Acotar reservas naturales no basta: la presi¨®n humana asfixia las ¨¢reas protegidas
Muchas reservas no funcionan por ser demasiado peque?as y estar aisladas unas de otras. Los expertos proponen planificar a gran escala junto a las comunidades locales
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En 2019, un grupo de expertos public¨® en la revista Science Advances la propuesta de un ¡°acuerdo mundial para la naturaleza¡± con el ambicioso objetivo de proteger el 30% de la superficie del planeta para 2030. Esta iniciativa, conocida como 30x30, se convirti¨® en un compromiso para casi 200 pa¨ªses adheridos al Convenio sobre Diversidad Biol¨®gica (CDB) de Naciones Unidas. En 2025, dicha meta parece ya imposible; seg¨²n Greenpeace, al ritmo actual el 30% no se alcanzar¨¢ hasta 2107. Pero los cient¨ªficos alertan: ni siquiera proteger espacios naturales es suficiente. Un nuevo estudio revela que la protecci¨®n no salvar¨¢ la biodiversidad si no desaparece la presi¨®n humana en torno a estas ¨¢reas.
Seg¨²n la Base de Datos Mundial sobre ?reas Protegidas, de Naciones Unidas y la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza, hoy existen m¨¢s de 300.000 ¨¢reas protegidas que cubren el 17% de tierras y aguas interiores y el 8% de los oc¨¦anos; a¨²n muy lejos del 30%. Las ¨¢reas protegidas est¨¢n sometidas a presiones diversas. Un estudio de la Universidad de Cambridge calcul¨® que estos espacios naturales reciben 8.000 millones de visitantes al a?o, tantos como toda la poblaci¨®n mundial. Y aunque las visitas generan 600.000 millones de d¨®lares, lo que se invierte en conservaci¨®n es solo una peque?a parte de esta cifra.
El turismo es un factor de doble filo, ya que impone una presi¨®n sobre los espacios naturales cuyos ingresos al mismo tiempo se aprovechan para fomentar la conservaci¨®n. Pero las amenazas antropog¨¦nicas se manifiestan de muchas maneras. Por ello, cuando en 2022 el CBD adopt¨® el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, que ahora suscriben casi 200 naciones, no solo incorpor¨® el objetivo de 30x30, sino que adem¨¢s defini¨® otras 22 metas de cara a la conservaci¨®n en las ¨¢reas protegidas.
M¨¢s humanos, menos animales
Los expertos subrayan que hay mucho m¨¢s por hacer, y no solo dentro de esos santuarios naturales. Un estudio firmado por casi medio centenar de cient¨ªficos de 17 pa¨ªses, dirigido desde la Universidad de Florencia en Italia, ha recopilado y analizado 560.000 im¨¢genes de c¨¢maras trampa situadas en 37 bosques tropicales protegidos de Am¨¦rica, ?frica y Asia. As¨ª estudiaron c¨®mo 239 especies de mam¨ªferos se ven afectadas por la presi¨®n humana y la perturbaci¨®n del h¨¢bitat en las zonas que rodean las ¨¢reas protegidas.
Los resultados, publicados en PLOS Biology, muestran que las ¨¢reas protegidas no bastan para evitar el declive de la fauna, debido a las amenazas externas a esas reservas. ¡°Encontramos que la presi¨®n antropog¨¦nica de la densidad humana, junto con la p¨¦rdida y fragmentaci¨®n del bosque, afectan a los mam¨ªferos tropicales¡±, cuenta el codirector del estudio, Francesco Rovero, junto a sus coautoras Ilaria Greco y Lydia Beaudrot.
Rovero precisa que ¡°los bosques con m¨¢s gente en las cercan¨ªas tienen menos especies de mam¨ªferos¡±, mientras que ¡°los paisajes con menos bosque y m¨¢s fragmentado tienen esencialmente menor abundancia de animales¡±. Incluso hasta una distancia de 50 kil¨®metros del ¨¢rea protegida, la p¨¦rdida y la fragmentaci¨®n del bosque afectan a la fauna de la propia reserva. En cuanto a la presi¨®n humana, cada aumento de 16 personas por km2 en la densidad de poblaci¨®n alrededor del ¨¢rea protegida reduce la riqueza de especies de la reserva un 1%.
No es el primer estudio que advierte contra la idea de que es suficiente con acotar reservas naturales. Numerosos cient¨ªficos han analizado si la protecci¨®n de estas ¨¢reas cumple sus prop¨®sitos. Una amplia revisi¨®n concluy¨® que la conservaci¨®n es eficaz en dos tercios de los casos, lo cual implica que en una proporci¨®n considerable no lo es. En la Universidad de Leeds, el experto en medio ambiente y sostenibilidad David Williams, que no ha participado en el nuevo estudio, ha mostrado anteriormente que muchas ¨¢reas protegidas no funcionan por ser demasiado peque?as y estar aisladas unas de otras por granjas y ¨¢reas pobladas.
¡°Este parece un estudio muy importante al destacar que las actuales ¨¢reas protegidas, como los parques nacionales, no van a salvar la biodiversidad, a menos que haya cambios radicales tanto en esas ¨¢reas como en el paisaje m¨¢s amplio¡±, valora Williams. El ec¨®logo a?ade que es necesario expandir las ¨¢reas protegidas, pero que esto no basta si no se act¨²a tambi¨¦n en las zonas circundantes.
Interacciones positivas y negativas
Pero regular fuera de los l¨ªmites de los espacios protegidos puede ser problem¨¢tico. Desde la Universidad Estatal de Michigan, el profesor de sostenibilidad y medio ambiente Jianguo (Jack) Liu promueve un enfoque llamado metacoplamiento, que ¡°aborda las interacciones entre humanos y naturaleza tanto dentro de un lugar (como un ¨¢rea protegida) como entre ese lugar y otros adyacentes o distantes¡±, explica. ¡°El nuevo estudio apoya este enfoque¡±.
Esas interacciones externas incluyen presiones como la construcci¨®n de ¨¢reas residenciales o la explotaci¨®n forestal y agr¨ªcola. ¡°Si las fuerzas negativas son m¨¢s fuertes que las positivas, el resultado ser¨¢ desfavorable¡±, apunta Liu. Pero los expertos aclaran que nada funcionar¨¢ si la conservaci¨®n coarta el beneficio para las comunidades locales. Rovero se?ala que ¡°el 90% de la poblaci¨®n que vive en extrema pobreza en los tr¨®picos depende fuertemente de los recursos forestales¡±, por lo que debe aplicarse ¡°una planificaci¨®n hol¨ªstica del paisaje a gran escala, de modo que armonice la conservaci¨®n del bosque con el desarrollo socioecon¨®mico¡±.
Williams a?ade que la reducci¨®n de la presi¨®n humana sobre las ¨¢reas protegidas pasa por medidas como reducir lo que consumimos, sobre todo productos animales y madera, y producir lo que necesitamos de forma mucho m¨¢s eficiente, por ejemplo mediante la agricultura de precisi¨®n de alto rendimiento. ¡°Este es un reto masivo, que la comunidad global ha acordado afrontar a trav¨¦s del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal. El truco est¨¢ en hacer realidad esas promesas¡±.
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