢ comprando cabeceras hist¨®ricas para convertirlas en m¨¢quinas de ganar dinero r¨¢pido, al multiplicar el precio que cobran a los investigadores por publicar en ellas y el n¨²mero de estudios publicados, a menudo insustanciales. Alberto Mart¨ªn y ...
Un oscuro entramado empresarial, aparentemente manejado por ciudadanos de Pakist¨¢n e Indonesia desde un caser¨®n a la afueras de Birmingham (Reino Unido), ha asaltado el mercado de las revistas cient¨ªficas espa?olas. La red est¨¢ comprando cabeceras hist¨®ricas para convertirlas en m¨¢quinas de ganar dinero r¨¢pido, al multiplicar el precio que cobran a los investigadores por publicar en ellas y el n¨²mero de estudios publicados, a menudo insustanciales. Alberto Mart¨ªn y Emilio Delgado, dos profesores de la Universidad de Granada que est¨¢n investigando el fen¨®meno, lo comparan con la pel¨ªcula La invasi¨®n de los ultracuerpos (Los usurpadores de cuerpos, en algunos pa¨ªses americanos), en la que las personas empiezan a ser sustituidas en secreto por copias sin emociones, nacidas de misteriosas vainas alien¨ªgenas.
Los dos expertos espa?oles se?alan al n¨²mero 62 de la calle St. Bernards Road, un imponente caser¨®n de 1879 situado en Solihull, al sureste de Birmingham. All¨ª figura la sede social de Oxbridge Publishing House, una empresa que juega con los nombres de las prestigiosas universidades de Oxford y Cambridge, pero no tiene nada que ver con ellas. El registro mercantil brit¨¢nico muestra que detr¨¢s de la compa?¨ªa est¨¢ Muhammad Haseeb, un ciudadano paquistan¨ª de 38 a?os. Su entramado empresarial ha comprado 36 revistas acad¨¦micas desde 2020, entre ellas siete espa?olas, como Cuadernos de Econom¨ªa, Comunicar y Profesional de la Informaci¨®n, seg¨²n detalla la investigaci¨®n de Mart¨ªn y Delgado. Las cabeceras, anta?o dominadas por ciencia espa?ola, han empezado a publicar como si fueran churros estudios de cient¨ªficos asi¨¢ticos, sobre todo de China, Malasia, Indonesia y Arabia Saud¨ª.
El negocio se aprovecha del sistema ¡°publica o muere¡±, que domina la ciencia mundial y es asfixiante en algunos pa¨ªses de Asia. Los ascensos y aumentos de sueldo de los investigadores dependen del n¨²mero de estudios que publiquen en revistas registradas en bases de datos internacionales. Al mismo tiempo, el cambio a un modelo de ciencia de acceso abierto para todo el mundo ha hecho que ya no sean los lectores los que pagan por leer las revistas, sino los propios autores los que tienen que desembolsar dinero, cientos de millones de euros de los contribuyentes, para publicar sus estudios. Son incentivos perversos para que las editoriales publiquen cada vez m¨¢s y sin criterio, para ganar m¨¢s, y los investigadores env¨ªen trabajos inanes con el ¨²nico fin de hinchar su curr¨ªculum.
El an¨¢lisis de las pr¨¢cticas de Oxbridge Publishing House es revelador. La Revista de Psicolog¨ªa del Deporte, antes relacionada con la Universidad de las Islas Baleares, ha pasado de cobrar 300 euros por estudio a exigir 6.000. El 74% de sus trabajos eran espa?oles, pero ese porcentaje nacional ha ca¨ªdo en picado hasta el 13%. Los autores chinos monopolizan ahora la publicaci¨®n. La revista Fonseca, Journal of Communication, antes vinculada a la Universidad de Salamanca, no cobraba por publicar, pero ahora pide unos 2.500 euros por cada estudio a sus autores. Lo mismo ocurre con la revista educativa Artseduca, antes editada por la Universidad Jaume I de Castell¨®n. El conglomerado en torno a Oxbridge ya ha publicado casi 1.500 estudios en sus revistas espa?olas, seg¨²n el an¨¢lisis de Mart¨ªn y Delgado publicado este mi¨¦rcoles. Son, presuntamente, ingresos millonarios. Los investigadores de Granada denuncian que se est¨¢n adquiriendo revistas respetadas para ¡°convertirlas en granjas de cobrar cargos por procesamiento de art¨ªculos¡±.
El experto en bibliometr¨ªa F¨¦lix de Moya, del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), explica por tel¨¦fono que ¨¦l era el propietario de la revista Profesional de la Informaci¨®n, referente en el ¨¢mbito de la documentaci¨®n y las bibliotecas. Cuenta que recibi¨® una oferta de alrededor de un mill¨®n de euros por correo electr¨®nico y se la vendi¨® a finales de 2023 a la empresa OAText, aunque la cabecera apareci¨® en manos de Oxbridge el 1 de enero de 2024. Moya puso como condici¨®n que se mantuviera como editor jefe al fundador, Tom¨¤s Baiget, un ingeniero de 80 a?os que en agosto de 2023 pidi¨® perd¨®n por crear la web ArtiCulitos.com, en la que sub¨ªa fotograf¨ªas de culos de mujeres, algunas de ellas tomadas sin su consentimiento.
La revista Profesional de la Informaci¨®n ped¨ªa 1.250 euros por cada estudio publicado y ahora exige el doble, seg¨²n la investigaci¨®n de Mart¨ªn y Delgado. De momento ha publicado menos de un centenar de trabajos en su nueva etapa: 44 de espa?oles, 31 de chinos, seis de saud¨ªes y cuatro de malayos, entre otros. Tom¨¤s Baiget critica las conclusiones de los dos profesores de Granada. ¡°Son un poco escandalosos y sensacionalistas, y me sabe mal que siembren dudas infundadas sobre Profesional de la Informaci¨®n. Las revistas cobran por su trabajo, como todo el mundo. Los diarios, por ejemplo, tambi¨¦n cobran y nadie se escandaliza¡±, argumenta Baiget, aunque los peri¨®dicos pagan a las personas que escriben en ellos, no les cobran. El ingeniero asegura que no conoce al paquistan¨ª Muhammad Haseeb ni sabe si es el propietario. ¡°Ni idea, la verdad. S¨ª que vi el nombre de Muhammad en alg¨²n sitio, pero no tengo la menor idea de su cargo¡±, explica. ¡°Yo respondo de la calidad, la ¨¦tica y el buen trabajo, al menos de mi zona, que es Europa y Am¨¦ricas¡±, proclama.
Muhammad Haseeb se doctor¨® en Econom¨ªa en la Universidad del Norte de Malasia, seg¨²n uno de sus perfiles p¨²blicos, y es profesor visitante de la Universidad de Econom¨ªa y Ciencias Humanas de Varsovia (Polonia), seg¨²n asegura la web de Oxbridge. La empresa no est¨¢ sola en el caser¨®n a las afueras de Birmingham. El inmueble decimon¨®nico es la sede social de otras tres compa?¨ªas editoras: H&N Publishers UK, codirigida por el propio Haseeb y la indonesia Nira Hariyatie Hartani, de 50 a?os; PNG Publications and Scientific Research, encabezada por los paquistan¨ªes Hafiz Muhammad Azeem, de 33 a?os, y Muhammad Talha, de 29; y Thinkbiotech, tambi¨¦n gestionada por Talha.
Otros tres expertos espa?oles alertaron hace un a?o de este fen¨®meno, vincul¨¢ndolo a f¨¢bricas de estudios mediocres que se ofertan ya listos para publicar. ¡°Los numerosos movimientos entre bambalinas de intermediarios internacionales tentando a diversas revistas espa?olas hacen pensar que estamos solo en una fase preliminar de un movimiento que puede acabar desnaturalizando y pervirtiendo las revistas acad¨¦micas de nuestro pa¨ªs¡±, advirtieron ?ngel Mar¨ªa Delgado V¨¢zquez, de la Universidad Pablo de Olavide; Rafael Repiso, de la Universidad de M¨¢laga; y ?lvaro Cabezas Clavijo, de la Universidad Internacional de La Rioja.
Estos tres especialistas analizaron, entre otros, el caso de Cuadernos de Econom¨ªa, dirigida hist¨®ricamente por el economista Joan Hortal¨¢, catedr¨¢tico em¨¦rito de la Universidad de Barcelona y expresidente de la Bolsa barcelonesa. La revista, vendida a Oxbridge, comenz¨® a cobrar unos 2.500 euros por estudio y se llen¨® de trabajos de Vietnam, Malasia e Indonesia. La web de la publicaci¨®n sigue asegurando falsamente que est¨¢ dirigida por Hortal¨¢ y editada por la Universidad Aut¨®noma de Madrid y la privada CUNEF. Los tres expertos lanzaron preguntas al aire: ¡°?Est¨¢n haciendo algo las instituciones (normalmente universidades p¨²blicas) para evitar que las revistas auspiciadas, financiadas o apoyadas por ellas acaben en manos de dudosos grupos empresariales extranjeros? ?Se est¨¢n beneficiando nuestras universidades de los cientos de miles de petrolibras que est¨¢n derramando los inversores extranjeros en las revistas espa?olas?¡±.
La ge¨®grafa Pilar Paneque dirige desde 2023 el organismo que decide si un profesor universitario puede ascender a catedr¨¢tico o si merece aumentos salariales: la Agencia Nacional de Evaluaci¨®n de la Calidad y Acreditaci¨®n (ANECA). La entidad comenz¨® en 2017 a exigir m¨¢s de un centenar de estudios publicados como m¨¦rito imprescindible para acreditarse como catedr¨¢tico en algunas especialidades, algo que la propia Paneque define como ¡°locura¡± y est¨¢ intentando cambiar.
La presi¨®n por publicar ha dado lugar a pr¨¢cticas editoriales muy cuestionablesPilar Paneque, directora de la ANECA
¡°Es sabido que la presi¨®n por publicar ha dado lugar a pr¨¢cticas editoriales muy cuestionables¡±, explica la ge¨®grafa, que lamenta que algunas de estas revistas sigan siendo consideradas como v¨¢lidas en las principales bases de datos internacionales, como la Web of Science, de la multinacional londinense Clarivate, y Scopus, una herramienta similar de la editorial holandesa Elsevier. ¡°Es importante insistir en que la evaluaci¨®n de nuestra actividad debe centrarse en la calidad e innovaci¨®n de la investigaci¨®n que realizamos y no en la mera indexaci¨®n de la revista en la que la publicamos. De lo contrario, la producci¨®n y la evaluaci¨®n de la investigaci¨®n no estar¨¢ guiada por los principios y acuerdos de la propia comunidad cient¨ªfica, sino por los de grandes empresas editoriales como Clarivate o Elsevier, que l¨®gicamente se mueven por intereses que, aunque leg¨ªtimos, son muy diferentes a los del avance del conocimiento y el bien com¨²n¡±, se?ala la directora de la ANECA.
El mayor organismo cient¨ªfico de Espa?a, el CSIC, y otro medio centenar de organizaciones firmaron en abril una declaraci¨®n contra la Web of Science y Scopus, cuya informaci¨®n opaca sobre la val¨ªa de las revistas acad¨¦micas se usa para repartir millones de euros de los contribuyentes. En la actualidad, si los investigadores publican m¨¢s estudios en revistas bien consideradas por esas bases de datos privadas, ganar¨¢n m¨¢s dinero. Paneque recibe como un acicate el nuevo an¨¢lisis de Alberto Mart¨ªn y Emilio Delgado. ¡°Estudios como este aportan m¨¢s argumentos para avanzar en la reforma de la evaluaci¨®n de la investigaci¨®n que se est¨¢ impulsando a nivel internacional y en la que ANECA est¨¢ dando pasos muy decididos¡±, opina.
Las bases de datos s¨ª est¨¢n tomando algunas medidas, sobre todo desde el a?o pasado. La Web of Science imprim¨ªa su sello de calidad a 17 de las 36 revistas compradas por el entramado de Oxbridge, pero ya ha expulsado a 11 de ellas, seg¨²n la investigaci¨®n de Mart¨ªn y Delgado. Scopus inclu¨ªa a las 36, pero ya no cuenta con ocho. El resto de cabeceras siguen simulando que nada ha cambiado, mientras publican cada vez m¨¢s estudios asi¨¢ticos a cambio de m¨¢s dinero, como en la pel¨ªcula La invasi¨®n de los ultracuerpos. Mart¨ªn y Delgado las llaman ¡°revistas infectadas¡±. Este peri¨®dico intent¨® este jueves contactar con los habitantes del caser¨®n ingl¨¦s, mediante un mensaje enviado a dos correos electr¨®nicos habituales del paquistan¨ª Muhammad Haseeb y la indonesia Nira Hariyatie Hartani, sin recibir respuesta.
?Tienes m¨¢s informaci¨®n sobre este caso u otros similares? Puedes escribirnos a mansede@elpais.es. Sigue a MATERIA en Facebook, X, Instagram o suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestro bolet¨ªn.